mas interno...


Me cuesta tanto hablarles a los demás, en mi mente todo esta claro pero mi voz a veces suena, diferente.

Uno busca la respuesta, la salvación, en otras personas.

Cantar el mantra impulsa el vientre, la felicidad tampoco tiene fondo.

La desgracia existencial, es que somos torturados constantemente; por unos u otros y en general, por nosotros mismos.

El despierto me atormenta, uno lo busca, lo encuentra y lo pierde.

¿Si después de tantos años, uno se mueve en el mismo lugar?, ¿estará enraizando?

Sexo yo pienso.

El sexo es todo lo que la imaginación puede darnos.

Las sociedades han reproducido todo tipo de fantasías sexuales, directas e indirectas. Nosotros los consumers, nos atenemos a inspirarnos en eso.

El fenómeno de la admiración y lo excitable, se trastoca desde lo adorable espiritual, hacia unos terrenos densos de lascivia y depravación hambrienta.

Como los humanos aprendemos, a ver y entenderlo todo. Pero en los terrenos de lo sexual, algo aun se nos escapa del control.

Y es que la intensidad del impulso, es fuerte en los cuerpos.

Existe una sensación aun mayor que esa, la depravación mental, la necesidad del peligro.

Ver, experimentar, las cosas mas duras, ser más terminante, radical, extremo, intenso y empujados al territorio del tabú. Produce ansiedad y hesitación.

Nuestra sociedad demasiado amplificada, ha generado un límite mortal del deseo. No existen límites.

¿Que es lo que nos excita entonces?

Cuando vemos cuerpos, en frotación, en movimiento, pero mas allá, queremos que ocurra lo inmanifestable.

Recurrimos al libertinaje mental, frente a unas cadenas de la realidad cotidiana.

La agresión de lo sexual, la agresión de lo corpóreo, el tiroteo y las palizas.

Los jadeos y la sensualidad, todos entremezclados en una emisión constante, de información audiovisual.

Mientras más libre este hombre atrapado, en sus ciudades y sus hogares.

Más recurre a lo extremo para sentirse poderoso o libertario, la ira se viste de placer.

Es como si el hombre primitivo, se rebelara ante los flashes del glamoroso, futuro tecnológico que nos ofrecen.

Las imágenes, las películas, la publicidad, la vida misma de unos seres enfrascados, en los códigos establecidos de vestir y mostrarse en público.

Tenemos una sexualidad condicionada, no es libre, pero casi como todo lo demás de nosotros, que esta moldeado también.

Las obsesiones se acumulan, las conductas van fallando el molde, estamos ante una sociedad en conflicto del deseo y su terror psicológico.

Sin embargo el código de sobrevivencia aun funciona, la mente controla todo y en el sexo, debería ser así también.

Pero no es la mente, sino lo que le mostramos a la mente, atravez de los sentidos.

De una u otra forma, condicionamos nuestro cerebro sexual con eso.

La sociedad en la publicidad y el arte, representa las emociones y las exaltaciones emocionales y hormonales del público, buscan lograr moldes perfectos del erotismo.

Crecemos con el control visual de lo externo, nos desarrollamos frente a muchos otros, que nos influyen con su existencia.

Volviendo a ser entrenados en los sentimientos, los sentimientos que tan fácilmente se nos diluyen.

Porque los sentimientos son de una materia mucho más sutil, rayando en lo invisible directamente, entonces, es bastante difícil formalizar una imagen indeterminada.

Podríamos hablar de frecuencias, esto seria correcto.

¿En que momento aprendemos sexualmente?

Cuando integramos esa información a nuestro actuar.

Cuando somos eso, el cerebro recolecta memoria pero lo que hace sentir, se va marcando en el cuerpo hormonal.

¿Existe lo correcto ante el sexo?

Solo si hablamos de relaciones, pero en lo personal es indeterminable.

El cerebelo exuda la necesidad de la excitación luminosa, como un adicto al crack; nuestro cerebro deja caer saliva, frente a una dosis de electromagnetismo adecuada.

Y llegamos a lo adecuado, sin embargo esto siempre se va disertando lejos.

Tal vez sea una respuesta el control del flujo sexual, pero la excitación se mantiene en el cuerpo, en la mente.

El cuerpo internamente consume su propia energía y entonces, el sexo seria una especie de regeneración de energía electromagnética humana.

El voyeurista se ancla a lo estratosférico, a lo inalcanzable.

El homosexual se encostra en lo anal y la sensación liberadora, de romper los límites sociales del género.

El fetichista se aliena en un aroma, una estela o brillo, un espía en lo dactilar.

El bisexual se acuerda de, pero mantiene apertura indeterminada constantemente.

El onanista se toca en su estado natural, reaccionando a lo lejos con el deseo, escudado en ciertas inseguridades del ser.

El violador se engulle en el daño y el perjuicio, como extraño deseo destructivo, la intensidad sensual del miedo y el control violento.

Y tantos otros variantes, el pedofilo, el zoofilico, el coprológico, el necrófilo, el casto anacoreta.

Los célibes, fieles constructores de su propia realidad, terminantes y concentrados.

El heterosexual, estrato uno de lo social, una imagen desvalorada en lo normal, la tendencia natural de la hembra y el macho, lo que realmente accede a la reproducción de la especie.

Por lo tanto, la reproducción entra aquí, no como lo responsable del impulso sexual.

Sino como el resultado medianamente conciente, de la procreación humana.

También existe el problema de la sobrepoblación, que es directamente relativo a lo sexual del ser humano.

Lo responsable, se convierte en nuestras obsesiones, nuestra mente imaginando, percibiendo sentidos.

Buscando la excitación.

Lo interesante del sexo es lo que ocurre cuando pensamos, lo que estamos sintiendo.

Sentimientos que son devoradores, algunas veces esclavizantes.

La consumación del deseo, la consumación de la semilla.

¿Como ser concluyente ante el sexo?

Con una gran cuajada.

Tal vez, si no buscamos la excitación, ella nos podría encontrar más fácilmente.

Pero eso el cerebro lo percibe como un gozo indeseable, como el concepto de lo limitado.

Vemos como nuestros deseo se han divinizado solos, lo que sea que interrogamos con nuestras ansias.

También se depravan, desean lo violento, lo agresivo de dominar el cuerpo de otro, golpearlo libremente.

Alcanzar un paso de divinización propia, es como si nos coaccionáramos en una sola idea, ser supremos.

Sentirnos poderosos ante la vida y la muerte, delirios realmente exagerados.

El sexo acaba de ser un sirviente, ante la bestia retorcida por la razón.

La bestia sexual es pura, si no se mezcla con influencias externas y esto, es virtualmente imposible.

Como resultado obtenemos, la expulsión del paraíso constantemente.

El sexo se convierte en el vehículo de ascensión también, en la materia del transito, hacia una realidad superior.

El sadismo, el masoquismo sexual.

La rotura del himen, como si fuera posible aferrarse a ciertas edades, ante la vida que todo lo arrasa.

La sexualidad dominada como una bestia que sufre, nuestras cadenas y amarras morales, sociales, culturales.

Vértigo

Solo tengo que volver a dejarlo todo, vaciar el cuenco, respirar en la tierra.

El sol brillando sobre mi cabeza, no sabía lo que vivía, cuando joven me sentía como el salvador del mundo.

El amor era dulce y brillaba en el cielo, las negativas sociales nunca me importaron, siempre seguí adelante con mis creencias.

Algunos dirían que no era más que un retozado, un flojo subterráneo o un inadaptado.

Y es que si es verdad, porque la vida no es perfecta ni normal, la que me toco vivir a mi.

Solo quería estar allí, únicamente ser.

La belleza de la luz, el brillo santo de un ideal.

Vivir los ideales es lo más grandioso, la caída molesta.

Mi cuerpo sano por la energía, por mi pureza.

La pureza tan anhelada, que perdimos con todo ese asunto de la guerra.

La muerte helada que acecha, siempre descuidada.

En aquellos días, tenía una misión clara en esta vida, creía el cuento.

La temprana decadencia, mino mis pensamientos al no poder controlar, los impulsos vitales.

Desde aquella tarde perfecta, afuera del salón de clases, con el humo de un porrito elevándose y entregándome al sentimiento intenso.

La vida es hermosa, es tan preciosa, el tiempo esta flotando allí, junto al horror, siempre el terror.

Tengo que sobreponerme al anhelo, a la melancolía, porque temo a mi cordura.

Pero es que cuando estamos aquí, en este mundo, realmente lo que queremos es la libertad.

Ingresar a un ciclo de amor y fuerza libre.

El sistema siempre nos aplasta y nos desnutre.

Mi sistema de resistencia, era fumando afuera en el patio, solo, escuchando y pensando.

Tanta gente quiere las cosas, las miles de cosas, pero nada de eso esta allí, cuando es necesario.

Solo lo radical, lo esencial y lo verdadero; no hay mas vueltas que darle al asunto.

Ahora escucho esa canción, una y otra vez, mi cuerpo un poco más viejo, mi alma aun mas golpeada.

Mis ojos cansados de ver el dolor, la esperanza es lo único que me aleja del desespero.

La conciencia es muy extraña, es como si fuera un elemento ajeno a nosotros, pero sin embargo siempre esta allí.

Acechando, intrigando.

Me he hecho mil veces las mismas preguntas y hasta, e llegado a pensar que no hay ni siquiera preguntas.

¿Porque siempre vuelven?, el dolor realmente es la inconsecuencia del ideal.

El hombre no puede liberarse, de la directa influencia que su accionar, conlleva en su alma.

Hoy vuelvo a invocar desde el corazón de un niño, a mis maestros sagrados, al poder inconmensurable de este infinito vacío.

Para que me de resistencias y este árbol, siga fluyendo y creciendo.

Siento la decadencia en mis huesos, de un mundo decadente, de una sensación insoportable de no haber salida.

Sin embargo e comenzado a vislumbrar, un camino de las vibraciones, el tiempo es vibración y nosotros estaremos allí, cuando queramos vibrar.

Al tener la incógnita en su memoria, el adepto es osado y esforzado en la esperanza; muchos perdieron la fe.

La verdadera fe, el no tener fortalezas, ante el miedo, el deseo, la ira, el apego.

Tantas cosas, el café y el cigarrillo, la música sacra o profana, los demás y el alimento, el aire y el calor, el lugar donde dejas tus zapatos.

Aquel rincón que se a vuelto amargo y sombrío, una sensación de derrota; sucumbiendo ante el poder del mal.

Estamos prensados en una forma de ser, como una impresión en papel grabado. Nuestras costumbres y lo que es mas fuerte aun, los recuerdos.

Porque son los recuerdos los pedazos, con los que tejemos el libro de esta vida.

El joven tonto, se distrae y le deja todo el trabajo al viejo aproblemado; no es hasta que ingresa el poderoso mental, sino hasta cuando el molde es resquebrajado.

Las calles mojadas, lloviendo y esa hermosa delfina, una ninfa celestial de la vida cotidiana, que inspiraba la vida misma.

El hombre que vive de sus pasiones, muere por ellas, siendo capaz de dejarlas, persiste en su amor puro.

Es un asunto bastante complejo, porque realmente el universo mágico, se mezcla con lo típico y lo ordinario, en la calle misma.

Sigo queriendo pensar, creer, en la fuerza vital de un pensamiento espiritual trascendente.

Recuperar la cofradía silenciosa del anonimato, la capacidad de pasear por debajo de los árboles y sus hojas secas.

Despidiendo el otoño y preparándome para el invierno, el momento de las transformaciones, el espacio de oblación coherente.

La emancipación del imperio de los sentidos.

Siempre fui un muchacho más bien, solitario, descuidado y algo pálido.

Tengo que aprender a quererte, a cuidarte y eso implica un sacrificio.

Pero cuando la gente es porfiada y miedosa, se siente obligado a seguir por los caminos; necesito escuchar tu voz.

Necesito escuchar tus rezos y esa hilera fina, del agua salada.

Ser niño es lo más puro y real que recuerdo haber sido, todo lo demás es un inmenso teatro, un hermoso y glorioso teatro, una función temporal con los demás como esencia.

Cuando tenemos función de amor y amistad, de fortaleza y avance a pesar del dolor, de la fuerza de la convicción; uno sabe distinguir entre lo que es sincero y lo que no.

Es duro ser persona ilustrada, ser persona de sentimientos profundos e insondables experiencias lívidas, del universo astral e imaginativo.

¿Aun no se claramente, que es lo que sostiene todo eso.

Son como los secretos de la noche, encerradas en la luna llena. Con sus recuerdos aun mas lejanos que los míos, con sus cartas amarillas y el olor a siglo pasado.

Y mas y mas tiempo atrás, así como abr de mucho mas hacia adelante, sin embargo existe la posibilidad, de que un estático perenne se mantenga, como estar en suspensión y las cortinas de la noche caen una tras otra.

Como quisiera saber, donde estas ahora.

Imaginaba...

Que volvieras y me hablaras al oído, me explicaras como es que es la cosa allá.

Si es que tenías razón, ahora que ya estarás hablando con rasputin y krishnamurti, con Jhon lennon o el che Guevara.

Pero...

¿Por que te lloramos?, ¿porque nos duele tanto?

¿Nos duele acaso recordarte?, saber que algún día moriremos también.

Nos recuerdas que estamos alquilados en estos trajes, que nos sostiene la existencia este armatoste viceral.

Es como si la vida misma se fuera destiñendo, enfriando, con los ojos que se quedan quietos, la mente extraviándose.

Solo nos queda verte en los pájaros de la costa, como aquellos que se adentran hacia el mar y no vuelven.

Tratar de seguirte la huella hasta un último muro, demasiado alto y ancho, una realidad tan dura como es la piedra.

Dura por que es desconsuelo, es un silencio incomodo, una voz inaudible que se mantiene murmurándonos aun, desde ningún lugar.

Giramos a verla, pero se apaga en lo imposible de lo real.

Nos recuerdas que tenemos que vivir, saborear y porfiar también, completar el ciclo.

Si ya no se lo que veo, ¿si es tu presencia o la ilusión?

Te tengo aun, fresco en la mente, en la sensación y la costumbre de imaginarte allí.

Y te lo agradezco...

Porque realmente me diste mucho amor, mucha risa y sabiduría; sentí una cercanía y una pureza impresionante en tus palabras.

Como un verdadero anacoreta, en el medio de este mundo intenso y decepcionante.

Como un monje despreocupado, tan libre y tan tranquilo allá sentado.

Sin esa endemoniada necesidad, de querer agradarle a todo el mundo, ha ni uno más de los que realmente importaba.

Y es que al no querer pretender, ya era como si en tus manos se alzara, el bastón mágico del poder.

Una fuerza suprema y dócil, como una verdad rotunda, sin imposiciones necesarias para ser entendida.

Una sola presencia legendaria, dejando constancia del amor al hombre libre y verdadero, porque hasta viejo buscaste y argumentaste.

Así fuera por la comedia, en donde los limites siempre se borran, cuando no nos tomamos las cosas demasiado en serio.

Algunos dirán que fue por aburrirse de pensar, de vivir o por llevar la contraria.

Todo esta en el mensaje, de tu vida y ese transito que es verdadero, valioso y único.

Lo más importante es, que siempre estuviste allí, presente hasta el final.

Con las ganas de seguir estando, con simpleza profunda y concreta locura.

Y ahora nos recuerdas que somos cada uno de nosotros, los actores directos de nuestra obra magna, la vida misma en acción.

Si hasta sentí que mi último abrazo carnal, te dolió y te sentí doblegado, porque siempre fuiste directo y claro ante las cosas.

Y hasta a la muerte la encaraste, con esa calma de lo que realmente no importa tanto, con la tranquilidad interiorizada. Y es que llego a pensar que ya lo sabias, pero ni siquiera eso fue suficiente, como para hacerte desesperar.

Y hasta el último instante vi en tus ojos, la chispa de una vibración y una sonrisa vaga, que ya era dulce en su tímida expresión.

Para mi ahora, algo es mas que seguro, me enseñaste que tardamos mas en vivir que en morir, mas en crecer que en decaer.

Tú ya habías llegado a las alturas encarnado en esta vida, ahora nosotros que tenemos que ser fuertes.

Y sobrevivirte aunque el silencio sea demasiado grande, contigo enterramos muchos días de nuestras vidas, dejamos correr del agua del corazón.

Para que se lleve por algunos instantes, la tristeza indiscreta de estas tintas que nos perduran.

Y una sonrisa dadaísta más, para la última foto.

Glándula.

La vida es sintomática, recuerda una prescripción rotunda, de lo que inyecta adrenalina.

Los depresivos naturales nos van dopando, abrimos los ojos demasiado tarde.

¿Donde esta la precisión?

Lo natural se ha integrado en los procesos filosóficos del hombre, una vez mas, nos retorcemos la mente con lo antiguo.

¿Es la muerte natural?

Nadie se da cuenta del verdadero significado, de lo que es natural. No la idea del cliché naturaleza ecológica, la forma en que nos apropiamos de los conceptos, de las ideas.

La naturalidad es lo que hace las cosas fluidas, da una idea de crecimiento, de avance y desarrollo.

Una fuerza demoledora que imprime, la realidad existencial.

Los sistemas biológicos, los fenómenos climáticos, las mareas lunares, son acciones del flujo y control de lo energético.

Mantienen circulando, mecanismos físicos de transformación real y habitualmente, son cíclicos.

La naturaleza es cíclica, pero no es cerrada, su forma se asemeja a una espiral.

El sentimiento de la decadencia y la ascensión, son las tendencias del círculo en espiral.

La naturaleza es lo que mantiene en movimiento entonces, gira el ruedo y eleva las velas.

Degrada y erosiona, amontona y transporta de un lado a otro.

Lo informe mantiene su hegemonía, por sobre lo que aparenta ser, las formas se borran lentamente.

La materia de lo natural, es como un camaleón energético.

El pensamiento natural, es el flujo continuo de influjos externos, de como van reformando constantemente, nuestro ideal de la vida.

La naturaleza nos obliga, a ser ilimitados.

Nos obliga a desligarse de una idea individual, porque en la naturaleza no existe, la propiedad de las formas.

Solo la subyugación ante los poderes evidentes, del impulso más fuerte y resistente.

La resistencia es un hecho del desarrollo natural, mejorando en los desafíos de la existencia.

Es difícil decir lo que es natural, cercano tal vez, a un concepto de virginidad ecológica.

Pero es que es más que eso, la naturaleza es la verdadera fuente y la matriz, de donde surgen todas las cosas.

Todos tenemos naturaleza en nuestro ser.

Muchos buscan las respuestas en ella, la naturaleza.

Y es que es realmente sana y verdadera, en comparación con la naturaleza tecnológica recreada por los humanos, en sus ciudades.

Pero ignoramos que venimos de ella, de la naturaleza, que por alguna razón, necesitamos dominarla.

Solo dominamos nuestra voluntad, mas que a lo natural. Tratamos de escapar del control tiránico de la naturaleza y sus fuerzas.

Las que nos aterraban y demolían, el fuego y los vientos, el frío y el calor, la tierra árida y la espina.

El fiero demonio bestial, la golpiza del macho y el sometimiento de las especies.

Nos refugiamos en las ciudades, solo para sufrir los peligros y las opresiones, de un nuevo enemigo.

Y al sufrir y sufrir, decidimos volver a ella, a la naturaleza.

Pero se nos olvido por que huimos de ella.

Y es que desde el momento en que desaparece la noción, de estar integrado, surge el terror y el control.

Errático

El pensamiento errático, es la idea que se disuelve y no vuelve a ser tangible nunca más.

Millones de frases, ideas y sentimientos que no tienen una forma fija, la memoria que falla y el cuerpo que no encuentra relaciones concretas, entre lo que siente y lo que piensa; la expresión se siente inútil.

Uno imagina los paraísos y los infiernos, cuando nada tiene sentido y nos tortura el limite de nuestras capacidades.

La mente intenta nómbralos pero se le olvidan, se le escapan, lo atormentan y los demás desconfían de uno.

Lo ven raro en esta sociedad, que tanto desea comprobar y asegurarlo todo.

Las voces suavizadas por la inocua esencia de un, vacío.

Lo que no tiene control, aterra y seduce al mismo tiempo.

La gente quiere claridad de los demás, lo exige pero al mismo tiempo, le temen al universo y a su desnudez mortal.

Las mejores ideas son las que se nos olvidan, un legado siniestro y confuso de lo que no tiene, la oportunidad de materializarse.

Nuestra mente de tensión hiper contemporánea, se angustia frente al poder de lo errático, de lo que no puede localizarse.

De lo que es demasiado libre en nuestra imaginación y escapa, incluso a ella.

Aquello que puede ser fruto de los excesos o los vicios, de la decadencia orgánica y neuronal experimentada, de las trabas emocionales adquiridas o de un simple olvido.

La atolondrada necesidad de comunicarse, ante un mundo demasiado formalizado, nos atropella en busca de la claridad y todo se vuelve indefinido.

¿Que era lo que te estaba diciendo?

¿Que es lo que iba a hacer yo?

Ese momento absoluto relleno de absurda belleza, como si fuéramos viajando en un tren vertiginoso que súbitamente, se quedo sin las vías y los rieles que conducen la lógica del ser, desaparecen.

Dejándonos flotando en el limbo indescriptible de lo incontrolable.

La mente demasiado veloz o demasiado lenta, ¿quien podría saberlo?

Tal vez sea la costumbre autómata, de actuar en un teatro demasiado pequeño dentro de un espacio muy grande.

La arrogancia del saber, con su peso invisible e inevitable.

La manía de alterarse los nervios, la viciosa intensidad del poder creativo atarantado y ansioso.

La neurosis del decir, del contar y del hablar.

Los músculos agotados, el temor a volverse la nada misma, a desaparecer y desintegrar todos nuestros sentidos, nuestras ideas y todo lo que tanto sentimos.

Es la intrascendencia que ataca y se impone, un voraz Leviatán de la fuerza mental, el que devora todo lo que algún día creímos que era seguro e inamovible.

El recuerdo existencial de que todo se zambulle y se ahoga, en la potencia inconsistente del silencio absoluto.

La clonación mental

Millares de neutritos que anidan bajo mis pestañas, se acercan al ojo y reciben la carga energética, del manto pesado de un nuevo ser alado.

Los cirios del alma encendida, revuelven el caldero angosto; la carne que chamusca en su pasión deslavada, el grito de un nuevo atlante.

Las palabras que empiezan por q, los abuelos que usurpan los suelos de la juventud desnutrida; olvidan que antes de que ellos fueran viejos; ya existían otros mas viejos.

El sueño americano se inunda de sentimientos desagradecidos, angustiados y poco concisos; somos títeres de un mal sueño.

Como si fuera un poeta reciente, la madre patria nos aconseja un paseo con la muerte; se encarga de almacenar los cadáveres podridos, que luchan bajo un cuerpo de la guerra.

Calma, suavidad y hermosura; el mar ardiente que relaja mis pensamientos, y estoy feliz.

La rueda del tiempo, con su brisa dorada; me integra y me hace un hombre libre; siento el poder de un anarkista inolvidable.

Todos ellos los que sufren, son sacados de mis pesadillas; atormentados por mi paz interna.

Conviviendo en la infamia, me acerco a degustar los mejores platos.

Sueño que duermo; me asiento en la playa y dejo que la desnudes me agrade; me siento indeterminado, poderoso y afortunado.

Una y otra vez, las cosas cambian y todo sigue igual; la tierra, el agua y los morteros.

La dulzura de un cariño y sus dientes pelados.

La boca amante que me traga entero.

Veo sus cabellos y el vestido de seda; su cuerpo inerte y la sonrisa pura, el pecho henchido de amor y deseo.

La leche fluye a raudales, destruyendo aquellos puentes oxidados, cortando las alambradas del imbecil ciego.

Su carne es limpia como la de un ángel trino, su dios y su gemela, son todo lo que quiero; me confundo y odio al mismo tiempo.

Mi cuerpo de tierra, crece como un gran centauro y recibe su herencia eterna; completa en la luna blanca.

Tomo tus manos y las abro, veo tus huesos y esas risas brillan; el cuarto se llena de alegría.

La televisión del altar familiar, se sonroja y no deja de atacar con sus plegarias, de una mórbida ilusión.

Soy un pato a la deriva, te convoco y tu sangre se acelera; sin los pies ni las manos, este espacio que se expande una vez más.

Mi cabeza resuena, con la luz serena; la visión de lo absoluto, salvó mi cuerpo y mi razón; vuelvo a emprender la carrera.

Todos ustedes, faisanes de cuello largo; se asemejan a un gran teatro de la tragedia y el llanto, que quieren ser dominados; apaleados y enseñados, guiados y sacrificados.

Cuando el ser supremo se asoma en la herrería, el ermitaño sale de su bosque encantado, el gallo engalanado se levanta en su plumaje y acierta el bardo, en su cantar.

Ilusiones del pasado, fantasmas del futuro incierto; destruyen la esencia de la vida misma.

Presionando mi huella aquí en la tierra, siento el cuerpo hambriento de locura y desnudez.

Y uno tras otro, ustedes van naciendo; concibiendo un mundo eterno, como un juego de niños lacios.

La fuerza del amor que os sostiene; la conciencia necesaria, cuando inútiles se entregan a la maquinaria bélica.

¿Por que me hiciste venir a este lugar?

¿Para ver la estupidez humana?

¿Para hacerme más fuerte?

¿Para orar por tus potencias y ajustarme al status quo?

Para sentarme en el trono de porcelana azul; meditar y aceptar que soy parte de tu inmensa realidad.

Para acabar con los enemigos, para integrarme a toda tu armadura resplandeciente; no necesito a ninguno de ellos.

Ninguno, cuando tengo el fuego del mismísimo corazón cósmico; aquí alerta y dentro mío.

El vicio

La esencia de los vicios del cuerpo, esta en la emocionalidad trastocada y su confusa represión del amor.

La consistencia del pensamiento ajeno, desnutre los trozos con los que estamos evolucionando; la inmaterialidad de la moral, como fenómeno fijo de acción social; nos destruye la determinación de un mundo coherente.

Los sistemas se degradan en diversos estados emocionales y contradictorios; la fantasmagoría de que estamos siendo “algo” concreto, decepciona la percepción interna.

El misterio de la unión social, nos lleva a entender la sociedad misma, como un momento ficticio e indestructible en la historia.

Tenemos que escapar a la realidad impuesta por nuestros propios métodos de percepción, las relaciones se convierten así en prisiones del alma y la capacidad creativa se agota.

Las drogas, los vicios; nos liberan de esta confusión moral; diluyen los limites de lo que debe ser, de lo que esta ocurriendo.

Cuando uno persiste en un círculo vicioso; es porque siente que aquella acción, nos aleja de la mente rígida que acostumbra a creer lo evidente.

Somos capaces de aterrorizar nuestra realidad cotidiana y el sistema de conducta de la normalidad.

Aparentemente; queremos ser normales pero en el fondo la tendencia contemporánea nos impulsa a volvernos algo diferente a todo lo demás.

La neurosis de la identificación existencial con el yo individual; nos hace buscar las formas de resistencia, frente a una tendencia social de homogenización de la actitud y la personalidad.

Existe una contradicción vital en el sentimiento de nuestra civilización capitalista y globalizada; la de que no podemos ser distintos, pero estamos presionados a destacar en lo social.

La mente comienza a gestar las formas de rebelión interna, para evitar caer en el dominio de los sentidos y las sugestiones ajenas a nuestra identidad pura; transformamos la reacción lucida, en sistema de acción extrema y destructiva.

Al destruirnos a nosotros mismos, de una u otra forma, estamos destruyendo lo que nos representa o en el extremo; nos intenta representar como una familia o nación, un sistema de gobierno o un estatus cultural, moral y económico.

Sigmania1

Vamos como espejos doblando las esquinas, trenzados en la imaginación del otro...

Susurrando placeres al oído y desapareciendo al instante, nuestro tiempo se acaba...

Pero nada de lo que haga la cabeza racional, influirá sobre lo que el animal puro habrá de realizar porque soy el coyote del desierto...

Estoy feliz como el cielo en la espera, lento e ingrávido y sin necesidad de luchar, exponer las fuerzas que no son más que imagen; los verdaderos giros divinos del sistema solar son realmente libres...

No pierdo la paciencia pero ingreso en los extraños terrenos de las voces, todos tienen miedo pero es más fuerte el que domina esas pasiones...

No esta bien adularse y aparentar que somos de un material duro e insensible, cuando la verdad se halla despierta y calurosa, latente aquí en mi pecho...

Pero la gente y las fauces del destierro y el despecho son atroces, la envidia y el deseo que destruyen y amenazan la perfecta nación de la tierra y el amor...

No están listos para el paraíso...y el dolor así prosigue;

Todo gira ante su rayo y nadie se atreve a tocarla en su centro, los que tocan son como luciérnagas heroicas que se funden en un nuevo orden del fuego sagrado...

Ellos necesitan de la ofrenda y la sensación, necesitan la iniciación...

Somos los hermanos de la orden sagrada de la piel desnuda y sus extrañas danzas, nos liberamos de nosotros mismos y del que tortura en un siniestro afán y adolorido, compañero que termina por cansar demasiado pronto...

Un cansancio del otro...

Porque nada se asemeja a este caótico estado supremo, la luminiscencia de las tinieblas y del que esta en contacto con el desamor y la sensación fría que nos queda; después de consumados todos estos festejos y ambiciones...

Abulia de la vida...

Sigmania2

Hoy el sol renace entre las nubes, en calma y tranquilo porque ya estoy solo; era inevitable.

Escapando de lo que se haya enterrado en el alma desde hace largo tiempo, zigzagueando por entre los demás errantes.

Trasteando ideas y pensamientos antiguos, anillando dedos de niñas hermosas.

Cortando cuellos de asesinos de la inocencia.

La violencia y el sexo se enfrentaron, todo encuentro es agresivo.

¿Quien hace y quien deshace?

No es para estar bien, es para estar vivo.

Así son las cosas del amor hoy día, incoherentes y vacías.

Y en mi sonrisa dorada, yo aprendo a odiar mejor al que hiere.

Veo su dolor profundo en la intención de hacer sufrir, tambien es presente en mi cuerpo porque puede tocarlo.

Y en su rabia es necesaria la reafirmación de que existe y es alguien.

¿Porque quien puede ser alguien sin ser nada?, y la nada esta hundida en tus ojos ardidos.

La lengua de lo que no es se descuelga por sus oídos y la boca decae en la niebla confusa, nada que decir...

Porque el monje esta quieto ahora, en su centro.

Por eso sonríe aunque ellos le griten, sufran y lloren, no pretende ser.

Mushotoku es mente sin intención y el ku es el vacío pleno.

Aprende a gozar su silencio y soledad, vaciando todas sus manos y dejando al mundo fluir ante su mirada.

De allí mismo es donde nacen todos los sueños, pesadillas y sucesos reales.

Sigmania3

En mi espacio estoy confinado, entre la espada y la pared; la espada de la mente y la pared de los sentidos.

Ambas son materias duras y aberrantes, requieren gran cantidad de energía pesada para su movimiento, pero son efectivas.

Ante mis ojos que son dos, otro resuelve el acertijo que era solo cuestión de tiempo.

Un tercero, la ecuación sucede.

Tengo ahora más ojos, son miles y desgarran toda la visión universal, ellos lo perciben todo.

Descubro que las cadenas no están afuera, no son su carne y la palabra, no son las ganas.

Es la acidez de su humanidad, es el odio ingrato de tener que pagar las heridas que otros le han hecho.

Todos somos clientes perdidos de esta maquinaria antisistema, perfectamente elaborada para simplemente no hacer nada.

Y en una vuelta evidente y revolucionaria, quiebro las correas que amarran mis manos.

Con mi cuerpo entierro la espada en la pared y absorbo toda su energía, quiebro el mango y dejo la pared demolida.

Solo queda un hombre desnudo en lo alto de una montaña y silba una melodiosa voz al viento.

Que se funde con el mar y las gaviotas que hacen de su corazón el suyo.

Podemos volar y entender por medio del pecho a la otra, no esta ni cerca del sentido de posesión y orgullo; se aleja y busca un mar sereno y la alborada de la playa.

Las cosas son así.

Paz y amor.

Sigmania4

E estado aprendiendo mucho en cuanto a los procesos del duelo, la mente se aquieta a un punto casi asfixiante, los movimientos se hacen mas graves y majestuosos; vivimos con toda la potencia de ser un animal que no sabe en donde esta parado.

Y encontramos la fuerza que nos mantiene vivos entonces, cuando estamos con alguien le damos, porque tenemos algo que dar y buscamos tambien.

Todas nuestras intenciones y esfuerzos se centran en eso.

Y allí estamos con el otro, pero cuando no hay nada más que dar o recibir;

¿Que se puede hacer?

Poco es lo que se piensa y dice en lo cierto del amor.

Yo pensaba que uno buscaba alguien para realizarse, pero ahora me doy cuenta de que uno busca alguien para reafirmarse a si mismo.

Y nada más que esto, es real.

Porque el amor no brota tan fácil de la intención y lo que tiene fuerza siempre nace débil.

La gente esta perdida, pero ellos tienen derecho al girar y girar hasta hacerse sangrar.

Tanto la mente como el corazón, son iguales y ambos quieren siempre tener la razón.

El cuerpo dice la verdad pero es el que menos escuchamos.

Dejo atrás la mente, dejo atrás el corazón, dejo atrás el cuerpo y renuncio a sentir la mitad de las cosas.

Que se haga lo que sea totalmente pleno.

Sigmania5

Y dejo caer una lágrima por tu sabor, tu dulzura y tu sonrisa.

How fast la melancolía nos atrapa y seduce.

Porque este estado que ambos experimentamos, nos es realmente nuevo.

Y es tan pérfidamente humano como bendito y desgraciado a la vez.

Pero ese sentir nunca tendrá comparación y será lo que fue, es y será por siempre.

A love supremo.

Y uno llora por eso en la vibración de lo sensible.

I’m a man, tengo sangre en mis venas tambien y en eso nos parecemos.

Mi voz no siempre fue fuerte, temblaba como una orilla de riachuelo en verano, cuando caminábamos desnudos por la montaña, juntos tú y yo; el macho y la hembra.

Tal vez un poco desfasados, algo inocentes y eso es lo que se nos quedo pegado aunque la vida nos de y nos de mas látigo.

Seguimos sensibles, flotando en las nubes, vibrando con la voz calida de un amor inesperado y nuestra piel a pesar del frío, resiste...

Abriga una nueva esperanza siempre al futuro, aunque ya hace tiempo sabemos que este no existe.

Recuerdo cuando era niño y no tenia miedo al amor, la vida era siempre brillante y hermosa a pesar de las tristezas, todo estaba un poco exagerado tal vez.

Y es por eso que las cosas llegan a su fin.

Cumplen sus ciclos, son racimos de uvas que caen de nuestra cosecha de la vida y como árboles nos brotamos.

Compartan sus frutos y en eso esta la clave del amor.

Que sean frutos dulces y no amargos...

La lengua lo pide.

Comentarios

Entradas populares