Lo importante de la soledad...

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Observar que la soledad se vuelve costumbre, y en ello la sensación e idea del "tiempo" es clave para entenderla; ¿porque como experimentamos ese transcurso del tiempo?, ¿y esa pérdida del ahora y el no ahora?, ¿cómo vivimos esa idea de logro desde algo que empieza y en lo que ha terminado?

Todas estas son las expectativas que corroen la mente y nuestro corazón mil veces, son las sensaciones experimentales del tiempo en la balanza de las emociones que juzgan los hechos, los resultados y la experiencia de algo que acontece como un balance...

He comprendido que ese tiempo se "congela" en ciertos momentos importantes, y que la soledad se vive mucho más como la "frialdad" de entonces que queda como "pendiente", de ese tiempo "congelado" en su momento insigne y significativo en donde ha ocurrido "algo", "alguien" del verdadero origen de nuestro anhelo y sufrimiento...

Para subsanarlo hay que observar primero que es la soledad realmente, y entender que la soledad no es lo mismo que "abandono", y en ese abandono es que anida y crece la sensación de rabia y tristeza, de olvido y desprecio...

Pero en ese estado de "abandono" es que la noble soledad se nos confunde, y envenena en sufrimiento y frustración constante, entonces; debemos reconocer claramente el don de nuestro abandono en cuanto al tiempo que no pudo llegar a ser como sentimos o creímos que debía llegar a ser, para lograr convertir la soledad en la integridad y la oportunidad de cultivar mayor sabiduría... 

En ella es que ocurre el poder del tiempo cuando es por fin nuestro aliado, pero nunca es de otros lo que modulan la libertad o las condenas, sobre la presencia del juicio que hacemos de la herida o en las dudas, porque al reconocer la distancia del abandono y la soledad, logramos la fuerza y la madurez divina...

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Sí que hay maneras de establecer la realidad del tiempo como un poder magnifico y certero, cuando la soledad es la integridad fiel del "..." que ha transformado su idea en conciencia sin frontera preconcebida, y asiste en el ser que nutre desde su abandono la energía suficiente como para limpiar la "pizarra" del momento actual, y abordar la determinación fluida de una acción perfecta, sin la necesidad del vano desespero, o en la angustia de la experiencia que encarnar como tiempo y expectativas, por lo que forma en su imagen como la idea...

Libra la soledad de tanta presión dispuesta en cuestionamiento y exigencias forzadas, resuelve la tensión de un "debería" por un "ya es", y por sobre todas las cosas en lo que fuera o no fuera, como algo que debimos de tener que ser o hacer por la influencia externa sujeta el premio o el castigo...

Por esto es que abandono es caldo de cultivo al juicio de tantos horrores, y de culpas corrosivas y de heridas que no cicatrizan, porque las hacemos perpetuas en la insistencia de una crítica y una exigencia ciega, por eso hay que atreverse a abandonar nuestro propio "abandono", y subsanar la herida en el mismo punto en donde empezó a ser sentida, ni antes ni después, por esto el tiempo es clave maestra en la operación sublime...

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La soledad inteligente es la naturaleza misma divina, y es pasto sano y fértil de claridad y coherencia vital, es sustrato del gozo y el bálsamo exacto que necesitamos y es la mas poderosa y eterna actividad de Sabiduría que tenemos, ahora mismo en nuestro haber, porque la soledad bien comprendida; es lo único que realmente permite y deja volver a encontrarnos con todo y todos los que nos rodean...