Trascendiendo el engaño dialéctico del amor y el odio, en la duda y la convicción humana...


 A mi ver, seria muy efectivo e interesante el entender que en la percepción de cualquier hecho o situación de nuestras vidas y aun mas, en las dinámicas de nuestras relaciones humanas, el hecho de percatarse de que existe una diferencia importante entre el percibirlo e interpretarlo y en lo de reconocer, el verdadero valor, sentido, interés e intención que impulsan el carácter, la forma o la manera de relacionarnos con otras personas, nos permite comprender la causa mas pura, mas justa y esencial de este hecho social o situación emotiva, física, sexual e intelectual y aquí esta; la deducción mas fiel del sentido y de la verdad que subyace en ellas, las relaciones, (aun sabiendo que es bastante móvil en su estabilidad esta "verdad", pero tampoco imposible de reconocer a manera concreta o mas bien, pragmática su intención mas pura), y el reflexionar en  este origen del hecho mismo, permite comprender e identificar mejor, el valor, la intención y el sentido, el interés real de este hecho, de la razón sincera y el porque, de la existencia de esta relación.

 Por ejemplo; si X persona me ama, o me odia, le gusto o disgusto, (y esto se percibe o reconoce de alguna forma, en los hechos); y luego el asunto de descubrir mas allá de las mascaras, apariencias y las estrategias sociales, la razón o el estimulo leal y real que mueve ese sentimiento, del saber porque esta persona X me ama o me odia, le gusto o disgusto por tal o cual razón o emoción, es fundamental para establecerse en la inteligencia; (así se entiende el sentido mas fidedigno y la pertenencia verdadera, del origen de aquella emoción o idea);

 Comprender el origen real de la intención y el juicio que ocurre en esa persona X; es comprender, detectar y entender la emoción mas fiel del hecho mismo y si acaso, esto es corresponderse a descubrir también, lo que realmente existe en nosotros y en lo que somos o en algo que "es", que existe, en la manera de percibir e interpretar del otro y de nosotros mismos, con respecto a un otro; cuando se cree, se asume, que tenemos el poder de decir y reconocer; lo que somos y hacemos, lo que el otro es o hace; pero siempre tomando en cuenta esta  pregunta de; ¿que es lo que es agradable o desagradable?, ¿y según que o quien, este juicio es correcto?; he aquí la problemática del gusto...

 Por lo tanto, la objetividad en el amor y el odio, del gusto y disgusto en las relaciones humanas, es un parámetro altamente cuestionable en cuanto a su aparente absoluto, pues este es un fenómeno de apreciación, bastante relativo a la interpretación del valor en las cosas y las personas a nivel personal o influido, cuando no esta madura la persona y depende del juicio de una autoridad que acepta por sobre si misma, con poder de mando, sin embargo; en el juicio de una realidad concreta, confluye lo interesante, lo inteligente de a mi ver, asumir alegres el desafío a "estar mas vivos", frente a lo que realmente es y lo que no es, en nuestras relaciones humanas y aun mas; en reconocer el momento mismo en el que nos estamos, acercando y descubriendo mutuamente, reconociendo el uno al otro, y aun mas importante, el de tomar en cuenta el ser inteligentes y aun mas consecuente, coherentes; cuando nos estamos relacionando con personalidades bastante ambiguas, caprichosas, infantiles y altamente, distantes y fragmentadas...

"Magus Psi Observante"

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