Del amor a lo bello...

Sobre el odio a lo bello, diría yo, que es mas que nada una reacción de impotencia y/o envidia, en personas profundamente agotadas y resquebrajadas que no han podido o querido atreverse a reconocer su propia responsabilidad en las posibilidades y situaciones existenciales de un vivir la experiencia amable... 

Ello es solo una reacción de quienes no son capaces de reconocerse a si mismos, en la incandescencia integral de una belleza natural genuina, de un ser la virtud lograda y encarnada sin sobre-esfuerzos mecánicos, o indulgencia cómoda del capricho en la torpe y aburrida obligación y abulia, de un engaño estético en la moral que no es tal... 

No, la belleza de la que hablamos los notables, es la de un vivir mucho mas allá de la parafernalia hipócrita y emberrinchada de quienes destruyen los reflejos de lo natural, como enajenados mesiánicos y desesperados mentales, actuando así; por mera influencia ajena y nociva que los fragmenta y enferma a diario, de un vivir por frustración y degeneración interna...

Lo bello es lo fluido en nuestra propia capacidad de ser naturaleza pura ya encarnada, no es una formalidad de moda, o esquemas implantados como estrategia económica...

La Belleza es nobleza y gracia divina, honesta, espontanea y no forzada, son actos de un vivir sin conflictos ni escapes metafísicos o mundanos, porque no admite separación y no busca vencer al mundo ni al otro...

La Belleza es la Obra alcanzada, sin finales, ni meta ni objetivo que desplace a la misma experiencia de un presenciarse ya enamorados, de la naturaleza pura y concreta que somos cuando estamos por justicia innata equilibrados...