Mas allá del bla bla bla...



“No estoy enojado porque me mentiste. Estoy enojado porque de ahora en adelante no podré creer en ti”.



El dios que ha muerto, deriva como entendimiento presente desde el concepto Got alemán, del Good angloparlante, y del bueno en castellano para "lograr" la formación hermenéutica absoluta, del llamado significante "dios", GOD en la vida y conciencia de realidad humana...

Interesante como toma el sentido de la relación entonces, entre lo llamado bueno y el bienestar, así como lo indicado como malo y el malestar, desde una evidente fuente critica de la explicación kantiana en su libro, critica a la razón practica al respecto; es allí en donde se establece una distinción fundamental entre uno y otro termino, para entender "correctamente" el proceso de determinación del concepto divino, en su acción moral, tanto como fenómeno psíquico y natural de percepción y entendimiento, (naturalizado en esencia); de representación (en cuanto a hermenéutica) y luego, en su consiguiente aplicación simultanea de acción bajo la orden...

En la determinación como flujo y origen de la voluntad, y en la creación misma del destino sobre este axioma fijo como categorías formales de dios, y el diablo entonces también, lo bueno y lo malo extrapolados, creando fragmentación vital...

Son reflexiones necesarias y acordes a esta dinámica de entendimiento e identificación formal, conceptual de un sentido de la existencia; pero luego al confundir lo llamado bueno (como sentido ideal platónico), con el bienestar (como evento o emergencia temporal en la vida social-personal), o el mal con el malestar; (momento filosófico según algunos, político para otros, histórico y/o genealógico y conjunto para un resto), se construye el engaño existencial... 

De esta forma es como se forja el ídolo que Friedrich declara y logra devastar; sea un buen punto a tomar en cuenta en todo esto, justamente la intermisión que hizo respecto a esta confusión general del mismo termino absoluto de dios, con lo contextual o contingente de la propia experiencia vital relativa y posteriormente, subjetiva en el lenguaje "moderno"; pero esta tensión ya no es percibida como divina, tanto como trascendente, sino mas bien esquemática a una realidad tangible y acorde a un plan; donde las personas concretan la "integración" o distancia de ese llamado dios, con eventos esencialmente afortunados o infortunados en sus vidas, relativas del bienestar o el malestar en su explicación formal, de entendimiento y lógica del destino dentro de un sistema socio-cultural dado; lo que también dio paso a la reflexión marxista de que fuera este mismo dios, lo que se convertía en el opio del pueblo...

No tanto en el opio como escape, sino como explicación coherente del porque ciertos eventos, bien sea acordes a un bienestar o un malestar adquirido, vivido, gozado o padecido en las personas, estaban o no justificados como providencia o castigo divino, como orden de un destino irrevocable e irreversible; el cristianismo en si mismo, se aplica mucho desde un diagrama semántico y ontológico al termino de la comprensión activa de la voluntad de esta forma, mediante pasión trágica...

No olvidemos que la conceptualización de lo ontológico clásico, no se refiere al ser en si, sino mas bien al sentido del ser en su conjunto, o al deber del ser como elemento, dentro de un sistema organizado social, (punto aparte para entender en potencia al anarquismo); al sentido del ser en cuanto a términos de adapatación integrada a un diagrama, material pero trascendente a su propia individualidad pura en contextos de colectividad...

Punto complejo, en lo que en parte a mi ver, sigue siendo una paradoja de lo ideal-real, pues si bien lo exterioriza al sujeto desde un si mismo, a la vez lo integra como un sentido universal, dándole coherencia a esta "propia" existencia en lo que esta allá afuera, como relación política; por lo tanto el ente en si entonces, de esta forma no es capaz de hacerse algo fundado en la unidad, el ente no es lo uno...

Heidegger viene a considerar esta diferencia de la ontología clásica, y otros lo asumen como el sustrato de aplicación de una voluntad forjada en la unidad, renovada como espíritu y fenómeno de acción sobre estos "eventos" del destino mismo; surge el existencialismo con o sin sentido, en cuanto a la misma dinámica de comprensión del bienestar y el malestar que se dislocan, se separan del concepto fijo como institucionalidad descrita en la identificación del signo, derivada en la representativa y recurrente idea/imagen del bien y el mal ontológico, declarado en la cristiandad y en la sociedad actual; pero ya no como algo fijo en la explicación del destino, (y por esto mismo es que se indica y vive, como un "mas allá del bien y el mal")... 

Lo que muere es la misma ficción concreta de un sentido universal, perdido en el símbolo unitario de un espejismo, bajo apariencia de imagen y el significado extrapolado de su propia experiencia directa, aparentemente como medida de control/comunicación global; como estandarte de orden y del sentido ontológico que indica y define, la vida y muerte como destino, en los seres presentes y ausentes...

Algo aislado y añejo en la ilusión de una "pasión", recurre a la cínica e instrumental guía de las voluntades mas débiles, de los siervos y cortesanas de un estatus siempre actual, bajo promesa de la eternidad; y aun cuando se aparenten como distantes e inteligentes, solo existen como complementos y accesorios de una y otra cosa, acorde a interés relativo de un poder central que no aparece por ningún lugar, pero que se representa en personalidad, mas nunca es lo real y mucho menos, es la Ley Natural entre otras cosas, y ese "dios", es lo que efectivamente ya esta muerto...

"Procesos de influencia"


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