Con tu propia piel, tendrás que hacer sonar el Tambor de las Majestades -
Al momento de indicar que lo demoníaco y lo divino, de la intensidad del "tinte" y el límite es algo completamente ajeno y separado, de lo que es latente en lo primado por lo material, nace una duda que se envuelve en sumisión artificial; en realidad surge esta diferencia en la mente humana, como la capacidad del conformarse en un criterio que nos permite calzar en una "esquina" que abre al compás, y el péndulo de las estaciones...
Todas las experiencias, que en doctos maestros y comunes gentiles, se comprenden de lo que está dicho “aquí”, en lo que se trasmite y requiere de un “luego” para legislar; se adecua como el mandato tanto en los "ministerios" y en los "magisterios" de cualquier "cosa" elevada como civilización, o escuela de la doctrina mistérica, que pasa a la cualidad de un orden civil y operante en la circunferencia inaugurada por la cuadratura de un pueblo, una secta o una villa...
Estos son actos primordiales en la fundación de una raza pura, o en el Templo de las natividades celebradas que nos congregan en las realidades; entonces se constituyen como la comunidad libre en su fuero interno, viviendo bajo la cualidad principal de su Reino, que es la frontera que se hace ser para entender, como el primer pilar de la identidad y territorialidad genuina; como la fuerza viva de una Lanza implacable y muy efectiva, cuando la mano Aristócrata la detenta y domina...
Hasta aquí es la manifestación que requiere de una forma, para alcanzar su noble peso necesario, y que le permitirá subsistir y sostenerse en las mareas del tiempo erguido, como espacio de la nación designado, y una cualidad del "Yo" y "lo mío" en el equilibrio divino; estado y natividad del "Ser" que se permitirá de maniobrar y equilibrar, por la manifestación de la balanza humana y divina de su armonía...
Su consideración natural, se demuestra únicamente en lo que está pasando "ahí", que no es más que una reflexión personal necesaria del tiempo encarnado en la tierra y los mares, y en la afirmación de la propiedad justa y perecedera de una sinfonía, alejada de la enfermedad moderna, de la fragmentación cultural y existencial que existe y se vende ahora, como el "camino" de las utopías y estrellas...
Cientos que intentan ser como un ápice de la raíz, solo quedan en las hojas secas de sus propias ambiciones perdidas; ellos son los que sufren y emanan la hiel cuando se obsesionan, en las palabras de un maestro que ha muerto y ya está podrido en sus bocas, porque lo viven como el lamer la costra que el mismo veneno de sus tristezas y frustraciones, les dejo de migajas y un mal consuelo de la vanidad herida; se apegan a una bondad que solo era una necesidad tranzada, y en los juegos cortesanos del ombligo pintado se consienten y conforman, bajo el disfraz de grandeza que no tienen porque no lo quieren…
Muchos viven de esta necesidad para encuadrar, en lo que ni los limpia ni realiza en la vida, en la pobreza de una fantasía, donde los insectos de las pasiones que encienden en otros, son sus únicas maneras de sentirse agradados y queridos; toda esta maquinaria de la banalidad del espíritu evadido, es lo que en realidad le enferma, destruye y desespera, pero sí que saben fingir, porque así es como las arcas de sus falencias llenan...
Bueno es comprender, entonces; que así es como también se decantan las ideas cansadas hacia una respuesta exacta del porqué tiene que ser, de aquel "Deus del Lugar", en lo que se haya inscrito de la memoria, pero que en su mente actual se encuentra siempre como algo olvidado y escindido…
Lo es, porque han perdido el sentido del Norte en los caminos, que es la flecha invisible de su hogar que nutre a hasta la medula que sostiene la carne en la que viven; es la imagen del cielo que se haya ajeno en sus vidas, y es del mismo infierno tirante de la confusión que prenden en los vértigos, porque olvidaron al fuego que revuelve todo y los resucita como a un “niño”…
Luchan cuando se les escapan los bríos de la emoción, en locuras de la contención ególatra, como la fina y blanca arena del mar que se escapa de entre los dedos temblorosos, de quienes intentan siempre ser dueños y directores de la maravilla, sin lograr renunciar a sus propias traiciones…
Sombras de los fantasmas que envejecidos antes de tiempo, les susurran en la oreja y los atizan del temor a dejar de estar aquí, a dejar de ser relevantes o convertirse en algo invisible en las aceras de veras, y tal como inquietados y rencorosos muñecos del destino, que no cumplen ni culminan nada; lo intentar luego acaparar y esconden detrás, como el criminal que no aprende, pero que lo hace es solo para que el mundo los quiera y los mire, a ellos, no a lo que en realidad gira y enriquece al Destino…
Entonces, la Diosa furiosa viene y desenvaina la cimitarra, cortando cabezas y desmembrándolos con brutalidad consentida, en ríos de sangre preciosa y vertida; vuelven por los decursos de las esquinas de la pirámide truncada, ya extraviados de los sentidos para ser devorados por la Bestia Divina…
¿Tanto se olvidaron de respirar y sonreír?
Saber qué; siendo algo tan vago y nebuloso esta frecuencia del oficio de un Rey, con su Reina correspondiente en la Obra justa; es de entender, que por su voluntad derrumbaran la torre del poder que yace en las ropas de seda, y en los cruentos calabozos del imperio, que levantaron pero como no son de sangre pura se resisten a sostener, y que requieren de esclavizar a los verdaderos amos; levantado a indignos hacia la cima, y adorando las migajas y los cueros podridos que les tiran…
Sí, todo es sagrado para el TIRAMBAKAM ¡!!
Pero en lo que nace y le hace al Ser, como el verdadero Rex, consistorial de una inteligencia vibrante en la enunciación "secreta" del "Lux Ex Tenebris"; esto es lo que aquí es develado ahora a vuestras mercedes, y les digo; que se recuerda en los labios justos nuevamente una y otra vez, de hoy por noche y días la maravilla, sin escape de la posibilitada iniciación bajo la Araña "tendida"...
Manifestación que a la mayoría de las personas, que intentan comprender y ejercer el poder "parcelado" en su máscara de los ritos de umbrales, si están desajustados tendrán que sufrir hasta la orden máxima, ya que en los puentes mayores formados del sentir, con la verdadera "transitoriedad" del mundo y las "mercancías" y agasajos servidos; todavía no pueden gozar completamente de la “copula Divina”; esto existe desde y hacia una maravillosa influencia en la Danza y en la noción correcta de ajusticiar y equilibrar, la Unión Magnifica en todas las Batallas y Alianzas genuinas...
No terminen renunciando a reconocerlo como algo presente, lo absolutamente integrado en lo real, y absolutamente posible de observar y escuchar, y de realizar; en la “capsula” del aquí y ahora...
Entonces desenfunden las crías y los envoltorios, que es la frustración cognitiva y personal, lo que les ha hecho obligarse a creer que esta "Divinidad", sea declarada como algo imposible e intangible para los humildes “portadores"; con la materia que a partir de este límite a hecho Imperio, y en “lo propio” de la elaboración racional, equilibran los clamores…
Se hacen de ilusión como algo imposible para leudar y abarcar, de reconocer completamente "aquí", porque en realidad lo verdaderamente imposible de aceptar como tangible ahora, no es lo que ha hecho el diagrama de un cuerpo y la percepción del mismo que ya es “lo Divino”; sino que es producto del propio límite de la complejidad mental, con la que dicen ser que algo es posible o imposible porque lo ponderan…
El límite de las personas, sirve entonces para entender que si existamos y están, completamente presentes e integrados justo ahora, y así es como no es cierto que lo Divino sea algo imposible “aquí”, sino que lo imposible en realidad, es nuestra capacidad para entenderlo y asumirlo como una integración radical, desde y cuando estamos solos y somos acompañados; para vivirlo perfectamente como lo implicado e inmediato de lo que “estando todavía aquí”, es formulado y materializado...
“Naga Zero”
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