Algo sobre los secretos derivados de Ur –

Yo percibo ahora, meditemos:

¿Será cierto que en la inteligencia de una flexibilidad constante y sublime?, ¿no solo es del cuerpo lo que entrenamos por ella, sino que también; con las nuestras emociones y las de los demás que rodean?

¿Y que al comprender de esta máxima operación, la tensión psíquica que deriva de aquello como el conocimiento activo; la vivencia de un yo se adecua en la misma energía que expande y contrae, como la voluntad de influencia armónica en las formas que respiran?

Por sobre todo lo que han llamado la mente algunos, nosotros nos volvemos más resistentes al recordar ser dinámicos, para adecuarnos con sabiduría; pero que no solo es por lo físico de aquellas manifestaciones, sino que también se logra en todo lo que se integra de la experiencia vital y orgánica de un ser concretado, de un algo en alguien percibido en lo particular de esta vida, el nosotros sin perder contacto directo en la maravilla...

Que no me refiero yo a la idea de ese "alguien" que expresamos, para conformarnos con una idea, ni de como el triunfo o el fracaso simplemente actúan, en lo "hacia afuera" del giro excéntrico de las facultades; sino que como indagados de la fortaleza elástica que forja a la carne y el llamado espíritu, en donde este ahora nos concentramos...

Vivir como la justa urdimbre del estado unificado, entre el cielo y la tierra, para quien su umbral de equilibrio sostiene, que aún mas con ello dinamiza el flujo hacia el péndulo de una sabiduría precisa en el mando y el método adecuado, de la inherente confianza que se logra en las circunstancias y esquemas del mundo alcanzado...

¿Es la flexibilidad perfecta entonces, un poder o una maniobra exacta de armonía?, ¿y que implica cuando la capacidad del trascender por los ciclos de nuestras propias realidades, te hace insistir sin quebrantar la naturaleza "oculta" del potencial orgánico?

Lograr vencer lo tangible de la identidad, y en la posibilidad del cambio no perder los hilos que enhebran la vida; ejecutando la obra desde un aliento invisible a ojos meramente racionales, pero que sin apuros ni retrasos forzados lo hacemos…

Incluso en la paradoja de lo inesperado, esto yace como probado y se hace inteligente a la manera correcta de lo espontaneo; porque ya sentimos que actuamos con la seguridad neutra de una profundidad oceánica, de un proceso molecular e inerte en la cualidad de toda cosa y consciencia que se da cuenta, de ser como un tejido y estar animada...

Se alcanza lo que ya no es ninguna meto u objetivo, por la noble alteridad trascendente a una dualidad mediata en su ejecución, de los niveles primarios forjados como un completo y justo reinado...

Así es como no es del conquistar los limites imperantes, que actúan los nobles y poderosos (Dingir), los "eternos sabios" por lo efímero de las circunstancias, porque los cualificamos; sino porque alcanzar las nubes del silencio para entender todas nuestras verdades contrastadas, todas las facultades y habilidades demostradas, por las que rotamos en flujos de contracción y expansión de fuerzas todavía increíbles a ojos convencionales, que hacia un punto axial siempre giran en la eternidad dinámica que se escapa de las atracciones...

El valor del tiempo es un todo absoluto y "oscuro", (de azabache o verdeado), titán cuando se establece como un lugar determinado, y un momento exacto es la frecuencia que nos recuerda la elasticidad nivelada, de lo que anida y se esgrima como agua lívida y brotada; hasta en la piedra más dura o el rígido y metálico acero forjado...

"Naga Zero"