esa palabra que no digo...

desde otoño se resiste el agua a caer bajo sus pies, por las lunas del silencio van dejando la insistencia y dando el paso a la inmanencia, de un sentido, de una luz perdida, su corazón dejo de latir en la nieve, se atormenta en la horrible voz de una bruja al otro lado del teléfono que adora el daño al héroe del mejor no digo, no se atreve a hablar de amor, ya lo dijo, ella la que ya estaba seca y mato al padre en su memoria desde que su raíz se fue lejos por los rieles, no hay porque esperar lo que es reflejo de un vacío...

y sin deseo queda el sueño desdoblándose, se hunde un barco en la deriva y la niebla olvida todo el bosque verde, ya no hay color, ni calor, lejos se distrae hurgando en la basura de una pequeña ciudad gris, pero ya sabia que estaba perdida, nada es nuevo, lagrimas sin llanto, la pregunta que nunca es satisfecha, el miedo que no existe mas, de lo que siendo ajeno estaba lloviendo pero muy suavemente, como un rocío de luz molesta, cuando se carcomen las miserias del aire que respiro y esta helado, ella se hace un rostro muy pálido y se ahoga en el agua espesa del lago gélido, como gelatina sin sabor...

cierran los ojos que se abrieron solo un segundo y basto para ver todo lo que estaba sospechoso y escondido y aun mas frío y todo es paz, porque se sabia en la distancia que esa era la paz del silencio, la que se impone del cansancio cuando aun hay ruido, y era el destino de un mal trato, cuando la mirada solo ve lo que es no querer nombrarla mas, de dolor, de lo que ya se sabe y se evade, porque cuando se ríe, se calla y no hace nada y ya da lo mismo, y cuando desaparece, cuando en calma olvida todo lo eterno, todo lo bello...