Solo un momento en el todo...



Como un destierro e fragmentado el silencio en toda tu belleza, la que acontece ante mis ojos de acero, gélidos que desnudan tus bocas como una promesa, así me despliego ahora en la superficie que abres poco a poco, y es la lengua la que se descuelga ahora, a la espera de acceder a esta ansia incontrolable, la que tanto observas, cauta viajando en tus pasos, pero es solo un poco hacia la imagen que diluyes, como un reflejo lívido y fugaz, de algo que siempre falta para ser perfecta y antes de que llegues a dudarlo todo, a entender del poder que encierra esta inercia latente y viscosa, antes de que se apodere de todo tu cuerpo y la energía explote, pero antes de que yo lo haga, viene un amasijo de angustia y luego; un completo silencio de augurio en la semblanza del poder, y el placer, inagotables, como el tiempo que cae irremediable en la arena, que se derrama y persiste, que fustiga y cansa así como encanta, pues no termina; luego aun, vuelvo a remontarte en las cadencias, en las olas, los rizos de los cabellos que flotan por todo el lugar, y de todo lo que es cálido en el filo de esta espada cargada y eléctrica, la que se enciende al desfallecer hasta el doblez de las rodillas, y así pides, que las dobleguen con dulzura, y así caen, a la altura del cuerpo erguido y se entregan, frente a la presencia, como una desmayada ante el fuego henchido, de la sangre y la llama oscura cuando el dragón se inquieta y se hace inestable, ahora debo ser cauto, antes de ahogar toda esa tristeza en mis sentidos maestros, porque así como yo veo la herida, también veo lo que contiene y contenta, de todo lo que se ha vuelto un desierto, de olvido e indiferencia...

 Y se afirma en las costillas, toda esta energía que asfixia y retuerce el cuello que busca, de la forma mas sublime y pretenciosa el tesoro en la cuerda, así como te estiras, buscando en la oscuridad las respuestas que tocas, mas todavía no acabas, empieza hoy día la justa y precisa potencia a despertar recién, aquí en estos dedos que hacen la magia que se extiende y entienden en la ciencia y el arte, de toda extrañeza que revela el mundo y le hace así, como una tela elástica, esta es la carne que desgarra el alma y que se escapa en la crudeza asceptica, de todos los que miran y así tiemblan; queriendo llegar al punto, cuando efectuamos la danza de azufre al cadalso, y en la sentencia, vibra lo que goza de una placida entrada y salida en la angostura al corte; pues ya falta poco en la incandescencia al carmesí, ya viene el tornado que fluye en secreto, de lo que se agita en los nervios, cuando se incendian en la locura de las almas fustigadas, cuando suena el cuero y así se eleva, el placer del tormento, decae pero aun no termina, pues no lo merece, aunque lo pidan a gritos que se resuelva, porque esa fuerza que arrasa y monta como un potro negro, no para hasta que ya no sienta el clamor de tus ojos temerosos, tanto que insisto el vaivén del todo en el vacío y ahora, pide y adora el abismo se haga tu amante e intenso; es la cuna y descanso de todos los que ya se han hecho añicos, cenizas, desprecios del desborde y los castigos ciegos del mundo; ahora ya sabemos que es lo que hace el comando efectivo del ritmo y la intención correcta el orgasmo infinito; como el valor del manejo al poder y hacia la perfección del porque hacemos de esto, un gozo el augurio, el sentido que se desliga de toda lógica y que no alcanza a explicar, y aun queda mas lengua y cuello que jadea en la voz que se apaga de a poco, se arquea, cuando yo soy lo absoluto en ti, y así termina un relato impredecible en la sangre que agita y explota, que grita, que excita, libera, suspira, triunfa y sonríe placida, satisfecha, sensible y gustosa...

"Magus, Tensor del fuego interno"

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