Sexismo y libertad de ocasión...
Lo grueso en la temática de la sexualidad, es lo que no se
desata como idea y propuesta, sino como prácticas de intensidad variable en los
pueblos y relaciones imperantes; otros dicen que su abstención es la mejor
lógica inteligente en cuanto a la búsqueda de tranquilidad e inmortalidad
espiritual, si, solo sí; la mente se entrena en su enfoque de energías limpias
y manifiestas, pero siempre de una forma satisfactoria y honesta, algo muy
parecido a la propuesta "aparte" del total libertinaje en donde todo
es posible y por ello, todo alcanzable y preferente, pero así; nuevamente los
estados de opuestos se coluden y enrostra en las capas del conflicto...
Luego aquí, entra la contrariedad del sentido en las lógicas
que lo ordenan todo como el encuentro, o en la transacción cultural mediada
según sea el caso, una transacción que no solo es cuerpos de
"moneda", también los hay de espacio, tiempo y ganas, de poderes e
influencias; de intereses nutridos de algo que se guían en sí mismo, bajo el
deseo en las conductas de los seres humanos, cuando son serviles a la propia
paradoja social de una identidad que logran, bajo un deseo de hacerse a un fin
preciso...
Cualquier transformación de energía a nivel sexual, y que no
llegue a la pureza de la creación por nuestra realidad en lo necesario, es solo
lo que ya es, no más que una idea sobrepuesta al fundamento emocional de
nuestra ansiedad de estar y ser entretenidos; ello nos mueve inevitablemente a
las perversiones e impotencias más violentas, a los estados de odio, de abuso y
olvido, de humillación y luego ruegos, y puesto que todos esos son preámbulos
de las mismas depresiones y desgracias, muchos viven decepcionados y aburridos
del todo y la nada en su excitación variable...
Sin embargo; lograr la unidad en la naturalidad de un acto
sin deseo o esfuerzo, ya es claro que es posible, y es la mayor fuerza del gozo
puro y duro en la intensidad manifiesta, pero lo haya en la constante que no
solo se integra, porque no es función lejana de esencia, ahora bien;
¿Para qué moldeo mi respuesta o actitud, frente al estímulo
de otra persona al levante?, y puesto que bien sea para adecuarse a la
estrategia de la misma persona, que como objetivo se presenta, o lo es para
indicar hacia un mejor desempeño de la actitud en la performance y el rito,
aquí en la era de la "empatía" y una cínica y clínica tolerancia
aparte...
Pura utilidad maquinal, maquillada de actos sensibles,
políticamente correctos del asunto real, que radica en el asombro genuino y si
estamos dispuestos, en algo más allá del mero gusto estético, pero sólo si en
ello me implicó a una idea o expectativa mayor de intenciones que todo lo
acorde, entonces; el poder del ritmo y la fuerza que impera en la balanza de
las necesidades decrecen, y el mundo aparece...
En pocas palabras; mientras más nos fijamos en la idea útil
del deseo expuesto como algo concreto, como la posibilidad del triunfo y lo que
en ello nos manifiesta, menos gozamos de las presencias y alcanzamos verdadero
y absoluto éxtasis, el sexo en su simplicidad técnica se encuentra hundido como
una pérdida, ya que es siempre en la mente anhelante algo mucho más complejo...
Pero hay una maravilla en el éxtasis que desaparece y se
aleja, se enajena poco a poco del mero gusto estético, y no hablo del rol como
lo que dirija el gusto estético, el gusto es como la puerta de entrada al
templo pero nunca el habitar completo, se hace una invitación que nos convence,
un signo de aprobación que seduce, pero en lo profundo y poderoso de la
experiencia del éxtasis, yace y late algo todavía común, pero aún, mucho más
poderoso e importante que la misma experiencia de atracción y encanto...
Tarde o temprano, el gusto estético en la relación decae y
se aburre, muchas veces se derrumba totalmente y desaparece, se derrumba en
todos los cánones mentales que ya están saciados del mismo gozo en su idea
expuesta, pero que no es sabio idear como la pérdida o la muerte, de nuestras
propias carencias...
Todos los fenómenos de identidad en la conciencia de
sexualidad, si lo hacen como apariencia y no entidad, se convierten en
propaganda cultural que engaña y obliga, ya que así; solo estaríamos actuando
muy torpe y cobardemente ante el verdadero estímulo del poder, como estado
absoluto en la cópula maestra...
Demasiada gente busca el perderse o encontrarse en ello, y
ambas vías son traición de altos vuelos en la potencia del cóndor digámoslo así,
ya que el cóndor posee a la cabra en la montaña, cuando esta no se haya atenta
y la despeña en los riscos de su propia hambre interna, algo que para otros
muchos, sigue siendo un momento de cacería de lado a lado, hombres y mujeres se
hacen irrelevantes, y así; se queda en la gráfica del cortejo y la guerra, algo
que se hace dulce por cortesía o más bien; por conveniencia, por la misma estrategia
política inherente a toda seducción...
Esta seducción se formaliza y despliega, como el fin de la
impresión que buscan, y alude al convencimiento hacia un entorno de la
doncella, (o el objeto que ahora último en los planes bastante cuestionables,
de la nueva tiranía del género, se impone como algo siempre neutro); algo que
anhelan ser, dejando de ser, dejando de serlo en la libertad cuestionable del
consumo y la apariencia, pero como piezas de aún mayores, y más terribles
condicionantes...
Entonces; no hay cambio alguno más que en la apariencia, la
variedad solo en la apertura de otras opciones bajo el mismo régimen de examen,
de otras posibilidades ampliadas bajo el requerimiento "discreto", y
según mercados nuevos del control y el consumo en manifiestos populares y
culturales, pero de algo que nunca implican un verdadero cambio significativo
en la grilla económica y política del mando en sí, como idea que no se toca; o
en la esencia del mismo proceso que se establece como la opción del orden, que
aun; cuando lo es novedoso, ello ya no es realmente diferente, y no será así,
ni doncella o esclavo el que se libera o adquieren, bajo varias artes de engaño
y seducción, porque siguen siendo así, en fundamentos, lo mismo que en realidad
buscaban todos de su propia fuente, solo un fin distante, sólo una contraparte
aislada en lo subjetivo, que ya hoy día, es cadena operante del convencimiento
a la otra parte...
Y ya que no es la misma "cosa" que anhelan lo que
obtienen, aun cuando lo tengan fácil y rápido, todo estos "clientes"
socializados mediante el pliegue a sus deseos, lo es; porque el deseo ansiado y
atrayente, se haya proyectado de otra parte en donde se distraen de lo más
importante...
Porque en realidad son sus propias fuerzas, las que en esos
deseos se juegan que anhelan y atraen, y que a veces logran y obtienen, porque
es donde se les demuestra y expresa en claridad, su propia fuerza en duda, y un
sentido de dignidad lograda entonces, de "visibilidad social", como
un efecto placentero de sus patéticas y anónimas existencias, ante el
reconocimiento de un mundo que se impone como deseable, y lo hacen, a toda
costa si es preciso y por instantes; como algo que obran para convencerse a sí
mismos de su propia capacidad de ser y estar aquí, participando en la libertad
y potencia de un mundo expuesto, pero expuesto como la zanahoria en la cara al
burro que tira del carro del verdadero jefe...
Pero como en la reacción a un estado de olvido y anonimato
en las masas, la misma enajenación del deseo material, ya es mucho más
atrayente e inquietante que la libertad como una evanescencia metafísica, la
libertad queda entonces, aún en la posibilidad del hacer, del tener y serlo
todo bajo ciertos riesgos y cumpliendo los "precios", por algo todavía
extrañado y aparte a la voluntad que ordenan en su propio anhelo, pero ello no
importa mientras nos distraigamos de lo que realmente importa y está pasando,
saber que algunos son el burro y otros la zanahoria, y porque evidentemente, el
capitán del carro no puede ni debe serlo el "todos", y así aparte, es
que ha sido y será siempre la misma "cosa"...
El sexo en las masas, es como un acto de estímulo al triunfo
en lo social, por proyección y el recuerdo, por venganza y momento inducido al
poder creído como algo ganado bajo estatuto de un éxito temporal, en la empresa
social, una justa revancha, y es; algo que supera a veces las propias
expectativas de lógica y mediocridad, o que los mantiene tranquilos y
uniformes, funcionales ante el mando de "adamantium", (la subliminalidad
del poder expuesto), cuando lo hacen así, fundidos como un límite en la
formulación de la misma relación de fuerzas, por esto es que ocurre la
impotencia o la banalidad del deseo y lo exagerado en los desbordes; pero que
como lo que le atrae tremendamente, lo es siempre como una promesa de éxito y
satisfacción que viene ante nuestras fuerzas como si fuera "de
afuera", ya convence y degrada la verdadera esencia...
Sublimar desde lo más profundo de su propia rabia,
indiferencia, tristeza o aburrimiento ante el abandono interno de un ideal que
se hace imposible, pero justificable ante la idea de ser como otra pieza más,
frente al mundo inmenso en su adelanto, y en los planes del orden, como un
momento de absoluto que se comparte, y el escenario de satisfacción primaria y
sustanciosa, siempre envuelta en discurso semántico y emanante de nuestras
propias ideas e impresiones del mundo y las fuentes del poder constante, como
algo afuera que se absorbe, como axioma que se impone en las masas, y en los hogares
de los lamentables ídolos de barro en nuestras cabezas...
Y como escape a ese escape, se habla ahora mucho del tantra
y de las nuevas libertades, ¿pero de algo nuevo bajo el sol que lo es,
realmente?, ¿o solo es nuevo cambio de máscara y disfraces?; ¿subsiste una
transformación real hacia la amable naturaleza?, ¿o es más bien, otra
naturalización de otras lógicas subsidiarias al verdadero centro del mando en
las semánticas culturales?, ¿cosas supuestas como absolutas e imperantes?,
¿pero no será más bien que una nueva rebeldía programada y ociosa?, ¿algo
seguro en la escena distante al futuro incierto?, ¿vivir como un todo ejecutivo
y obligado e obliterante, de la misma fuerza pura que yace y subsiste, sellada
en la naturaleza amante?
Yo no sé si sea realmente del caos o el orden que venga la
finalidad absoluta en nuestras mentes, pero de que vendría a ser predominio en
las destrezas, puede ser; veo a ambos lados sumidos en la propia literalidad y
desprecio indigno y aberrante ante el ocaso de sus recursos, y de sus propias
causas, agotadas por deseo o aversión en la misma línea de idiotez e
ignorancia...
De ello seduce, se dice y presume tanto, pero que
ambos quedan como otra opción de engaño y finanzas, la dialéctica que se niega
a evolucionar porque el tantra en sí, o todas las libertades sexuales
imaginables, no es que sean pieza intercambiable entre culturas o estados, que
se alejan como apariencia de su propio origen, de sus propias raíces...
Quedan nombres fijados, las horas y los conceptos de
"verdad" original, enclavados en la garantía de una correspondencia
obligada en la semejanza de lo puro, pero no es tal; no es más que propaganda
intencional y errante, algo de que hacer más tranza y ganancia, por esto es que
también lo es, perdido en la imposición del género y la cruzada estética de la
política, como algo netamente materialista y vanidoso de una
"libertad" visible, pero nunca ejecutable en su esencia; lo mismo que
actualmente apoya el nuevo abuso y degradación total, de una vida acorde a la
naturaleza honesta y más pura, de lo que yace aparte...
Ello no trata aquí de decidir lo que es, y lo que no es
correcto como opción mental, mental digo porque nada de lo sexual lo es, sin un
diagrama mental que le haga ser y obtener legalidad, un hecho aceptado al
convencimiento, y porque nadie, o muy pocos; van realmente hacia el móvil y el
deseo profundo que obliga e insiste en cualquier disposición de orden o
desorden en estas cosas, que es en lo que es proponer y establecer políticas
que se hagan públicas, o en los discursos del dominio psíquico en las culturas
de personas altamente impresionables y manipulables, y en tan gruesas capas de
potenciales consumidores y activadores, dispuestos a ser y hacer todo, para
convertirse en "novedosos" modernos, convertirse, siempre el
convertirse en otro u otra cosa, ¿y porque será eso?...
Por mientras; tranquilo y silencioso, el poder real del sexo
se mantiene incólume e invariable en las culturas y todas las eras del tiempo,
sigue siendo un dominio público y político efectivo, aun cuando se le cambien
las ropas y los pañales (las máscaras de estética), porque la configuración
usual ya huele mucho a mierda y lo demás; es simple y llanamente distracción
mental, "zanahoria" y variante en la distribución del plan cultural
que es lo necesario en la estrategia, de un orden criado para el consumo masivo
y la producción de identidades en pueblos sumisos y entrenables, tendencia de
entretención variable, más productos sí, pero cada día más caros y malos en su
escaparate, cantidad pero no calidad...
Ello no es sexo puro y natural, no es la experiencia intensa
honesta, ello es pura banalidad lógica y premeditada de consumo, algo
teledirigido en los encuentros, control de masas e indudablemente a honores
dados, un grandioso plan, bastante efectivo, astuto e inteligente...
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