satisfacer al cliente...
ante la creciente exigencia en la necesidad de satisfacer al jefe, me ocupo y sorprendo a la vez frente al "status quo" de la industria editorial bogotana, mas tarde investigo la escencia de lo que acabo de escribir y no veo nada mas que un eufemismo de la inutil proeza, de intentar convencer al otro de lo que uno mismo ya es en si mismo...
y justamente es esta valoracion personal la que debe enfrentarse a las huestes del juicio y dominio una vez mas, fraguada en un sentimiento agridulce sin poder dejar de intuir el sabor de una cierta abulia, despectiva o de arrogancia velada, producto del fruto de la comodidad ya instaurada en las costumbres jerarquicas del negocio del arte, desde hace tanto tiempo ya en las personalidades dirigentes de los procesos culturales...
se me tiñen entonces la palabra de alegrias pulcras, cuando comprendo que "la cara del santo ya no hace el milagro" puesto que el milagro resulta que hoy dia aparentemente ya no es necesario, ¿sera que con todo esto del internet y las relaciones interpersonales a distancia?; ¿nos volvimos virtuales y de ideas tan frias y ajenas a un tiempo feroz, en donde la lujuria extatica y la creatividad salvaje y sin limites nos seducia?
buscando avidos el contacto directo con la realidad de las personas y los hechos, luchamos por instaurar el reino hermoso y utopico de la libertad de expresion y la percepcion pura y sincera; ¿puede que hayamos perdido hoy dia, la emocion de enfretar en vivo y en directo a la realidad?...
tal vez sea el cansancio o la falta de tiempo, ese mal postmodernista o una agenda demasiado apretada como para recordar la sensacion de la piel, perdida ya en las distancias que hemos impuesto entre nosotros y el mundo que no somos nosotros, con misterios que vienen a imponerse "a posteriori", augurios del todo esto de la seudo profunda inspiracion literaria y el exito comercial o aprender a ser practicos...
hoy dia importa mas sorprenderlos a todos, satisfacer el gusto al brillo y destello de una cultura mediatica y aburrida, triste en su gran trono de oro tropical, aislada, sentada frente al computador o la television, esperando a que el golem humano envuelto en latex de silicio y tubos catodicos, creador de esa imagen ajena y euforica que nos envanece aun mas, nos alcanze a tocar y estimule algun nervio de nuestros cuerpos, de que algun ansia se satisfaga o simplemente que coincida el momento de animo e inspiracion personal, para sentirse a gusto con la referencia o el sentimiento de hermandad necesario, algo que nos deje satisfechos con su representacion para luego seguramente olvidarla, la gloria del poder autoreferente prohibiendo ensuciar nuestras dudas con la cercania del sudor o el aroma de unas carnes palpitantes...
queremos ver la sangre de los gladiadores manar y excitar el tercer ojo, pero no es agradable ya mancharnos con sus salpicaduras que caerian sobre nuestras ropas hermosas...
tal vez tendriamos demasiadas pesadillas...
todo esto me recuerda al cuento anacronico de como un rey midas, se aperno en la evasion del orgullo en sus manos fuertes y capaces de lograr el oro y de como, la fuerza que desarrolla nuestra fortuna y augue del triunfo bien merecido; puede ser la misma energia que nos precipitara al final del gozo en el pozo...
y asi crecen las patillas del barquero de caronte, aquel hombre que sostiene el poder del mando en sus remos y navega llevandonos de una orilla a otra, prometiendo la ribera extrema de la liberacion, prometiendo en su vaiven gastado de la emocion neutra, el descanzo eterno, casi sin asombro se mueve y nos mira, deja caer algunas rimas del marginalismo recatado y su contraparte del averno enmascarado y el anonimato que nos aterra...
¿y yo sigo preguntandome porque necesitariamos cruzar este rio?
como todos necesitamos comer y vamos buscando tarde o temprano un placebo que nos permita no solo sentirnos realizados, sino consecuentes y felices; ingresamos pacientemente a las filas de la expectativa ingrata con numero en mano, haciendo girar la ficha insistentemente, mientras vemos como el tiempo pasa sin nombre o apellido, siguiendo las filas de anonimos que sobran alli plantadas, haciendole la corte al viejo remero y rebuscando las monedas del talento oxidado en sus bolsillos...
pero la sorpresa es personal y en la impresion de la escencia editorial, se incrementa la fuerza discursiva del etereo fascismo neoromantico que a concentrado su idea en si mismo, como aquel crater de autoridad perene que no es nuevo ni viejo o anterior, que no es el objeto de critica o ilusion, en la consistencia del presente eterno...
¿a quien queremos impresionar?
¿y para que?
si bien es cierto que el figurar dentro de la cornisa instaurada de sabiduria popular, e ingresar a las filas bien nutridas y engalanadas de los nuevos literatos, formar parte de los patrones de la creacion cultural masiva y exhibirse, ante el vacio y el vertigo de la mirada de un estado medieval e inconsecuente en sus politicas culturales, se obtiene un cierto placer...
no creo que sea aun necesario, sacrificar el alma para ingresar en los palcos de una disidencia oficial, o aceptar desencantos de las sospechas que aturden la belleza del pensar...
¿tal vez estoy llendo demasiado lejos?...
¿existe un deseo o intencion oculta en mis palabras?
¿una sonrisa de sarcasmo herido?
¿tal vez voy desgastando ya, los recursos de las fraces interrogantes?, ¿o es solo un vulgar contraataque alienado, de un caracter complejo y paranoide?...
simple en su analisis mi respuesta es a una forma extraña de percibir, la eminencia de la critica y el elogio como parte de todo este juego del agrado y la conveniencia...
¿cual de los dos caminos nos llevaria a la aceptacion consonante y satisfactoria frente al gusto ajeno entonces?
eso si es muy importante en esto, tener pendiente de que no estamos hablando de cualquier gusto, es nada mas y nada menos que el gusto del que manda, la sonrisa complaciente del que hoy dia corta el queso...
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