Iniciación Sexual del Gran Despierto...



El sexo puede llegar a ser todavía algo mucho mas lucido y poderoso que todo eso, debe Ser como un camino de liberación y entendimiento, algo mas pleno, inteligente, intenso y substancial, que el mero gusto en la cartilla de vanidades y ofertas de banalidad o entretenimiento...

El sexo ha de librarse primero de la emoción que impulsa a un negocio de nuestra ansiedad, en la degradación de la plenitud física, que permite una integridad cultural real en nuestras vidas, dejando de ser la mera identidad subjetiva de un pobre y triste sentimiento; porque si no lo entendemos a mayor profundidad, nos degrada la lógica y la existencia, nos derrumba del brillo inherente y desgasta, nuestra energía vital, enfermando el alma y la carne en su acción funesta...

Lo he podido ver, vivir y entender así, aquí en los caminos más nobles del Tantra genuino e inteligente, y en la aberración de una locura y confusión, dentro de esta mundana existencia...

Este es un “lugar mental” de entrenamiento físico y psíquico, una peligrosa disciplina que muy pocos comprenden a ciencia cierta, porque ahí, en lo que ocurre ahí; es en lo que nos enfrentamos a una de las mayores debilidades de nuestra actitud moderna; nos enfrentamos al sexo en ello, con la seducción del vacío pleno, a lo eterno y superior sin comprenderlo...

Este “Vacío" alcanzado, (NagaSunya); no es algo bueno ni malo en sí, pues lo bueno y lo malo se estipulan de acuerdo a una necesidad imperiosa por satisfacer la exigencia...

Vivimos muchas veces marcados y definidos por la experiencia guiada en tal momento, pero esto es causa de ingratitud e inconsciencia eternamente, en quien no es dueño ni de sus propios sentidos ni pensamientos... 

El sexo puede llegar a ser una maravilla que nutre las intenciones más complejas de nuestra realidad, y ocurre en conjunto a la unidad del cuerpo y la experiencia de una trascendencia, opera con su esencia y forma en lo que perdura, en lo que aturde o despierta; nace al mundo de aquello que puede ser libertad o una cárcel, según sea el caso en los amantes de sus compulsiones, o en los genuinos Despiertos...

Quien no entienda sus propulsiones, ni las pulsaciones inherentes que nacen desde lo mas profundo de su identidad en la carne; no comprenderá la razón de ser aquí en la tierra, como en el cielo de los hombres y las mujeres que constituyen la especie, por tanto el sexo es claridad en los iluminados por la oscuridad Divina, y horror mismo y condena en los torpes y los ignorantes de siempre, en los amos y esclavos del mundo; en las “polillas” del sentimiento, así como en los enajenados que se derrumban con sus vicios y cobardías...

El Sexo es la gran barrera y desafío, un supremo acto para librarse de todas las cadenas del tiempo, porque donde hay verdad sensual, nace la entidad más limpia de todo engaño existente...

Quien purifica el sexo, se haya librado de la mentira y las confusiones propuestas como caminos de amor y placer, siempre incompletos, pero esta operación mental, tan sublime para entender la “verdad”; no es rito de hambre emocional, o herida insistente ante la frustración del querer llegar a ser, algo mas que un síntoma decayendo en los desengaños y evasiones del momento...

Sexo es visión de lo absoluto integrado, en la realidad concreta y tangible, y ello refleja, subyace en la capacidad para comprender nuestra eternidad, viviendo bajo el yugo de la necesidad por comprender, y eventualmente dominar; los poderes que forjan la mismísima intensidad, y el valor de una existencia...

Vivir como un cuerpo vivo en la cualidad histórica de una posible realización cultural, es despertar también en nosotros, la comprensión de las fuerzas naturales que dominan las horas, de nuestro anhelo y la excitación, como un trabajo mucho más limpio, sincero y honesto; pero mucho del deseo y la aversión respecto al sexo, es tan sólo una pueril programación, algo bastante artificial y no una realidad ontológica de la naturaleza iluminada, limpia y genuina en nosotros...

Esta es la problemática expuesta en la apreciación de todos los parámetros de idealidad, frente a la actitud del cuerpo en nosotros, y es acto de la superación personal, a importancia en relación a un otro que se acontece, como la vía perfecta de realización mental y espiritual, en las sociedades que actúan como esquemas del hombre y la mujer compuestos; viene operando bajo un cierto sistema de credo y valoración de lo que es la entrega, y en especial del acto de transformación vital, del poder latente y definido a merced de una visión de triunfo y éxito; de victoria y liberación vibrante y sonante, frente al mundo y la mortalidad del cuerpo, pero muchas veces, esta operación “mágica” de la sexualidad sagrada; no es mas que otro escape y tortura en la vanidad y la degradación de nuestros propios sentidos, como un potencial diferido frente al conflicto de la eternidad y la superación del momento y la cualidad, de un lograr saber ser total, y entender; la identidad real del presente...

Por ende; no hay sexo aristocrático en donde la paradoja de la identidad y la humanidad se pierde, no es cosa clara y resuelta en los hombres y las mujeres del momento, perturbados por su condiciones y experiencias; sólo existe así para imprimir e impera un vicio peor que aturde y desprecia, por la ignorancia y la banalidad del sueño, frente a la vida misma en nuestras manos y ansiedades cómplices; se derrumba como castillo de arena con la lengua y la tensión manifiesta, en lo que te enreda y debilita, por ya estar demasiado alterado en la cantera de una mediocridad indigente y moderna...

Se haya el sexo enclaustrado en las cadenas del mercado intelectual, limitado en lo que controla nuestro anhelo de infinito y complacencia, sin comprender la verdad de una realidad energética en nosotros; por tanto, el verdadero sexo es pureza racial y espiritual, pero hay que entender las palabras aquí dispuestas, porque es gratitud con firmeza y docilidad perfecta...

El sexo real no busca la novedad por costumbre, no es la forma de lograr una imagen desdoblada de uno mismo en "la cosa"; el verdadero sexo, emana de la realidad misma, como manifestación librada de tantas perturbaciones y controles mentales forzados, por moda inepta y la estrategia de usura y subyugación política y psicológica; por la perversión filosófica en las personas, respecto a su esencia maestra...

Libertad sexual, no es vivir tratando de ahuyentar y anular nuestra poderosa y libre técnica de otorgarse la eternidad lograda, en la misma existencia de un nosotros ahora, sin prejuicios, forzamiento espiritual, ni aberraciones o alteraciones molestas...

Aprende a entenderte a través del proceso sexual, pero no te pierdas en la vanidad de la complacencia, ni en la confusión del tiempo que obliga un presente; aprende a librarte del poder cultural que yace en tu interioridad, cuando actúa como un veneno y no el bálsamo de perfección latente, evitando que se haga de ti un cómplice de tu propia esclavitud y decadencia...

Atrévete a ser un Verdadero Tantra en la vía de transformación y anunciación genial, que nace bajo la Estrella de la mañana, del Cisne navegando en los pantanos, y en el camino Real del Diamante inherente...

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