Quien dice siempre amar a todos, realmente no ama nunca a ninguno !!!


Su afecto vive condicionado en la estrategia a un protocolo o cortesía universal, de un capricho que busca mas bien hacer triunfar sonrisas del propio brillo e interés, poblando el deseo escondido de una mascara de agrado y cariño hacia todos, los demás, en una nada abstracta; de los otros que al ser "todos", se hacen fácilmente un ninguno...

Fácil maquillan la cascara de un bello egoísmo y vanidad, disfrazando de afecto altruista e humildad, la predica universal, que no es tal, ya que ese "amor" indiferenciado y general; solo es trampa al cinismo y la perversión lógica de un valor narciso exigido a ser contacto social...

Lo que anhela en realidad, ya es bien gozar de un lujo a estatus, o una fama cómoda entre humanos esclavos del capricho individual, justificando ese afecto propio, en la declaración de un todo fácil; de algo mas que ajeno y distante a un querer o un poder real, total y eterno en lo particular...

Y allí viven plasmadas las dependencia de trampas sagradas, como costras de un silencio místico de postal, entre promesas e insistencias de amor absoluto,  que se hacen resultados superficiales, banales y ambiguos frente al mundo que influye en la acción del uno en la necesidad, donde se esconde el negocio de la vanidad complaciente; las que nunca llega a expresar o entregar con fuerza a una obra de unión poderosa, digna o que perdure y se haga una historia de amor, valor e inteligencia integral...

No decide nunca entre opción y opción, duda y acomete a engaño constante y si lo hace, la elección de su amor sera siempre por conveniencia o subyugada decisión; su determinación siempre se hace ambigua, pasajera, así como para no perder la oportunidad que se expresa y presenta, siempre en mascara extraña y seductora, pero su intención ya es vacía o traicionera en su emoción, aquella persona no se compromete nunca con algo mas allá de sus caprichos, ni es profunda en su intensión en cuanto a establecer unión real, con nada ni con nadie mas, que su propia mentira de amor universal, la que en el fondo es; mi deseo y complacencia personal...

Paradojicamente, aquí el problema no es que haya que ser bueno o malo con todos, ni amar u odiar, no hay distancia entre esos polos llamados opuestos para el despierto, lo que ocurre es que en la hipocresía es donde esconden los engaños, que se hace a si misma esa persona, llevando de arrastre, a esos, todos, "los demás"; pero atrapa en sus redes solo a incautos, débiles y enfermos, no a los fuertes, los sabios reales, e inteligentes; al fondo desea esos poderes, pero no los logra porque justamente, no se atreve a discriminar, definir, declarar mas allá, de un juego vano propio de su edad, su época, su cárcel platónica mental y espiritual...

"Manifiesta el tridente"

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares