Rey Naga antediluviano; o el mensaje oscuro del sembrador de umbrales -

La historia es la conciencia de fuerza en los humanos, en revelaciones de sus propios hitos condicionantes y horrores más significativos, por referencia en ella que existen del relato elaborado, (sea en topográfico, Pictográfico, oral y escrito o "telepatizado"); y que se establecen como la inducción sensual de sus propias imágenes "creadas", bajo los guiones del pensamiento forjado, (pero que realidad no es por "creación" que ocurren, sino por "organización" de estructuras y esquemas), que a partir de lo que ya existe, lo hacen ser verdadero, y le presentan como ideas de planos y esquemas comprobados del sistema relacional de entidades y elementarios; ya que se usufructúa del poder de expresión de estos ordenes ya intencionados, por la "anterioridad" exterior de su propia experiencia observada en la cualidad del sentido interno y en los valores que son de aquí "agregados", generados... 

Saber del significante hacia los otros puntos del cubo, que ahí se "ordenan", es la genuina aceptación de lo que se hace y dice, de lo que se hizo y dijo; de lo que puede ser y hacer con ley formada, y en la transitoriedad del desafío que doblega la satisfacción del "como" en lo que se hace y dice, sin tiempo o espacio identificado... 

Su intención no es más que una paradoja en los Destinos, y una manera eterna de "hacer presente" lo que en realidad, le "ha pasado" y que "puede pasar" por ello; vibrando en la insistencia de las costumbres y en los valores... 

Pero cuando hay una decisión "perfectamente" integrada, vuelve el ser lógico onírico a la expresión como un potencial ctónico y el nodo de indicaciones, se resuelve en la estabilidad lograda del relato que no cambia por la existencia, sino más bien; por la claridad de una intuición bien "proyectada", y en los lenguajes varios que se organiza como la entidad forjada... 

Maestrear la institución es del germen tardío en su anunciación, cuando esta y es desflorada, por la mentalidad que absorbe y es permeable a la materialidad, y en la intensidad que se pliega y despliega reinan en la llamada energía, por lo que genera la realidad como algo identificado y logrado, pero que en la maravilla del "tal cual", muchos se olvidan de lo absoluto e indomable, que es solo un complejo intenso y divino de independencia alcanzada… 

Más allá del primer Demonio, sonrío en los placeres descarnados... 

¿Nosotros somos la historia?, ¿o la historia es nosotros? 

Unos ven al espejo, y otros son del reflejo, pero ninguno es genuino en la certeza de haber doblegado el plano de la emergencia del horizonte que constituye, la unión de tres "condensados"... 

Esto es lo que necesita la tierra, para ser arada...