Firme en la natural realidad...
Hemos sido
desintegrados, las fuerzas se envanecen de las puertas a un nuevo escalar de la
violencia sistemática, nos han quitado hasta la mirada fina de los eventos,
hundidos en la traición de todas las cosas, ideologías y esencias, y aun así,
querremos sonreír...
Ante el final
abrazamos lo que no se permite desaparecer con nosotros, lo que no tiene nombre
ni vanidad en ello, lo que no es más que un molde en donde yace lo que ya se
escapa de la locura social, la nube que se disfraza de alumbre pero no está
ahí, déjalos que crean que saben...
Sus doctrinas
nos han lavado el cerebro, la masa se encuentra ante los amos con ganas de ser
cómplices de sus condenas, pero la fortuna se aleja de todos los que fuerzan
las cosas, y aun así; hemos querido seguir viviendo, mirando un
"algo", pero no hay nada más que observar, es momento de estar...
Quedan los
estímulos descritos, la mente se obliga a concordar con una idea de mundo y la
estrella que ni cae o sube se aleja de toda esa parafernalia de vanidad
institucional...
Somos los que no
ha circulado en la línea y se adora bajo las secuencias, no por deseo, somos los
umbrales que renunciaron a ser la meta...
¿Recuerdas
aquella noche en donde amaste sin buscar nada más que pensar?, ¿y gozar fuera
de toda realidad condicionada y critica?, ¿recuerdas que no hay tiempo en la
maestría?, ¿recuerdas que todo lo que se sueña termina en dar la vuelta al
plano acostumbrado de la realidad?...
La vida en rosa
sigue siendo lo que no se anhela o exige, tenemos triunfo silencioso, la luna
que habla y el sol que no brilla, ya ni somos, no importa, nos hemos perdido en
esta gracia infinita de dejar de anhelar lo que no está, y las novedades ya no
espantan o atraen al corazón cristal...
Hemos pasado por
tanto y todo, y aún queda el vacío infinito
que ennoblece, de algo maldito y bendito, por ser odiados y amados, bajo hambre
como perros de presa y conejos lanzados a escapes; orugas de oro y humanos de
mierda, claridad y confusión, vanidad y conciencia, odio que enferma, amor que
limpia, cliché y genialidad...
¿Que queríamos
de todo esto?, ¿contra quién peleamos y ablandamos la voluntad?, ¿somos
indulgentes por convicción o conveniencias?
Tantos
conquistadores se pudren ya secos bajo las raíces de un árbol que transforma, mientras
las víctimas se hacen verdugos, y los verdugos se vuelven videntes, o vahos
apestosos que sucumben ante el poder de lo que no existe más que en su propia
identidad, la misma que proyecta y nos dice; ¿eres tú o soy yo el que mueve los
hilos?, pero esa es la trampa que hay que desactivar…
Olvida la
identidad, transita sin espacio y derrumba cada muro que levantas, deslava las
letras que no hay ni entrada o salida en “esto”, nada se mueve y así es como
todo empieza, los ejes fijos descubren sus secretos de la actividad creciente y
constante, un movimiento es lo que hace la emoción, y el pensamiento actúa en
base a formas que resuelve como la presencia de lo que explica la imagen
seleccionada...
¿Pero qué hay
allí?, ¿cuál es la carne y sangre de todos los dioses?, Son humos y nieblas en
nuestras conciencias, porque las hemos creído y creado como diferencia en la
dualidad...
¿Y acaso son
nuestras estas declaraciones?; nos perfilamos como un límite y este es el principio
de umbral, develado al que ya no busca, porque vive de su encuentro, y en este
encuentro se observa y define por naturaleza en la fuerza que no fuerza...
¿Qué hizo Ulises
cuando logro hacerse un sabio viejo?, cansado no estaba, solo curtido y todavía
aún más noble andaba por la tierra; por ello nacemos para el éxtasis de la
máxima plenitud, la vejez es un tesoro digno y fiel, notable es la claridad no
necesita limpieza...
La pureza no es
algo que se ordena o define, y la intención es solo una manera ya, de adecuarse
a lo que siempre esta...
No necesitamos del
"ser”, o el “ser allí", todos los grandes se alejan sin caminar, no
hay bulla o predica en sus fiestas, no hay convencimiento obligado o inducido,
solo un lugar tranquilo en donde apacentar los bosques y respirar, lo es porque
ahora el Diamante es completo, y no es porque alcanzo “algo”…
No es porque la
iluminación le ha llegado o el grado máximo obtuvo en la ciudad de humanos
verticales, nada de eso; barre con toda ilusión de distancia y sonríe
nuevamente, tal como estas...
Asume el miedo y
la rabia, así como amor y la valentía divina, pero que nada de eso te defina
porque cuando dejes ya de obsesionarte con estar, más allá o más acá de ese “algo”
o ese “alguien”; no habrá nada más que "elegir"…
Nunca lo hubo y
esto no es tratar, puesto que ya somos Umbral, y los mismos dioses se inclinan
y desaparecen también sonrientes ante la simpleza de un florecer eterno...
A veces, las
lágrimas son perlas que nutren de belleza a la vida que perdura sin necesidad
de ambicionar tanto, sin ganas de invocar nada ni a nadie, tu tranquilo existe
y sonríe no más, y ama sin declarar ni siquiera una neutralidad, porque ya
somos lo que buscamos, y los otros son la forma de andar, sin dejarse llevar...
No hay más
luchas artificiales en este hogar, no hay vanidad ni ansias, porque no
aprendimos nada, y nos convertimos en lo que hace al tiempo y al espacio mismo,
toda la interrogante yace diluida en la órbita, y a la rosa que ha dejado de
ser la imagen del sacrificio, pasa que libre medita y vive en campo fértil de
un lugar sin conflicto, déjalos que se acaben, vive aquí sin duda o vergüenza,
presenta y forja lo que no necesita confirmación, elude el mismo origen y la proyección
como hitos, vive al secreto abierto, luz sin percepción...
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