Libertad, es no tener miedo de acabar con las mentiras...
Quien logra conocer al otro,
en realidad vendría a conocerse a si mismo de una u otra forma,
reflejado en ello, todo su encanto y miseria, pues ambas cosas, siempre vienen unidas;
esto es algo rápido y objetivo cuando viajamos por la razón, pero si olvidamos el corazón,
el error se hará evidente, tarde o temprano;
por no haber escuchado la voz natural que ya te lo decía, cree o desconfía...
Mas no podría ausentarse de la propia angustia la persona que no entiende esto y esta, es la que engaña,
ya que el abismo le ha traído siempre al defraudarse de alguien,
y es de un otro pero a veces, mas de nosotros...
Luego, olvidarse de aquel otro en su imagen externa, le produce paz que ella tiñe en tristeza o alegría,
según sea su honestidad y nobleza;
emanciparse del recuerdo que ya es la propia idea o expectativa,
de lo que en el fondo siempre fue, lo que aquel deseaba encontrar;
de algo que es su propia identidad, y la necesidad;
mas trascendiendo todo esto, podríamos lograr dejar de buscar tanto allí en el otro y por fin,
encontrarnos en lo inteligente, saber cuando lo creamos, comprender como lo realizamos;
y enfrentar que el ser, es el engaño mas terrible y precioso que hayan inventado los humanos;
solo, para no sentir que están tan solos...
Entonces;
abrazando a mi espíritu, confiando en que bien sabe esta alma lo que es mas sano y verdadero,
yo triunfo y me alegro en la sangre y este cuerpo, que me anima...
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