Narrador omnipresente:
Luces, luces suenan...
Martillos cuernos y osamentas doradas;
Y en un solo tiempo, yo entiendo...
Como viajan las distancias que se nutren de organismos...
Redescubren los sentidos y aumentan los latidos...
El ritmo avanza...
Reflorece el rayo eléctrico que empina el sol carnal...
Deshojando al mundo entero de su angustia,
Por las sendas de los nervios que tonifican sus elementos.
Presentando el arte ecléctico del sonido.
¡Es la música que modela el alma!
De pronto, surge de la esquina de las sombras, un ente tridimensional...
Levanta el vuelo con humeantes alas de azufre y sus ojos nebulosos que contiene...
Dice el ente:
Soy un santuario vivo, un correo amargo...
Las fases de la luna revoloteando entre mis dedos.
Me han dado el sentido, porque fui materia universal...
Un vástago ideal, el demiurgo secreto, soy el reflejo encarnado del átomo eterno.
Narrador omnipresente:
Travesía sin sentido desde el cielo hacia el infierno, tus proezas grandes son.
Y entonces, comenzaron a caer todos lentamente.
Unas laminas de platinada dulzura, estas mismas fueron descendiendo desde el cielo.
A través del océano vía láctico y en carrozas de ingrávida presencia.
Es la lluvia ácida que cae desde el cielo.
Dice el ente:
¿Acaso no ves quien es mi padre?
Largo tiempo enmarañado en el abismo.
Pero mis ojos tomaron los del humano y puede ampliar aun más mis percepciones.
¡De vuelta a la carne y la sangre! Por que ahora estoy libre.
Abran su boca amigos míos, ¡déjense ver por los mortales de una buena vez!
Levanto la mano y la voz en simétrica energía, que de lo que digo yo hago.
Narrador omnipresente:
Entonces, los volcanes rugieron y despertaron desde el fondo a los profundos golems.
A los seres de la tierra, las invocaciones del maestro del aliento sur.
Música en nuestras venas, ¡sangre de hielo!
El golem se ha levantado, y en la cumbre esta ondulando con flameantes llamas que exhibe.
Desde la montaña de lava, su postura evanescente despierta.
Se acercan...
Ya vienen.
Dice el ente:
OH maravilloso golem de la tierra, al que invoque humanizado.
De quien vienes mensajero, el fuego veo te sigue.
Narrador omnipresente:
Y como el golem no tiene ideas y el golem no tiene transito, ni opaca sus sentidos.
Porque el golem no los tiene, el golem solo quiere.
El golem solamente puede desear.
“Y el altivo golem, responde desafiante al mundo entero:”
Dice el golem:
¡El aullido del golem es propio!
Golem era antes que nadie, golem dominando este terreno.
Y por el hambre que aumenta en golem...
¡El golem ataca y devora los elementos!
Y el ente responde:
¡Pequeño esperpento idealista!, ¡como te atreves a desafiar mis rangos!
Yo te convierto en cenizas y escribo en tu lengua el destino final del golem.
Yo soy el verdadero demiurgo, ¡tu maestro original!
Y si no entiendes la forma, entonces yo te devuelvo al gusano y el lodo.
Aquel del cual nunca deberías haber salido, yo soy tu dios creador.
¡Yo tengo el poder!
Narrador omnipresente:
Extraña situación, la de que este ser iluminado se halle tan malhumorado.
¿En donde dijiste que habías despertado al golem?
Dice el ente:
Lo he despertado en mis urnas secretas, más allá de las cavernas invisibles de la llama.
Y del laborioso oficio y la tremenda paciencia, ¡e podido lograrlo!
Hurgando en la tierra se encuentra el tesoro. Bien dicho esto y aquello.
¡Por un golem que atormente a los malditos!
Alguien que por fin le enseñara al mundo, su horripilante reflejo.
Mi golem sagrado, mi propia creación. Aquel que podrá llegar del cielo a la tierra.
Si es que yo aun así lo quiero.
Narrador omnipresente:
¿Porque quieres atormentar a los malditos?
¿Con que afán tus impulsos vuelan y deciden quien es que?
¿Talvez te abran hecho algún daño?
¿Talvez sea esa venganza el deseo que atrapa tu mente?
Dice el ente:
¿Quien no es sino su propia mente, pequeño mortal?
Golem para que abra el camino, golem para que en mi eléctrica sustancia...
Se reúnan las esencias de todos los que están vivos.
Porque toda esta materia me pertenece y yo soy su engendro ideal.
Tiempo atrás, me entregaron las llaves del espacio tridimensional...
Luego domine el tiempo yo los hice renacer, a todos ustedes; yo les di algo en lo que
poder yacer.
La noción de nuestro cuerpo, de nuestros deseos.
Muchos siglos de experiencias, tantas vidas y los misterios de la formación real.
Ahora no valen nada, ¡todos se han rehusado a reconocerme entre sus ojos!
El tiempo eterno ahora esta inquieto, la luna abrió mis cerraduras.
Libre para recuperar mi esencia, para devolverle al supremo lo que es de su derecho.
Con su rosa perfumada y por su intransigente predilección por el ser humano...
Aquel que acabo con mi paciencia, ¡pues entonces ahora yo retomo lo que es mío!
Y no habrá carne ni sangre que no haya surgido de mí herida en la caída...
Que se salve de este día.
Coro de mortales:
Y supongo que estaremos todos nosotros incluidos, en tu intenso manifiesto.
Yo y mis hermanos allegados, todas las huestes de antropoides y animales.
Las flores y los metales.
Dice el ente:
Correcto, porque todo parte del cuerpo eterno de mi alma pura.
Es lo que se ha envuelto entre las sabanas materiales del tiempo, lo que mastica y resopla.
Lo que nace vive y muere, la putrefacción es mi más sincero aliado.
Porque lo vuelve hacia la tierra y en la antesala de mi mundo sin expansión.
Todo en la contracción de mi sexo, todo lo que yo algún día desperté...
Todo volverá a mí.
Mi expresión desencadenada y vuelta a compactar
Y... ¡hoy es ese día!
Truenen fuegos del horror, la miseria y su desgracia en la guerra humana, son mis garras
Sus tanques, mi aliento sus balas y en mis crías de las sombras, sus ideas son gestadas.
Recursos desgastados, las eternas brumas nivales del sosiego se derriten por su hediondo
Calor desprendido del cuerpo inútil que ambiciona, lo que ya anteriormente es mío...su deseo.
Un siniestro estado de la mente, eso es lo que los domina...
¡Y hace sus crujir sus huesos ante mi poder¡
Narrador omnipresente:
La explosión del cuerpo desencantado, la raza que aglomera las palabras, los hechos y
Angustias, los sinceros destructores, ángeles exterminadores diseminados por toda la faz
de la tierra; ellos aun viven y mantienen viva la llama eterna del máximo ejecutor; el
poblado de la confusión, poder del oro y hueso amarillo, la maligna influencia de un
tiempo pasado que no deja de existir.
Los antiguos que ya están aquí, rebrotan de la pluma herida, acosan con su deseo alado y
los humanos, ellos son las fichas sagradas que tan inútilmente dominados, se convierten
todos a esclavos de tus cuernos.
El cordero que representaba al hombre común, no le permitieron vivir ni antes ni hoy día, las
materias de la tortura se han encadenado por si mismas en los gustos públicos y privados,
una nación maldita por su propia inconsecuencia y su desgracia, todos se regocijan
secretamente en la muerte y el dolor de los esclavos, animales, vegetales, minerales y
humanos.
Dice el ente:
Los amos son la luz cuando nada tienes que entender, pero cuando no te satisfaces
fácilmente, corres el riesgo de usurpar sus papeles convertirte en el verdugo y
controlador de la sangre y de las lágrimas, de aquellos los que aun se arrastran por aquí
en la tierra.
La cruz es tu tormento, la cruz es tu cosecha, de odio, de lujuria y abominación; el
hombre adora la cruz y con esto, adora la muerte y el sufrimiento de un hombre sabio,
nadie esta extenso de ser la roma que reprime y destruye ahora.
La idea de que los humanos sean felices y vivan tranquilos, porque cuando mataron al
cristo no mataron a un solo hombre, mataron toda la humanidad de sus corazones,
mataron la posibilidad de ser uno e individual, sin macula ni deseo.
La fuerza del cosmos infinito esta en mi, yo soy la luz de la tierra, venid a mi y enfrascaos
en las profundas heridas abiertas del universo, quien reciba este mensaje no deberá
encantarse ni tampoco excitarse, es demasiado ordinario y predecible, en las materias de
los elementos que cambian constantemente, mas dolor o mas placer darán lo mismo; yo no
necesito reivindicar mi libertad frente a un mundo ignorante, tampoco dedicarme a
destruir lo que otros tan tozudamente han esforzado en levantar; la misma fuerza natural
y tan solo ella, dejara sus huellas como impresiones irreversibles sobre la faz de esta y
todas las tierras.
Dice el coro de mortales:
Quebrados los esquemas, probamos de la miel y de la hiel y no nos hemos satisfecho en el
Patético juego dual que tu reinventas cada siglo, es inútil desesperar y tratar de ser
distinto, Porque nunca llegaras a ser lo que yo siempre e sido, humano y mas allá de esto
siempre Hemos sido nosotros los dioses, los demás son espíritus con potencias creativas o
Destructivas, esto no es mas que una piel abandonada, la epidermis que muda la
verdadera Serpiente, la que anida en mi corazón antiguo.
Dice el ente:
Maestros del mal, maestros del bien, se auto erotizan constantemente, se necesitan y se
Buscan constantemente como amantes desesperados; ellos dominan a los débiles,
Enrolando A miles en sus filas, todos ellos no son más que la mugre de mi axila, nadie
accede al reino Perdido de aranantia sin mi consentimiento.
La sangre es sacramento divino, la sangre a impuesto su reinado, la sangre a refrescado
las gargantas de los poderosos por siempre, la sangre es la inmaculada concepción, la
sangre a dejado una estela de fuego y agua mezclados por debajo de tus pies, tus pecados
te siguen por todas partes, por los siglos de los siglos; porque quien quiera ser el máximo
sumo sacerdote, debe estar dispuesto a darlo todo.
El poder es el enviado, la muerte su mensajera y el alma la razón del mensaje mismo, todo
esto no es mas que una ilusión, el arte arropa el mundo con sus amaneramientos convulsivos,
la búsqueda a terminado, ya nadie esta encerrado;
Ellos se encierran en donde no hay barrotes, ellos sufren donde no hay dolor, ellos
claman donde no existen nada mas que un vacío eterno.
Coro de mortales:
¡Ellos gozan donde no existe el gozo¡
Dice Eva:
Es ridículo tu aliento, tus palabras son como las de un dulce niño, que intenta sobresalir
en un colegio estupido y abúlico, el calor se apodera de los miembros del jurado, la
sentencia es un dictamen de su pobre inconsistencia y todo cambia, cuando el mundo gira
sobre su propio eje; no hacen nada mas que mantener a esta era, sumida en la mas
terrible creencia.
Dice Adán:
Tengo ganas de cagar y aprender a oler mi propia mierda, el asco es una manera de
entender, lo que no conocemos realmente, todo es costumbre y nada es verdad, nada mas
que la imbecilidad de las masas entrenadas para fingir sensatas, son menos que las
ratas que se anidan en las cloacas.
Dice un payaso triste:
La puerta se abrió de repente y los ojos que se hallaban frente a mí, que aun recuerdo con
profundo y reverente horror, su voz de ultratumba me indicaba un origen extraño y
ausente de humanidad.
De estatura alta y delgada, se escondía en sus facciones la humareda envilecida de una
angustia eterna, solo el silencio era capaz de soportar su intensa mirada, tiempo atrás yo
había visto su gran porte escondiéndose en la oscuridad de la noche;
Ministro del corazón de la bestia, es lo que estaba ahora erguido frente a mí.
Con la calma de un tigre ante su presa, simplemente me acechaba y yo sentía una
inquietante comodidad ante sus múltiples voces mentales, las cuales se fundían unas con
otras en una orgía deliciosa de intensa y despreciables magnitudes, me dijo que era libre
y que su garra cuidaría de mi esencia, puesto que siempre había formado parte de su
naturaleza y ya nada podría alejarme de su absoluta mirada omnipresente.
Yo percibía un aroma dulce como el de las violetas en primavera y su rostro, envuelto en
las llamas grises del cuerpo metafísico, me abrían la mirada interna del tercer ojo herido;
mientras que los demás corrían despavoridos, yo soportaba su presencia y mantenía una
fría pero bastante cercanía con aquel tremendo ser, era como si nos conociéramos desde
hace muchísimo tiempo; tantos siglos encadenados a esta misma prisión, unidos en la
terrible soledad existencial de este mundo materialista.
Pero ahora el circulo se a cerrado y ya no habría nada ni nadie mas que separara
nuestras manos, somos y fuimos al mismo tiempo, dioses amargos de un pasado, eclipsado
por las ansias de fortuna y ambición que un pueblo idiota y encolerizado nos ha usurpado.
El payaso señala al coro.
Dice el coro:
La libertad desde ese día, comenzaría a desatar los nudos del vacío que quedo después de
la gran hecatombe milenaria, las cadenas se romperían una vez mas y esta vez, no habría
forma de negarnos nuestro derecho original, somos y fuimos los maestros de la llama
infinita, los lucíferos ardientes de la fuerza y la pasión luminosa del hombre cósmico, la
cruz desaparecería prontamente, dándole paso a un nuevo mundo de amor, naturaleza y
realidad.
Narrador omnipresente:
El Nazareno ha sido liberado de su tormento y su desdicha, ya ningún imperio del hoy o
del ayer podría devolverlo a su tortura, envilecida por el morbo de una civilización
depredadora que se jacta y abusa del poder, nunca mas volvería a ser crucificado el
hombre sabio, pero el daño inflingido nunca desaparecería, ahora ya nada estaría en su
forma siniestra de la ignorancia; en la forma del traidor deseo de coerción que los
pueblos ciegos de la luz, habrían querido perpetuar en el recuerdo de un ser vivo
ajusticiado por sus propios engaños y lascivas necesidades del dominio.
Veo sus manos derramar la sangre una vez mas, los altares humanos que han sido
confundidos con eternos y concientes dioses existentes; su propia mano será la que
imprima el juicio y el castigo.
Dice el ente:
Hermanos caídos sobre un manto de olvido, destinados a no volver nunca más por la
senda de sus huellas, dejados atrás por los tiempos de los tiempos.
Sus sacerdotes engañados por mi propio deseo, la serpiente de la hiel posesiona lo que es
siempre suyo; el legado orgánico de una creación cósmica porque fue ella la serpiente, el
verdadero ancestro vital de nuestro cuerpo y el de todos los demás que impulsa sus vidas,
en la base de su grandiosa columna perfecta.
Coro de mortales:
Más fue ella la serpiente, la que constantemente se acerco a nosotros con su amor y su
veneno al mismo tiempo.
Narrador omnipresente:
El animal tan querido y odiado a la vez, simplemente nos recuerda que aun
mantiene autoridad sobre sus vástagos y es el dios mismo el que reconoce esta existencia
y sabiduría.
Dice Adán:
Pero los hombres absurdos e idiotizados por sus manos y sus piernas, se alejaron de la
morada de la luz y construyeron todo un mundo inútil de orgullosa religión imperial.
Dice Eva:
El hombre mantiene su poder y su belleza aun hoy día, pero esta enterrada en las tumbas
de sus errores; bajo el agua del lago sagrado esta su novia esperándolo, triste y
melancólica con sus cabellos flotando bajo el agua fresca y los peces de la fantasía, le
sirven de consuelo aciago ante sus dolores del parto milenario, cuando observa al
caballero verde que se enfrasca en una lucha evidentemente inútil.
Ella esta bajo sus pies pero el la busca arriba en el cielo lejano...
Coro de mortales:
Y es porque el se adora mas que a nadie, a si mismo en su grandeza de espíritu y es fuerte
al sentir la convicción de su poder, cuando el deseo es realizado.
Señalando a adan.
Dice el ente:
No son buenos ni malos, son lo que han construido de su alma enferma por que esta su
carne tan pesada.
Han hecho de hierro sus palabras y sus actos han interferido en el curso natural de los
elementos y el fuego que tanto tiempo estuvo lejos, finalmente ha caido del cielo y broto
de la roca desnuda, en el desierto.
Dice el payaso triste:
Unos ven el agua y otros ven el fuego, pero de aquella roca inmensa broto finalmente todo
el universo y su esencia fue descrita una y otra vez; por los miles de sabios y anacoretas,
probados por los poderosos, los reyes y lo emperadores, anhelado por los simples y
envidiado en los débiles de espíritu y voluntad.
Dice el ente:
Crearon maquinas de piedra, de madera y acero y aun hoy día crean maquinas del
plástico y el polímero; maquinarias que surgen de sus laboratorios pero que antes ya
estuvieron planeadas en mi mente.
Y es la mente el verdadero taller del alquimista, la mente la que hace un todo de la nada y
la misma mente es la que los mantiene errando y tentando en el camino.
Sus pies, sus manos que son la herramienta perfecta, se han unido en completa y profunda
adoración de los sentidos y de las proezas que su mente indica y moldea; son insectos
racionales con sus patas siempre activas y sus manos predispuestas a opacar la paz de la
tierra.
Narrador omnipresente:
Levantaronse humaredas, designios y frases celebres, cuando el que no hablaba
finalmente hablo y desde sus ventanas aéreas...
Comunica lo que estaba dentro pero viene desde afuera.
Silencio absoluto...
Imagen poética:
El maestro ingresa al paso montañoso con su etérea presencia, sin embargo su cuerpo
debilitado por las nieves y los años, esta ahora muchísimo más fuerte y preparado que el día
mismo en que nació a este mundo.
Un alquimista:
Su voz silenciosa, resuena en mi cabeza y se esparce por todas las venas del universo
latente.
Un gran dios dormido reposa en sus moradas celestiales, allá arriba en la montaña
sagrada nos espera con su hijito recién nacido.
Un bebe de pura leche y miel, dormido en su trono natural de una cumbre elevada,
arropado entre las bellas mantas de la nieve y el granizo, soportando el sol duro del
mediodía y la oscura tiniebla de hielo en la medianoche...
Y se mantiene sonriente y despreocupado, su madre la montaña que es terrible ante los
crudos de corazón y afable ante los dulces de pensamiento, lo sostiene ante su padre
orgulloso, el cuerpo de la bóveda celeste; ellos son los que conforman la vida eterna del
maestro.
Interiormente, el maestro padre se abraza con la madre eterna, madre que encolerizada
con sus hijos de la tierra, los fustiga con deseos cada vez más terribles e irrealizables.
Su padre dormido, aquel brahmán cósmico, sonríe como un tenue soberano que de vez en
cuando desliza desde sus manos y hacia abajo, algunos de sus beneficios hasta el mundo
agotador del hombre implacable, ríos de infinita misericordia y milagrosas recompensas
a los que aun puedan levantar la mirada hacia lo que se mantiene invisible al ojo pérfido
y atrevido del materialista extremo.
Narrador omnipresente:
Porque no son regalos, sino recompensas...
Dice el ente:
Ante el trabajo despojado de una meta ansiosa, lejano del deseo y la necesidad de sentirse
aquí presentes, pero no ante su eterna presencia sino que ante la ingrata mirada del otro
ser humano.
Ellos quieren reconocimiento aquí en la tierra, y esto solo puede venir de lo que fue, es y
a sido siempre verdadero; mas allá del criterio humano, existe un reflejo supremo del arte
y la ciencia, del amor y el logro, del triunfo y la infinita compasión, esto no es humano, se
representa en lo humano pero viene desde el principio de todo lo que algún día existe o
existió.
Un alquimista:
Y hay animales que siendo aun más viejos que el mismísimo ser humano en esta tierra, no
necesitan reafirmar su poder ancestral ni tampoco hacer alarde de su antigua presencia,
bajo ningún pretexto ni tampoco un dogma determinado, porque ellos no necesitan
sentirse eternos porque simplemente ellos lo han sido y lo siguen siendo.
Narrador omnipresente:
Solo el hombre dormido constantemente, necesita recordar su historia y su existencia, no esta libre del horror del olvido y su alma sufre de tan solo pensar que es un evento insignificante en lo absoluto e inmanente de la vida misma.
Y en vanos rituales, desgastados del poder central, en mascaras inútiles que han perdido ya su fundamento y su verdad; pretenden convencer a los que aun no entienden como el niño ha muerto y en su lugar se levanta un ser extraño que aun no comprenden.
Todos ellos, abusadores de la infancia inmaculada, perversores de la mente pura y hermosa e instigadores de todo el mal que afecta nuestras cuidades, pueblos y hogares.
El guerrero que no desenvaina su espada es el mas fuerte.
Odio y confusión en el caos de su mente, con la esperma reventando los colores del amor y sus bocas alimentándose de los cuerpos podridos de miles de monjes y novicias inocentes, abusados y utilizados para su propio provecho, engañados y culpables tan solo de su propia ignorancia, por haber creído en los inmundos usurpadores del poder del dios solar y su eterna reina lunar....
Han confundido el templo con la cárcel y esa mazmorra acechante, los seduce como los ojos de un gato endemoniado.
Finalmente adoran a sus captores y abrazan al criminal como si fuera un hombre santo.
¿Que tan terribles tormentos tendrán que padecer ellos, los que para finalmente darse cuenta,
de que fue su propia mano la que ha permitido estos horrores en su carne y espíritu?
Pero mayores horrores vendrán, para los que concientemente realizan el vicio de sus alma,
porque los que inconscientes sufren, un día el humo blanco al despertar los redime y realiza
en su verdadera belleza y poder;
Y así será...
Pero tú, que ya te has dado cuenta de todo esto y no haces nada, pues nada hará entonces el
universo y su ambrosia secreta, nada harán por ti.
Los hundidos en el error, han tratado por todos los medios de ofender al dios secreta y
públicamente, de inundar de vicio las caderas de la diosa y sodomizan a los niños que nacen
de este hermoso matrimonio elemental.
Los violan con sus dogma de odio y poder, los embarazan del mal y entierran su odiosa
cabeza sexual, ya pervertida por su larga y pesada herencia de ignorancia y egoísmo, los
homo eróticos que han sido el hombre dominado por el hombre, niños dulces que sufren y
adoran este rito terrible.
Sufren una y otra vez, la violación de su sagrado interior, con rabia y sumisión astral ellos
desean ser dignos del castigo, sienten que merecen su horror y aprenden porque el hombre
todo lo aprende.
Porque ellos han tenido que aprender a gozar su castigo y de esta forma, ya esta todo perdido
en sus almas tristes y envilecidas...
No es necesario ser débil para ayudar al débil, todo lo contrario y tampoco es necesario ser
fuerte, para desarmar al poderoso; porque en sus ojos se halla el miedo de que algún día y
esto denlo por sentado, llegara otro aun mas poderoso y tragara todo su cuerpo y su
descendencia.
Ignorantes de todo el daño que le harán a sus semillas aquí en la tierra, ellos persisten en su
error, tratando de enmascarar a ese niño aterrorizado y disfrazándolo de guerrero fuerte y
colérico, no saben que traicionan a su propia alma y degradan sus hogares, sus pueblos y sus
naciones...
Son demonios que alimentan los ideales de su mente racional, es la fuerza del poder
mortuorio que convence a su carne y su sangre, para que comience antes de tiempo la
inevitable corrupción del cuerpo y sus órganos internos; se pudren como idiotas antes de
tiempo.
Tiran la fruta madura al calor de las emociones y el frío de lo que se piensa sin amor.
Rompen las cadenas de su ejecutor de una forma idiota, cortándose los brazos, las piernas y
sus propias cabezas y de esta forma se hacen libres...
Diseminados en pedazos, perdiendo toda fuerza vital, finalmente agonizando en medio de un
charco de inmundicia y degradación y es entonces; cuando el verdadero esclavista de su
mente y sus cuerpos, al verlos fragmentados en todo sentido; sonríe y siente su derrota
amarga como un néctar excitante de embriagante victoria.
El demonio los penetra y sonríe al infectarlos con su semen estéril...
Quitándoles la posibilidad de volverse creadores y hermosos.
El Leviatán se alimenta de los flujos humanos, de los flujos de todo lo que esta vivo y como
un buen predador, solo se acerca a las presas fáciles, las que estén ya debilitadas por la
enfermedad y el cansancio vital.
OH golem sagrado, no escuches al que esta a los lados, escucha mejor lo que no suena...
Llega a ser sin necesidad de poseer...
Convertido en fuerza y conciencia, es capaz de realizar todo el univerzo en la palma de su
mano y de la roca dura y cerrada, surgen todos los manjares...
Del frio intenso nace el calor y del odio surge la consumación de lo amable y bondadoso;
porque tampoco siendo amable por fuera y odioso por dentro, hallaras ningún sosiego o
descanso a tu aterrada ignorancia, la misma que te conduce al callejón sin salida del
conflicto sin fin.
Y nosotros nos liberamos de todo esto, sin odio, ni resentimiento ni tampoco esperando
nada, la nada misma que nos hace una vez más grandes y sagrados.
El vacío del pensamiento, la vacuidad del sentimiento y la acción sin intención, sin dolor ni
sufrimiento...
Pero el golem no estaba listo y no escuchaba a las presencias, por que ya eran miles y
demasiados mensaje e información al mismo tiempo y con desesperación, se arroja al
acantilado de vuelta al mar encrespado y su cuerpo de elementos fue disgregado por las
mareas.
Dice el golem astral:
Tanto tiempo e viajado en este mar primigenio, tanto que e olvidado de donde vengo y ya
no tengo cuerpo, ni rastro de haber tenido alguno.
¿Soy un golem o un espejismo de la energía y el pensamiento?
¿Acaso estoy desnudo o recubierto?
Mi aliento surca el mar, un océano brillante e inquieto y me alimento del impulso vital
Que abunda en esta tierra y el espacio sideral.
Conociendo especies, células y estructuras óseas; vislumbrando el poder marino e
Logrado llegar hasta el fondo de esta fosa abisal, en el punto mas profundo de los océanos
Terrestres.
Y ni el gran poder de la presión atmosférica, ni tampoco la inmensa y absoluta tiniebla
Que reinan en este lugar, me han detenido ante un anhelo real.
Tampoco el frío afilado, ni las fauces de los horrendos esperpentos que son como zombis
Ansiosos de carne y sangre; pero yo ya no tengo carne ni sangre, solo sigo siendo.
Avanzo y no pienso, lo hago.
Voy finalmente a realizar, lo que esta escondido en mi existencia desde hace millones de
siglos y siglos y mas siglos, hasta perder la cuenta del tiempo.
En un estado en donde el tiempo, no es más que un concepto inservible e incapaz de
Contarnos lo eterno de esta profunda inercia que me mantiene conciente.
Llego a un lugar en donde el calor comienza a surgir, las burbujas de oxido y oxigeno
Rebrotan del suelo y veo a lo lejos, unas franjas en medio de esta noche eterna.
Ríos de hilos rojos y anaranjados y un sonido tremendo de choque de elementos.
Chisporroteos y grandes truenos submarinos también se escuchan, solo que los rayos bajo
el mar, se deslizan mas tenue y lentamente que en aire del cielo, un aire y un cielo que ya
no recuerdo mas que en las palabras de sus nombres.
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