Algo respecto a lo que vendría a ser, el tal “uno mismo”__
Solo es un terror encontrase consigo mismo, cuando uno esta completamente identificado con la mascara de la personalidad concreta, y aun así; el plantear ese encuentro con el “uno mismo”, el si mismo como lo verdadero; nos quedaría envuelto ya en una variante muy divagada de proposición contextual...
Siguiendo el argumento aquí expuesto, y puesto que la estructura de lo que se define como una personalidad formada; se entiende que ya es un cierto artificio...
Artificio que se constituye de la variedad de influencias, tanto externas como internas en la historia; en resumen, el genuino sí mismo; vendría a ser un fundamento absoluto que se abstrae incluso de la identificación formal como tal; por lo tanto, un sustrato común a todos los seres humanos de la misma raza, o estirpe, o en otro caso para los mas idealistas; de algo aun mas profundo si se quiere asumir, como totalidad de universalidad lograda...
Se hace el encuentro de la realidad esencial, en la misma idea de la realidad del Ser, por lo que sostiene a todas las mascaras de la manifestación; como estados y particularidades personales, que se fundamentan en la forma de una identidad comprendida y momentánea en la paradoja existencial...
La misma idea del sí mismo real, como el verdadero Ser; nunca es la participación del sentido de la realidad como identidad en la apariencia; esto es lo que se deviene como lo que en un vacío permite, de hacer crecer la función del vaso o el material que sostiene, en el acto de la jarra humana que contiene información y energía, en su estado de elementos de inferencia existencial; dando como resultado ese "algo" que se concibe en lo concreto; en lo tangible y comprobable, tanto en contenidos psíquicos como orgánicos; tanto en física como en metafísica de la personalidad fundada, pero esto es solo el acto de reconocimiento por el como es lo que se percibe y considera ahí, porque se identifica ahí, cuando se contiene ahí; mas no es el verdadero acto de un poder contener ese “algo”, ese alguien que existe...
Suponemos que nos comprendemos a “nosotros mismos”, buscándonos en juegos del contenido, a veces muy bien, demasiadas veces totalmente extraviados del sí; pero en realidad, solo nos identificamos con las funciones de la influencia que ocurre en nosotros, cuando nos alineamos a una identidad perceptible, de algo objetivo que solo sirve para transitar la experiencia de un vivir y morir aquí
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