Todo orden tiende al colapso...
ser inteligente es comprender en la acción misma, que la fuerza, el amor, la fortuna y la sabiduría se convierten en aquello que las absorbe y contiene sin aturdirlas con la obsesión narcisista del control total, esto es en realidad un profundo terror a la muerte y por ende, un consecuente terror a la vida; cuando comulgan con la existencia de estos cuerpos estas fuerzas libres, radicales, mantienen su libertad reivindicando la libertad del sujeto que las experimenta; y así se realiza y trasciende esta vida en nuestros cuerpos, en este espacio físico, emocional, mental, sexual y espiritual que nos constituye como "algo o alguien"...
pero todo esto ya no es propio a menos que se asuma el significado de lo propio como una memoria de identificación para funcionar destacando, (sobreviviendo en la alteridad); de cualquier sistema social o estructura de organización cotidiana de los recursos-bienes-servicios, básicos y elementales que producimos, para "mantenernos en el existir" de estas, ¿nuestras?, vidas; entonces, quien ordena es quien controla...
aunque muera en el intento, el guerrero no le teme a la muerte, la respeta, honra y valora, aprende de ella la gran divinidad visible, quien ponga genero a la divinidad recurre a un gran error; sabemos que somos nosotros la potencia y es el tiempo y el espacio mismos la materia fundamental pero no la única, de nuestros sueños así como de nuestros huesos, carne, sangre e historia...
luego llega el comprehender sin necesidad de recurrir al control, que es una reafirmacion personal ante las propiedades, pero entenderlas mas como un efecto latente de un continuo transito de un cuerpo a otro, es realizar la transformación de la energía vital, saber que el desborde es parte de la naturaleza del trabajo y la acción vital, los planes mas bellos se ordenan por si mismos sin mayor pretensión intelectual...
son aquellas, las cosas fijadas por medio de la violencia y autoridad de ley, las que han construido a la propiedad como un dominio efectivo de un detentar tener poder por sobre algo o alguien y en ese haber se encuentra la razón fundamental de lo propio y lo ajeno, una distancia ontológica de la naturaleza al crear otra naturaleza, superpuesta en ella, el nacimiento de la pirámide y de todos los diseños de estructuras en el universo humano; esto es lo que hace de todo sistema, un orden arbitrario del recurso económico en toda organización teológica, política y cultural, siendo esto muy efectivo en cierto sentido, pero no resolutivo a lo que como existencia y presencia seguiremos siendo después de que se derrumben todos estos ordenes y estructuras...
por lo tanto, no hay mayor engaño e ilusión que la del ser humano que pretende "ser dueño" de aquellas las fuerzas y energías; fuerzas que en realidad son ellas como potencias elaboradas en nosotros mismos, las que realmente nos mantienen vivos aun mas allá de la muerte...
POR ESO TODO ORDEN TIENDE AL COLAPSO...
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