Conversaciones en torno a lo freak, lo diferente, lo chocante y lo normalista de lo entendido como (A)Normal"
¿La locura?, ¿de donde proviene?
Algún día lo has dicho y hecho por
voluntad propia y así escondes, escondes la intención real por la estrategia,
entonces no eres mejor que un animal o un microbio; ¿y quien te hizo perfección
de pureza?
Materia encarnada de ambición, deseo,
miedo, vanidades...
DESEO...
Y ahora, el momento ajeno del
POST-FESTUM; de orgasmo en donde todos somos, "lindos"...
Como perros hambrientos que se lanzan
a un mismo hueso, hueso que ríe de placer al ser visto como deseo...
Cuando el engaño del carrete termina,
nos sentimos bien a pesar de la decadencia y los excesos cometidos
¿Deviene el porque o solo es la
excusa?
Pues siempre existe una justificación
de nuestros impulsos, de que se me apago la tele
Que estaba curao, volao y me gano la
espalda;
Que fue una vez, solo una vez y en un
carrete...
Mentiras y espejos...
Todas son explicaciones-engaños de
una lógica sevillista a lo que es visto como lo más conveniente, en ese
momento; mentiras manteladas desde un preconsciente en el mejor de los
casos y así; uno se lava las manos como míster poncio, de todo aquello que
ha hecho en realidad
De lo que sospecha y se sabe, que ha
hecho de manera muy consciente, deseada y premeditada...
Y de lo que uno haya dicho, hecho
esto o aquello, de eso que se dijo e hizo por gusto o por circunstancia,
¿no es lo mismo?, ¿y que se aprende?, ¿que se observa?...
por las ganas, llevadas a la consumación
de algunas formas, no siempre acordes y consecuentes a nuestros principios,
discursos públicos y ahora bien; ¿será esta la traición del sentido
existencia?, o del valor yo creo, del acto moral de lo que se dice uno acomoda,
en lo que se predica, se desea y en el fondo, se hace, se concreta...
¿Y que ocurriría entonces?, ¿que
seria de nosotros?, ¿sin mediación del control o de las substancias de
"alteración" con nuestros cuerpos, deseos y voluntades?;
Nótese aquí el valor de esta palabra,
la "ALTERACIÓN", que es fundamentalmente la acción de convertirse en
un otro distinto;
Dejar de ser "este" yo por
un tiempo, un momento y convertirse así, en el otro que a uno lo horrenda o
excita, lo inquieta y desespera, le atrae o molesta, pues simplemente, nos
altera;
¿Pero que es ese yo inherente?;
¿existes como identidad fija?;
(Generalmente somos nosotros respecto
de algún otro que subsiste en nuestro interior y se refleja en lo externo o
viceversa); entonces, solo nos quedaría el acontecimiento y la
tensión del suceso
Pero mas allá del estimulo-efecto...
Más allá no hay mucho que hacer más
que, variar y así;
Se llega al punto eterno...
en donde de manera intima o publica,
uno se enfrenta a "eso", lo que falta al "ello" y le
estimula, ese impulso que se hace real en la trasgresión, en la acción fingida
o fluida, y en la represión o el orgasmo desatado...
Y es ese efecto, esa actitud, esa pulsión
tan dulce y acrida
Y es allí el umbral, del como se
llega a tocar un ser al fondo mas puro, de todo el discurso en donde se escuda
y aferra, se enclava para evadirse y lograr estrategias de sobrevivencia...
Entonces; la mayoría de los
personajes que se trabajan en nosotros ese sentido
Se trabajan mediados
Por los mismos medios de la esquizofrenia,
Y por las substancias
Las situaciones de lo que es visto
como lo mas lógico
Y de hecho es aquí, que hay que
incluir lo ideal de lo errático
Pero, algo siempre falta, un
fragmento que integra...
Para darle una mayor fuerza y
distancia, diferencia
Ya que trabajamos las raíces de
aquellos impulsos salvajes
A mi ver todo el trabajo creativo e
interpretativo
Se enriquece en potencia
Y para eso pienso ir
Hacia el allá del mas acá,
Así siento, pienso...
logro comprender y dimensionar lo que
me dices, de todas formas aun no he visto el guion, y claro confío en que va a
salir bien, pero si trabajamos el absurdo aparte de todo lo demás que dijimos
el otro día, ¿crees que los personajes tienen que partir de pulsiones puras y
pensadas?
Justamente pienso que no es como
definición
No como orden sino más bien, como
reflexión intrínseca del acto que veo
Y es que ese "taldismo"
exorbitado en lo "normal", de contraste mas que nada;
Parte de un choque muy fuerte entre
lógicas de una tensión, entre un racionalismo extremo y una emocionalidad
salvaje e indiscriminada
Son los puntos de quiebre, de fuga
Esas "emulaciones" sentidas
de los comunes por las de los retardados
De todos los distintos
Los idiotas
Sincronías de la esquizofrenia
vitalista
De alienados, podridos
Todo en el fondo no podría ser
Si no existe de fondo una visión
apolínea perfecta
En solo una palabra
NORMAL
Pero allí esta el conflicto
El interés
Y a su vez también
El peligro
El margen
Lo que choca no es tanto lo que hace
el personaje
Sino más bien con que se contrasta
allí en la identificación
Pensar de un loco en un asilo
No es lo mismo que un loco paseando
en el mall
O un freak en la blondie
No es lo mismo que ese freak en un
matrimonio judío en la dehesa
Entonces allí
¿Que es lo que cambia?
¿La identidad, el personaje?
¿O el contexto?
Y ese contexto; ¿es lógico?
¿Es realmente racional?
¿O más bien INTENCIONAL?
Y su actitud, o la nuestra a su vez
De donde proviene
De una acción lógica que es
comprendida como la mas lógica
O mas bien, de lo visto como lo
normal, ¿pero de donde se instaura ese efecto interpretativo?
El asunto esta en que hemos
fragmentado tanto la razón y la emoción en el cuerpo
Condicionándolas, confundiéndolas
como contrastes de lo visto como la belleza horrible de la lógica e ilógica
Y del error
De la verdad deseable
Pero...
¿Y que es el error entonces?
¿Que es el acierto?
En el acto fallido se podría decir
que el subconsciente se subleva a los requerimientos del superyó
Indicándole a su vez también, cual es
el sentido real del ser un yo en otros; y aquella acción de ese deseo que
detenta
¿Que busca obtener?
¿Realizar?
¿Y para que?
¿Porque SER así?
Es el sentido instaurado, un emblema
espiritual medido en la conciencia de lo hermoso y lo monstruoso...
El loco y el rey, la femme fatal, la
bruja y la princesa, la diosa
entonces llegamos al fundamento del
ser que nos hace ser pero que siempre, es y esta en el reflejo de un otro y
aquí esta la clave para entender el narcisismo actual de nuestras sociedades
que escapan, que se alejan de su propio horror en el terror del otro, del si
mismo; y en la subyugante necesidad de un estado embriagante y sexuado,
derivado siempre a lo mismo de lo mismo, el hastío, el cansancio de lo puro
hacia lo retorcido o del escape engaño de lo bello, de lo perfecto como el
elemento histórico de turno que refleja esa, perfección aestetica, distante
siempre de la idealidad física y espiritual...
Pero este fundamento siempre es
momentáneo y cambia
Salvo en el delirio místico
De aquello sublime o idealista
Y allí es donde esta justamente
La tensión que le da fuego al
personaje que se enfrenta
Y que en el fondo es
La identidad de aquello
De lo que le inspira de lo que le
impulsa de lo que hace que se haga a si mismo y también aquí, su cadena, su
esclavitud latente siempre en la referencia de otros, vistos como ideales,
masoquismo de la voluntad...
Yo creo que teniendo esto enganchado
Saboreado
El cuerpo actúa
Como rebeldía o más bien
reivindicación de naturaleza
Lo puro, es tan relativo es tan
incompleto
Más allá de las fronteras de lo
figurado mentalmente pero no podemos cerrar los ojos
A que es ello
Aquello lo que definitivamente
construye la realidad
Entonces ante eso
Nace la distancia en la pregunta de
la normalidad
De lo que aparenta o más bien,
interpreta un rol o un signo
Un enunciado de poder
De identidad
¿Quienes son los anormales entonces?
Y quienes son los que le interpretan
en sus cuerpos y en sus sentidos
Todo aquello que es comprendido como
lo sensible, en lo correcto y deseable a nivel "MODAL"...
Por todo esto es que más bien pienso,
ciento que el eje fundamental tiene que ver con la comparación constante
Ante el reflejo de lo terrible, lo
ridículo, de lo aberrante, de lo grotesco, de lo que es en el fondo un
pensamiento estético adentro, que promueve la construcción filosófica del otro
como un deseo o un asco, de nausea, rechazo o adoración y así, fundamentalmente
del yo mismo visto como un espejo del otro...
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