tentaciones y algo mas...


Primera tentación.

Avancen con las lanzas y las flechas en alto, destruyan las razas de los continentes, conviertan en humo las ideas de sus gobiernos y arrastren con la sangre, la carne de los caídos por sus calles.

Porque el odio, la muerte y el terror, es lo que ahora nos nublan el juicio y avancen ha, por el trono de los ministros del dominio.

Apartemos sus banderas, resquebrajándoles la fe; recordando que matar con la mente, es matar con la espada.

Avancen y no cesen de luchar odiosamente, y que sea el silencio vuestro único juez, empapándoles las manos de la sangre fresca y la hiel de la rabia.

Arriba las hachas y los peñascos, dejad que el filo del cuchillo sea vuestra guía en los laberintos del combate; buscad la aniquilación del enemigo con la maestría del dominio brutal.

Que cada paso sea como el último día y cada aliento, un latigazo ardiente en la espalda del contrincante.

Dejad que todo el impulso oscuro de sus almas, los revele frente al escudo inquebrantable del poder;

Y que cada gota de sudor que caiga, sea un paso más hacia la conquista final del control total.

Azotando los caballos briosos e impulsivos de los sentidos, imponed el estado de sitio en las ciudades amuralladas del pensamiento.

Que cada azogue y cada grito los despierten y los activen, mellando nuestros sables con los huesos de los enemigos.

Desgarradlos de las monturas, fustigadlos constantemente en todo campo y ocasión.

Desapareced cuando menos lo presientan y atacad por los flancos; criticando su moral en cada proyectil enviado, apestando en terror.

Aplastad los muros que los separan de su gran victoria, y mantened la mirada al frente, logrando cruzar los puentes del camino cerrado.

Destrocad todo rastro de contención o auxilio externo y acabad, con los guardianes rápida y limpiamente.

Avasallen por las calles, atormenten por los corredores, por los pasillos y las galerías; derramando al suelo la vida liquida de vuestras rojas presas.

Atormentadlos por la confusión y el calor del fuego y el arrebato, ampliando vuestras voces en el eco de sus cascos y armaduras.

Y con el martillo del trueno, espantad rotundamente a toda alma débil o indefensa que se cruce en su objetivo, desafiad a los potentes con gallarda insolencia.

Dejadlos que corran por sus vidas, satisfagan al dragón rojo que descansa en mis rodillas, desollando a los caídos lentamente.

Mantengan siempre la mirada en la tragedia y enfriad sus corazones, con el hielo de la indiferencia atroz.

La única piedad que os permito entregaran, será la de acabarlos con certeza y contundencia de una sola vez.

Dirigidse al palacio y a la gobernación central; arruinando todo en el impulso de la violencia y que toda gloria y majestad que ostenten, caiga a vuestros pies, lacerada y humillada.

Destronando las insignias, los emblemas, las banderas y los símbolos del poder que impera.

Acribillando en la metralla, altas cuotas de sus victimas, dentro de las iglesias y los salones de justicia; ocasionando todo el daño posible, porque toda guerra es de desgaste finalmente.

Asfixien los suministros y el sentido de seguridad que duermen, bajo la vida de sus enemigos.

Intranquilizad las conciencias, con conductas bestiales e irreverentes, frente a todos los presentes; masacrando y celebrando al mismo tiempo.

Bombardeen los reductos de las viejas directivas y con pomposo orgullo y fiera insistencia, desintegren todas sus barreras sin descanso.

Asolando las generaciones del relevo, borrando la semilla del caído.

Llenad los cañones con los huesos y las vísceras de los abatidos y mezclados con ceniza y acero; arrojadlos sobre las túnicas de sus señores, a través de las ventanas y los muros.

Aterrando a los presentes, causando el pánico mortal y la angustiosa incertidumbre en sus espíritus.

Y una vez destrozadas las defensas internas, procurad penetrar con ritmo medio y cauteloso, al edificio principal del control.

Vayan buscando y limpiando atentos por las cornisas y las esquinas, buscando las señales de los importantes dentro de sus jerarquías; procurad desechar toda posible resistencia y atrapar, los miembros clave de sus descendencias.

Degollando, acribillando y torturando, descuartizando y bebiendo de sus cráneos, la sangre violada.

Porque una vez en sus manos y de esta forma, todas las ciudades serán suyas.

Exhibid las victimas frente al pueblo atormentado y desde un balcón muy alto; decapiten y lanceen a sus dirigentes descabezados, arrojándolos como bultos desde las barandas.

No permitáis que nadie los recoja o los sepulte, dejadlos exhibidos como ejemplo de un terror psíquico influyente; convertidos todos en un monte de gusanos sobre las piedras frías.

Sellad las puertas de la urbe y comenzad a rastrear todas las posibles conexiones del poder restantes, y arrasad con toda resistencia a vuestro mando.

Dadme todo el poder de las almas desesperadas, dadme todo el deseo en la sangre que es la ofrenda de mi altar; y sembrad los campos de mi reino con dolor suplicante y derrotado, complaced mis sentidos y entregadse a mí, la gran bestia.

Y no temas entregarte a mis impulsos...

Solo así entonces, te haré muy rico y afamado poderoso señor del mundo.

Todos temblaran al oír tu nombre y serás honrado y bendecido ciegamente.

Tendrás poder y materia de sobra y no sabrás que hacer, con toda tu fortuna.

Serás controlador y ejecutor de tu voluntad aquí en la tierra y todos, tendrán que obedecerte.

Serás elevado en los rangos jerárquicos de los humanos y al nivel del poderoso ídolo, llegaras a ser.

Serás deseado y envidiado, causaras estragos en las vidas de la gente.

Amo y señor.

Nadie osara enfrentar tu mirada y toda nación, caerá ante el encanto de tus pies manchados.

Porque tu serás mi heraldo perfecto, el mensajero perfecto de la oscuridad que brillan en mis ojos.

Una obra maestra de mis dulces manos, moldeado en la caída del alma a la materia y de la materia al pus.

Encarnado la presencia viva de una existencia cósmica, que camina errante en vuestra tierra extraña y marcada por la decadencia de lo mortal.

Tentación suprema en la potencia del control de nuestras vidas.

Shaitan, el adversario; a proclamado toda tu inconsistencia frente a dios.

Te ha empujado frente al juicio final, fustigando todas tus razones y opacando el brillo de tu miserable desgracia.

Ha invocado a los cuervos sobre tus campos, enviado a los buitres sobre el cadalso de la muerte ideológica.

Ha clavado sus palabras sobre el manto desnudo de tu propia carne, marcándote en el pecado conciente.

Tus discursos son rebatidos por los demonios, desenmascarando así toda tu maldita e inmunda presencia en sus moradas.

A vendido tu alma frente a dios y después de que cumplió sus promesas; a posado con toda su furia sobre tus pesados y cansados brazos.

El ha expuesto toda tu falta hacia la luz, y se ha saciado en tu vergüenza y el remordimiento ineludible de la vida.

Y ahora que yaces bajo el sol de la verdad, ¿como harás para levantar tus ojos otra vez y mirar hacia lo alto?

Acerca de las trampas que el destino nos impone.

Segunda tentación

No sesguen en vuestro deseo, entregadse al placentero sentido que ofusca toda secuencia lógica del pensamiento restrictivo, y nos entregue a una rotunda excitación.

Derrochemos las semillas, en los juegos del odeón virtuoso del círculo vicioso carnívoro y sensual; y coman sin temor alguno, del fruto de sus cuerpos insaciablemente.

Buscando experimentar más allá del sentido de la repulsa y lo normal; rompan las fuentes cósmicas que les ofrecen la satisfacción virtual del sentir.

Dejad que dentro de sus bocas, se desate un rió de saliva y en el corazón, sorpréndanse con el súbito ahogo vertiginoso que el desvirgue del tabú de turno les produce.

Involucren sus perversiones e indaguen el límite del sentimiento puro, fijen la mirada estrechamente en su objetivo y alcanzadle; desconfiad de la entrega.

Pero sean curiosos como los niños, liberando su imaginación frente al impulso sexual, que los cuerpos mentales les brindan.

Porque tendrán que dominar todas las facetas de su expresión erótica, y caerán frente al sabor hipnótico de las fantasías secretas, que sus mañosas costumbres les vayan sugiriendo.

Atrapen los miembros de sus cuerpos, dominando y siendo dominado; muerdan la piel del cuello en la presa.

Busquen la desesperación de la conquista y dejen que el pulso se les acelere, díganles todo con tal de alcanzar lo alto de aquellas colinas e infiltrarse en la hondonada de sus valles.

Mantengan la mente flotando y aceitada, en un mar de ideas visual de estimulo, aferrándose al objeto del deseo; y permitan que sus vulgares conciencias, se derritan magistralmente en el horno de la lujuria.

De esa disolución surgirá todo el poder del aliento, encerrado en un acto del “coitus eterno”.

De la esperanza que controla temporalmente, nuestras insatisfacciones perennes.

Que todos suden la gota fría, inmersos en el mórbido estado de la lascivia de un fálo penetrante y majestuoso. Ingresando al cavernoso espacio, que la montaña de entidades antropomórficas y animales que ustedes conforman, les ofrecen indefensos.

Y vean como el animal es montado una y otra vez, como es bañado en la sal del sustrato y untado en la pegajosa sustancia de aquellos conductos sabrosos.

Liberen todos sus esfínteres, y sean enloquecidos al penetrar y ser penetrados por toda esa irreverente presencia de andróginos insatisfechos; los residentes de sus deseos inconclusos.

Confundan su dolor con mi placer, no desconfíen de vuestra animalidad neurótica y desbocada; aliéntenla como el sentido mas vital de su moción.

Encabrítense en el potro del gozo y utilicen los cuerpos de sus amantes, como una suave cera entre las piernas ardientes; Sientan el lánguido y resbaloso estado de las secreciones que humedecen aun más, su placer desatado en la angustia del clímax.

Eliminen todo rasgo de pudorosa continencia moral, puesto que nada debe impedir la consumación de esta vibrante materia; no acepten límites de ningún tipo frente a su antojo.

Finalmente sus cuerpos cansados podrán descansar por siempre, en mis vaporosos castillos de la libertad suprema; y ya nunca nadie será el dueño de tus gustos, lideraras las tendencias y serás deseado por mis sirvientes más cercanos; puesto que alimentaras sus flujos con tus influjos.

Por eso vendrán a mí, y se dirigirán voluntariamente hacia este cómodo lecho, abandonándose completamente de sus modestas inhibiciones; tendrán así, rápidamente toda una recompensa a vuestros infructuosos pesares trascendentes, y un bálsamo a todas las decepciones mundanas y sentimentales.

Serán fastuosos en sus cacerías, demostrando ampliamente el poder de la “influenzza” en sus encantos; se harán pérfidos en sus maniáticos caprichos, y no dejaran que nadie se interponga en vuestro camino frente al espejo del gozo eterno; embriagados firmemente en su entrega.

Porque se que Juntos, tarde o temprano estaremos pisaremos las espinas de todas las flores que hemos deshojado, y caminaremos inconscientes sobre algunas lenguas carmesí que este infernal desierto exhibe.

Un desierto que todos nuestros deseos no consumados cabalmente, han ido construyendo entre el vació existencial de un corazón incongruente, y el molde perfecto de un cuerpo inmediato que instintivamente nos caliente.

La premura insensata del impulso agota las reservas de la existencia.

Tal como un gusano pudre la fruta desde adentro, se acaba la resistencia.

Y el hambriento se va comiendo a si mismo.

La existencia por dentro, también se va pudriendo.

1. no soy satánico

2. no soy paranoico

3. no soy sicótico

4. no soy eclesiástico

5. no soy maduro

6. no soy virtual

7. no soy sincero

8. ¿que soy?

9. soy sauce. (salsa de soya)

10. soy sauce ( un árbol)

Tercera tentación.

No debes creer sin sentido, debes pensar bien quien te quiere convencer; desconfía de sus motivaciones, puesto que no las conoces tan fácilmente.

Dadle el espacio sensato a la duda, ábrele tus puertas pero no te dejes engañar; se mas confuso en tu lenguaje que ellos.

¿Que vale la pena?

Afirmar algo que luego se vuelva inútil frente al mundo no es sabio, debes seguir la corriente del mundo y guarnecer tus sospechas bajo una mascara de amabilidad.

¿Quien no lo hace? Todos lo han hecho alguna vez; indudablemente todos.

¿Por que lo hacen? Por lo mismo que por lo que tú lo sigues haciendo; por el orgullo de no dejarse pisotear ni convencer, por la flaqueza que es debilidad frente al mundo del orgullo y la infalibilidad.

No debemos dar pie forzado a nuestros defectos, ¿acaso sabes, que quiere el otro realmente de ti?

Cuidado.

Duda de todo y no creas en nada; soldado en tus propias abstracciones, te hallaras libre de todo peligro ajeno.

Todo es relativo recuerdalo, la verdad no es infinita; no la verdad social.

¿Se dice la verdad en tu ciudad? Me atrevería a dudarlo.

Uno nunca sabe que esta hablando y es mejor medir las palabras, o enfrascar la intención; el fin es confuso, todo es confuso.

Es mejor no saber para no sufrir, así que no sepan para no sufrir; finalmente todo caerá por su propio peso, nuestra presencia no es necesaria aquí.

Reclúyete en los cielos nublados y vuélvete indefinido y desdibujado, finalmente todo acabara destiñéndose en este teatro absurdo que es la certeza.

¿Quien tiene la ultima palabra? Quien la hace y la impone, indefectiblemente.

Pero, ¿cuando acaba algo? No evidencies todas las respuestas, podrías acabar todas las existencias de una sola vez; eso no conviene, el mundo pide claridad y confiabilidad.

El mundo es como un globo que se va desinflando.

La vitalidad corresponde al espacio anterior de intoxicación, frente a la muerte.

Nadie esta seguro de su tiempo aquí en la tierra.

¿Cuanto tiempo quedara en mi reloj?

¿Tengo que afanarme?

¿Soy un fracaso?

¿Tengo el talento necesario?

Dúdalo todo, nada esta dicho y todo se va escribiendo; el tiempo se vuelve un pretencioso huésped de nuestra existencia, va carcomiendo todo lo perdurable.

La gente siempre esta apresurada en vivir su vida, como no abarcan sus destinos e incomodan nuestras vivencias; es mejor empañar el vidrio que recubre nuestros ojos, antes que demostrarse evidente frente a la chusma insensata.

Piensa sin cesar la acción, no la ejecutes más que en vuestra mente; calculando las posibles reverberaciones.

Pero no asuman la idea concretamente, puede volvérseles contra ustedes; vuélvanlo a pensar.

Hasta sentir la fétida alarma de un hecho perdido en el tiempo, desmayados en la implacable insistencia de lo incierto.

¿Tal vez no valía la pena?

¿De que estábamos hablando?

En todos los árboles, de los miles de bosques.

De las miles de tierras y en los miles de climas.

Existen miles de hojas en miles de ramas.

De todas esas hojas, tú existencia es una sola...

Una y nada más.

Concéntrate.

Cuarta tentación

La fama y el dinero son la cosa más fácil de alcanzar con tu genio y potencial, deberías aprovechar el momento y la juventud amigo mío; mas tarde puede ser tarde.

No creo que te gustaría terminar tu vida, solo, desesperado y abandonado en la pobreza indolente, no creo que quieras ser como todos los frustrados de este mundo.

Avanzad con tu inteligencia y asfixiadnos con la deslumbrante y despampanante idea, de que realmente eres un genio del arte y la ciencia, propio de una casta sin igual.

¿Por que entonces dejar que otros, coman de tu pastel?

Ahora es el momento de atosigarlos con tus actitudes altaneras, bohemias y bien vestidas.

Vender caro tu talento porque el momento ha llegado, en que acepten de una buena vez que tú también puedes ser todo un icono cultural.

Los héroes que envejecen, las masas que buscan más referentes jóvenes e inteligentes.

Imagina las ingenuas ideas que remontan por estos lares en boca de todos los comunes y corrientes,

¿No es fácil acaso entonces?

Que con toda tu esencia extraña y exótica, nos atormentes en las sugerencias de tu sobrada e invaluable labia.

¿Como no superar los limites del comercio?, con toda esa potencia creativa que rebosa de tu imagen.

Sabes bien que no todos se arriesgan, sabes bien que no todos se atreven.

Cruza de una buena vez la barrera del sonido y el tiempo y conviértete en una chispa divina de sangre y hueso, aquí y ahora el mundo que puede estar bajo tus pies fácilmente.

Si sabes como hacerlos lamerte los pies con placer y orgullo, entonces sus bolsillos que están demasiados rellenos y en su conciencia estelar del hombre del nuevo siglo; con tu arte representando un estatus especial, en el que no todos podrán decir que te alcanzaron a tocar.

La bendita ignorancia no es más que un bajo fondo, de lo que realmente quieren de ti y que no es nada más que la sensación y conveniencia de satisfacerlos.

Complacedlos, dadles lo que quieren ver y enriquecete antes de que termine tu cuarto de hora.

Recuerda siempre que quien grita más fuerte, es el que impone con esa mirada desafiante de autosuficiencia y sadismo dulce, con la que los has hecho sentir menos que tu siempre.

¿Hacerse un nombre o hacerse un hombre?

Esa es la cuestión.

¿Por que habrías de sentirte superior?

¿Que es lo que te hace superior?

¿Bajo el ojo de quien eres superior?

¿Quien no es superior a ti?

¿Por que no lo es?

Muchacho inútil, vago, banal y atormentado clásico de una inseguridad social, apaga ya el televisor.

Quinta tentación

La mas dulce es la tentación de la desesperanza, la misma que nos va arengando y adormeciendo en sus tibios brazos; la indiferencia al decaer, vamos inexorables hacia la aniquilación mortal.

Nos dejamos ante todo lo aparente y no camuflamos ya mas nada, todo da lo mismo y nada es especial.

Precipitados en la abulia de una marquesina de yeso y teflón, el sabor de la vida pierde su sal y su condimento; la indecencia ni siquiera nos basta ya.

Esta en el darse cuenta de que ya es muy tarde, las cartas están echadas y mas nada se puede hacer; nos abandonamos a la desesperanza mordaz de la derrota existencial.

Lejana a la indiferencia que acarrea tarde o temprano, la desgracia de la pérdida es aun más suave y sincera; todo el cuerpo cambia y se imprime en nuestro andar tembloroso. La torva cruel del que a fallado en sus convicciones.

Arrastramos los pies y la mirada cae al suelo, nadie nos convence y estamos demasiado alejados, de los aparentes oasis de dicha y claridad; debemos recorrer el desierto y enfrentarnos al final.

La desesperanza es el peligro de una acción rápida y furiosa, de un momento a otro, la calma forzada de su frustración, es desatada.

La monotonía de lo que esta frío y ajeno, la hediondez del desgaste y la entrega a lo indefectible; el corte radical de un estado a otro, se acaban las concesiones y los acuerdos. La desesperanza arruga nuestras carnes y sangra nuestros dientes; la desnudes se nos transforma en palidez de un réquiem inclemente e insoportable.

Los parpados se abultan y el ojo cambia en su color, casi como estatuas de sal; inertes ante su propio efecto invernadero.

Sexta tentación

De la flojera, es algo demasiado... mejor dejémoslo así.

Explicación científica del paradigma religioso

Las vanidades del engaño satánico, se encuentran encerradas en el vacío oscuro de la orbita del ojo; allí donde la percepción directa de la realidad, es teñida con su primera reflexión; el pensamiento es la ultima frontera ante el demonio mismo encarnado, porque la acción es el principio de todas las catástrofes y aberraciones materialistas que hallan ocurrido o, este ocurriendo ahora mismo en el mundo.

Uno ve los cuerpos sutiles de las ideas y las energías metafísicas; envueltas en las formas que nuestra mente entienda como buenas o malas, bellas u horribles, deseables e indeseables; esta dinámica domina casi todas nuestras acciones.

Las imágenes y los símbolos, se convierten en nuestros maestros y adoraciones

¿Que hay detrás de cada imagen, de cada símbolo?

Una historia y una creación.

¿Que hay detrás de cada nombre y cada sello?

Una designación concreta, una invocación de poder.

¿Que hay detrás de cada hombre, cada mujer?

Tentación del destino y acostumbramiento.

Cuando vemos las imágenes, es mejor centrar la mirada ante la luz y la sombra en cuestión.

Lo formal no demuestra nada mas, no podemos fijar nuestra atención, en las cosas físicas que nos rodean, no si queremos ver el mas allá o el mundo sutil.

No se trata de desvalorar o comparar las dimensiones, es simplemente un punto de enfoque más.

Cuando el hombre queda atrapado por esta función, entonces esta en las garras de la bestia; de la bestia que no existe mas allá de si mismo.

¿Y mas allá de si mismo, que hay?

Frecuencia colectiva, existencia.

La existencia como un fundamento, va mas allá de nuestra percepción o entendimiento; la existencia inmanente tiene derecho de ser, mas allá de nuestro ego; el problema esta en que nosotros, no queremos ver mas allá de nuestra realidad, deriva entonces, la lucha por la sobrevivencia o el llamado paraíso perdido.

El sudor de la frente y el conflicto interno ante los otros; la diferenciación y la injusticia en relación lógica.

El agotamiento o el cansancio físico y mental, nos genera tanta angustia existencial, que pagamos día a día nuestros pecados y con creces.

El castigo no tiene otro significado, mas que el de ser un hecho de presión existencial; nuestra existencia siempre al borde de la extinción, el riesgo de la vida misma.

Estamos viviendo en carne y hueso ahora, mañana será distinto, y este mañana no es distinto del ayer.

En realidad nada cambia en las esferas de poder y la energía; la energía se sostiene a si misma, o por o menos trata de mantener el equilibrio exponencial.

Sin embargo, para que este equilibrio ocurra, debe estar la tensión y el vértigo adquiridos, esto es cierto.

¿Quien cae ante la vida?

Quien pierde el equilibrio y el equilibrio es exigente ante nosotros.

La confianza es fundamental, para soportar el vértigo y nuestras acciones, nos acercan o alejan de este equilibrio.

Las inercias e impulsos de esta vida en la cuerda floja, son movimientos pendulares que a veces, se descompensan mucho; el hombre cae en el abismo entonces.

¿Es más suave caer de un metro, o de diez?

Existe un punto matemático y exacto, en donde el peso en relación a su aceleración gravitacional, llega a un punto neutral; esto significa que, uno no acelera en su caída constantemente, no tiene nada que ver si una vez que uno halla pasado ese punto, el hecho de caer de 3 o 30 metros mas alto tenga algo que ver con la aceleración de nuestra caída.

¿Que significa todo esto?

Piense un poco, la caída principal del mundo, esta en su decadencia y en su atracción material, como uno es materia, la energía material se atrae a la materia.

Los elementos iguales buscan la unificación, de allí el deseo intrínsico del hombre, a pertenecer a una nación o a un origen cultural colectivo o, estar junto a otros.

Cuando las personas tienen problemas de identificación, generan estrés en sus energías; porque no saben que los atrae y pululan ante el mundo. Cuando una persona unifica su intención, logra entonces la meta.

¿Cual es la mala influencia?

¿Que nos influye primeramente? Es lo que debemos preguntar; cuando algo nos influye, entonces eso forma parte de nosotros; si no conocemos nuestra identidad, no sabemos por que las cosas nos influyen; esta sabiduría es necesaria para sostener el equilibrio, pero nuestros cuerpos también tienen que estar preparados.

De allí el porque de las costumbres y las disciplinas de vida, fundamentos, rituales y rutinas.

La templanza es mas que neutra, una fuerza activa y constante; aquello que nos pueda dar la estabilidad en la cuerda. Por eso es tan importante domar la mente.

Entender la mente y su capacidad inherente, de focalizarse en algo y fijarlo; un movimiento controlado de flujo y energía.

Los deseos físicos y la ambición, nos impulsan ante múltiples direcciones; el problema no es querer muchas cosas, el problema es aguantar las tensiones de esas varias cosas.

Naturalmente uno al fragmentarse, se vuelve débil y pierde resistencia; enfocarse y sustentar la unidad, entrega poder. La duda lo disgrega; de allí el porque, de que todo paradigma del poder, se resiste ante la puesta en duda de su propia infalibilidad.

No puede haber detractores del sistema, sin que el sistema mismo trate de defender su equilibrio precario o, vértigo de control.

Y donde en una sola cuerda hay varias personas, es estadístico el hecho de que algunos caigan al suelo por culpa del impulso de otros, pero los otros dirían, que no es por su culpa, sino porque ellos fueron incapaces de sostenerse arriba de la cuerda.

¿Quien tiene la culpa?

El mundo busca culpables constantemente y en el fondo, simplemente busca las razones de sus propios problemas de equilibrio precario o vértigo a la vida.

El ser se atraganta de susto, ante el vértigo de caer y busca frenéticamente, de donde viene la oposición de fuerzas o el impulso que lo mueve y pone en peligro, de caer.

El terror de la caída mitológica, se halla profundamente impuesto en nuestras conciencias.

Uno de los primeros trabajos del maestro supremo, es el aprendizaje de la caída.

Quien no sabe caer, cae igual que el que si sabe, pero la diferencia se encuentra en que, el que sabe caer amortigua el golpe y defiende su salud natural.

Lo primero para aprender a caer bien, es aprender a no caer; esto puede sonar ilógico e intolerable, puede parecer contradictorio y absurdo pero es así.

Porque una vez que uno a hecho todo por no caer y cae, se entrega a la caída con total relajación porque su cuerpo a quedado agotado del esfuerzo.

Cae blando y sin resistencia, el golpe es menos duro y las probabilidades de sobrevivencia se incrementan considerablemente.

Cuando uno cae duro, se parte como toda cosa rígida al chocar.

La entrega total es fundamento para alcanzar la maestría del equilibrio y los opuestos, entender al mal tanto como al bien, saber sopesar las tensiones y mantenerse atento en la línea del eje, en el equilibrio mismo de la vida.

La entrega total significa asumir la totalidad de nuestro cuerpo y su peso, experimentar con toda la masa física y llegar a un punto neutro, el equilibrio esta en nosotros mismo, realmente así como se esta diciendo.

Propongo que experimenten este hecho ahora mismo; paréense y pónganse erguidos sobre el lomo de un madero y vean, que ocurre con su cuerpo.

¿Hacia donde se inclina?

¿Cuando se inclina que ocurre con su cuerpo?

¿Por que se inclina?

Cuando el cuerpo esta tranquilo la mente esta tranquila, esto es como un espejo.

Las acciones físicas influyen en las impresiones sutiles de la mente, los recuerdos quedan por eso.

Los anhelos no son más que una búsqueda de cambios concretos en nuestras vidas o, esperanzas de un logro especifico en algo.

Ser feliz, tener mucho dinero, tener una amante perfecta, entregar algo a alguien, alimentarse, satisfacción o sacrificio.

La única forma de mantener el equilibrio, es mantenerse en su centro físico y mental; y dominar dulce y sutilmente los factores externos. Estar dispuesto a reaccionar de una forma completamente natural.

Cuando el flujo natural se interrumpe, caemos al suelo; en este momento el hombre destruye el equilibrio planetario, climático y social; atenta contra el equilibrio geotérmico y la certeza de la vida realizada.

No es posible justicia e igualdad para todos, no es posible no mantenerse a costa de la vida de otros, no es posible tener muchísimo sin que otros no tengan nada y aquí, no existen culpables solo los hechos.

¿Cual es la vida ideal?

¿Como hallar la satisfacción?

¿Para que queremos satisfacción?

¿De donde viene ese deseo de satisfacción?

Debemos cuanto antes, tratar de reconocer los parámetros reales que dirigen nuestras vidas, conocerlos y saber decidir concretamente, que es lo que ayuda y que es lo que nos precipita en el abismo.

La tensión justa del arco y la flecha, el objetivo es posible de alcanzar de esta forma; práctica disciplinada o un golpe de suerte.

¿Que es la suerte?

Una especia de logaritmo estratégico, para definir cuantas posibilidades tenemos de perder o ganar, un concepto casi mercantilista que se halla presente.

La suerte es el hecho de que a medida de que nosotros, cada vez más dejemos nuestro equilibrio en manos de otros, seremos dominados por ella; la suerte de una u otra forma si existe, pero no es absoluta ni mucho menos la única salida.

La maestría destruye a la suerte, el proceso y no el resultado; si el proceso es bueno, ¿por que habría de ser malo el resultado?

El relativismo podrá atacar en estas circunstancias, pero siempre es en relación a otro que se expresa, si uno se enfoca en su equilibrio mantiene entonces, coherencia espiritual y concreta.

No hay mas camino al triunfo en el equilibrio, que la naturalidad de uno mismo, sin miedo al rechazo o el elogio externo.

El universo entero se mantiene vivo, gracias a esto; equilibrio y naturalidad.

Lo supremo esta aquí y ahora bien presente, lo supremo es aquello que existe en si mismo y centrado cumple su función vital, sin mayores aspavientos.

Controla el mundo, cuando se controla en si mismo.

No hay conflicto que lo pueda intervenir, se transforma constantemente sin tener que perder su identidad; mantiene su eje aun cuando zigzaguee o derive, mantiene su centro y lo convierte en el centro del universo.

No requiere de ser así por el otro, ocurre simplemente sin preocuparse de lo que pueda pasar a su alrededor.

Esta tan perfectamente localizado, que acepta el transito y asume que debe avanzar.

El poder y el conocimiento, mantienen este avance.

La experiencia y la práctica, terminan por dominar la distancia.

Debemos dominar nuestras fuerzas de una forma no confrontacional sino que, de una forma circular.

Siempre tendiendo el arco de inclinación, hacia el eje central de nuestras vidas, por eso es necesario, reconocer nuestro origen y nuestro sustento esencial más puro y sano, en su justa medida; medida que nosotros tendremos que aprender a reconocer.

Destino cero

Cada noche nuestras profanaciones se convierten en silencios, cada día los silencios se convierten en acciones; las tendencias nos asumen y nosotros, nos quedamos vaciados de la vergüenza.

La energía del semen se despilfarra, no queremos la esencia reproductiva de nuestros cuerpos, lo que queremos es al deseo desintegrando nuestras angustias.

Conservamos las ideas inocentes, envueltas en plástico; así de esta forma, no se ensucian.

Las provocaciones

Delicias son las que corroen tus encantos, las líneas de la vida que desvanecen; el mundo esta hecho a tu medida, porque de cuerpo es el mundo.

Uno elige, la sal o el sobrar.

Y sin embargo no puedes parar, de rodar y extrañar a este mundo, joven seguidor de dios.

La luna y el sol se convierten en meras imágenes lejanas, entender la vía por lo que parece, no es lo mismo que conocerla en lo que es.

El calor se siente en tu sangre, las venas que nos recorren; ruega a dios que siempre estén limpias.

Uno esta atado en sangre a esta tierra, las debidas purificaciones han de ser dadas, también los rituales formativos, pero nada sirve si no estas en tu base del sentir; atento, siempre atento.

No solo a lo que pienses, encostrado en una idea o en una imagen; sino lo que sientas en tu carne, en tus huesos gestarse, en tu sangre airearse.

Mucho de este mundo nos provoca, nos calienta la sangre y cuando nuestra sangre esta caliente, ocurre la vida misma.

Lo que nos seduce de este mundo, es su calor aparente; vamos como extrañados hacia lo que nos parece amarillo.

Tantas veces lo calido a tornado en frío, y viceversa.

¿Que es lo que tu ves?

¿Que es lo que te calienta?

El amarillo y la plata como un espejo de una textura tornasolar.

El frío que tu ves, son frecuencias, colores. El amarillo un amanecer, con sus largos o cortos brazos, según la lejanía de lo que refracta.

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