un adagio de jirafa...

se despellejaban y a nadie le importaba, solo su familia sonreía al verlos de agonía y zozobra, la despechada ingratitud arremolinaba sus cabellos y todos los demás bailaban, como mi amigo me dijera, Carlos solo hazlos reír, olvidarse de sus penas y así te harás rico y tendrás todo lo que quieras de ellos, pero si los haces pensar, reflexionar, puede que te maten sin piedad...

porque viven de antesalas de las tumbas en jardines, arremangándose el terror de estar vivos en sus calcetas de lana y cuando estan enfermos, salen con palos a romper la espalda de aquellos que alaban la porfía y la justicia, que lampara es, una lampara que se apaga, que con su boca escupe y besa como un sueldo fijo en las rodillas, el ruega y se reúnen las arrugas en sus manos, ya no saben a quien culpar y amasan en la mesa, hablando de todo su pesar, de lo diario en la radio y de la tele que atestigua, de como se alegra de estar presente y a su lado tenerlas a ellas, pero no me mira, me evade con sorpresa que encandila, porque solo obedece al reino de la dama de negro...

largos dedos te cubren los ojos, como largas son sus piernas que caen...

un adagio de jirafa...