Mannerbund de Orión Manifiesto –
Nosotros debemos comprender, que las fuerzas contrarias al justo camino encarnado en la personalidad magnética, tomarían la mente y voces de los más tristes, débiles e ignorantes mentales y emocionales de nuestro entorno cercano, tratando de asustar, reprimir o doblegar el poder real de lo que ya somos, como un rayo inteligente, fulminante y divino…
En esos momentos, solo observa ese “asunto” y actúa, con fortaleza inmediata y espontánea, comprendiendo que es de esa voluntad doblegada por sus flaquezas internas, poseída por los vahos cobardes e indignos efluvios que tiemblan de pavor por la causa de tus determinaciones, rotundas y ancestrales, de hacer justicia porque comprendes la rueda del giro, del equilibrio siempre correcto y necesario en tu mando generado…
Ríete del diablo preocupado que ya ven que eres, y azota con fuerza el látigo de la mano inherente que activa y guía, que sostiene vara y columna vertebral de la realidad lograda, por la inspiración de un fuego iniciático y gran maestro de facultades y en las huellas trazadas…
No dudes nunca de sacudirte con prisa, agresividad y destreza, pero a cabal totalidad, todas las venenosas seducciones e influencias torpes que nos acongojan y alteran, con tu noble y valor radical del destino...
Recuerda, nosotros somos todo el peso de esta tierra, la fragancia libada en el fuego de lo que se quema, limpieza efervescente al agua siempre fresca equilibrada, y el sonido eléctrico del aire que expande y hace al valle y la cima una espada fija de honores templada…
Pura es tuya y es la clave, seda y la seña invisible en el tejido organizado, que hablando en secreto a umbrales, coordina la acción del príncipe y el mendigo; dono en la emperatriz del silencio el beso y martillo de los dioses, que ante el profundo oscuro ingrávido se inclinan, como todos los hombres y mujeres que saben y gozan de sus bondades y horrores...
Supura fuera la ambigüedad capciosa, porque ya conoces la interpretación de lo ambivalente en las muertes y en las vidas que llevan, como dato y claros de luna en los bosques, y en las sonrisas embriagadas del genio en las veredas…
Recalcitra el carácter de la ilusión, en cuerpo y alma que es tiempo, y en el ciclo dinámico del sol con la danza de tensiones por sobre la lluvia y las guerras, pero que de la “vera” guerra te hablamos, y no del combate insípido en los trajes esclavos, mismos que hoy día llevan de uniforme almidonado como un disfraz critico; los vanos pobres y aducidos que incapacitados de lado a lado, deambulan en las facultades…
Nosotros te hablamos de la disciplina informal, del poder transformador ritual entre humanos cruzados por los animales, titanes e indicados; nosotros solo te hablamos de esa contienda hermosa y precisa, que lleva justo y raudo, directo al cadalso al peor enemigo de los premeditados...
Empuñando el único credo y relato autentico que hoy día nos queda, el de la indiferencia cristalina y nutritiva en las visiones, sin perder los hilos ni ánimos, ni las sonrisas del motivo augurado en las acciones, porque ya existimos, ya existimos...
Porque ya existimos…
“Naga Zero”
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