La musa es la verdad que no necesita o ambiciona...
Esta idea de la mueca estéril fingida del espejismo virtuoso, es desplazada en lo muerto de una distancia segura, de una distancia dudosa y estéril de alienación total; contradiciendo así el sentido puro del amor y la inspiración creativa...
Luego de entender que lo infinito no es lo mismo que hablar de imposible, la musa honesta es realmente esencial en su acción; pues ella toca el cuerpo de su amante, y desintegra las bondades mercantiles de la hipocresía y el interés arrogante; así el caballo atrevido de acero la monta y ella fluye al cosmos...
La verdadera musa no busca nunca ganancia o avance en su hermosura, pues ya ella es todo lo que necesitaba y es, todo lo que entrega y recibe, al mismo tiempo...
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