Todo sucede, cuando el corazón es sincero y esta en el momento indicado...

wow violenta dulzura, en la operación del no y el si como un eje del conocimiento y poder que se revuelca en lo vital, la lealtad cuando se inquieta y es como un castigo ardiente, 

la libertad arrebatandole al insolente o indigno de sus gracias y bendiciones aquella su presencia, no estaré allí cuando tu quieras, estaré allí cuando ambos sea(mos) dignos, conscientes de saber quienes somos !!!!

y así una fuerza interna se desborda, de hombres, mujeres, reales, valientes, que rugen cariño entonces, de hacerse oír, conocer(se), respetar(se), como arriba es abajo, presenciar tal vez mas allá de aquella imagen evidente de estos, nuestros huesos, caderas, pieles, voces, pechos, lengua y rodillas, ojos, boca, cuello y cabellos, estando aquí para estar allá, como alma que anima y vive; pero no mas como objeto de un otro, entonces; 

¿cuerpos desatados?, ¿espíritus libres?, ¿de adoración, respeto?, reconocimiento espontaneo y sincero,

 ahora ya no hay pilleria o segunda intención en la comprensión del deseo, el orgullo, el conflicto y la unión, la satisfacción de estar, en la evolución del honor, de la dignidad tan hablada, del amor procreado y el saber inteligente, ¿en juicios?, ¿juegos?, la simpleza es belleza, eso lo verdadero, libre de la amenaza y la promesa, de un grito, un susurro, de caricia y desprecio, 

libre de todo engaño, manipulación, somos potencias, ¿amor?, sinceridad visible e invisible, del cuerpo que es visto fácilmente por los miles de ojos rondantes, ansiosos y atrapados en su hambre, de encontrarse a si mismos siempre en el otro, pero es el deseo, la duda, lo que ha dejado solos, dentro de un mundo que los hace grandes, pequeños según quien los mande u obedezca, esclavos de quien los acepte, pero se encuentra el otro en nosotros y la danza resuelve el dolor de lo distante, luego tal vez... 

¿compañeros, seductores, amigos verdaderos?; ¿quien lo sabría indicar?, nada mas que el corazón rojo que ambos comparten desde hace milenios, ese corazón que no se rompe, completo el corazón que esta hecho de aquellas sus dos partes, una que atrae y otra que expulsa y así nos limpia la sangre y mantiene libres, vivos, 

también es lo que hace a esta carne hermosa ante el terror o el amor, presente en todo aquello que no siempre se nota, de lo que se intuye, se inspira, dispone el silencio de lo real...