Bardo del colmillo fino -
Esto es lo que destruye al débil, remueve el mundo al cuerpo
entero y fortalece un corazón herido; nos levantamos sin direcciones, no es el
caos, no es el orden lo que augura la lengua ofídica...
Nuestra sangre es el latido, y el latido es la entraña de la
mañana en la tierra, muchos quedan colgados de este Árbol dorado...
Que no es por tener del color, es la humedad que actúa como
excipiente al poder que tiñe en todas y cada una de las transformaciones, por
ello el rayo cruza inmediato en los mares...
Nuestra integridad sobrevive a la tumba y el olvido, corre
el barco secreto hacia los hielos, se nutre de la visión del guía, pero no es
el guía el que guía, esto es la naturaleza ungida, refleja a los que se sienten
lejos, y proyecta a los que piensan que están cerca...
Tu solo relaja los hombros, y cierra los ojos cuando el
fragor se acuerda en los labios, por lo que excita y confluye como la marea que
barre a todo engaño, la humanidad sea hundida...
Quien teme a la muerte se niega a la vida, yo me alimento de
humanos como de ensueños, soy lo que no deben nombrar por ningún motivo, y sin
embargo; mi dulzura y fortuna es sosegada y cuidadosa con el Mago de noche y
escamas...
¿Quién viene primero?
La partida del juego no es más que un campo envuelto en
llamas, que lo hemos visto y nos desplazamos, de espacio a espacio, liderando
triángulos y forjando espadas, nuevamente la paradoja es servida...
Estamos los dioses sin sentido, las marcas de las bestias y
los augurios de todas las razones, que no hay noche tras día, que no hayamos
dado en tus pasos las huellas, y esto retumba porque la Majestad es simple como
las cenizas desenvolviendo el fulgor del río...
Hay algo abajo que repta y drena, no es lo bueno, no es lo
malo, es lo que toca en las venas de la savia en los templos del Viridio, de
ahí la vida aparece y desaparece en los anillos vibrantes de la Corona, lo
"esto" en llegada del cielo, del centro al fuego negro en donde todos
ruegan y uno solo sonríe, lo he dicho del cosmos lenguado, mi"antediluvian
form" se vio afectada en la nieve de las cumbres de la sinuosa cordillera,
resquebrajando el huevo, gritando el mismo miedo correrá despavorido...
El Cóndor sabe, hay calma en las praderas, los pueblos
nuevos fructificaran sembrados de inteligencias y armonía...
Nace la flor que gira...
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