Reflexiones sobre la vida de la muerte...
La muerte es como una especulación constante enajenada en la mentalidad social, de hecho no existe ninguna noción de muerte "real", sin la misma idea de grupo, o en la misma relación social de entidades que viven; comparten y se relacionan, que se observan mutuamente al momento "final"...
La muerte en cuanto existir y acabar de ser y estar; se impone en lo que se declara por medio de sensaciones significativas de influencias e impedancia vital, mas siempre se explica desde lo que no es...
Ocurre en nuestra propia identidad, cuando se refleja y se ejecuta en la sensación de esta misma "claridad" que tensa la suposición, de ser la única e imbatible realidad universal, y ello fluye de lo que es darse cuenta de lo que observamos "afuera", en ese algo que sentimos dentro de la realidad supuesta como lo imposible de alcanzar; ¿pero que es lo que pretendemos entonces de ella al señalarla y respirar?...
La calavera se haya enclaustrada en la especulación "propia" y del "colectivo" que nos permite entenderla y vivirla, pero solo como referencia en lo que le ocurre a los demás y entonces; nos afecta...
Pasa como proyección onírica y poética de lo que se pretende hacer definir como filosófico e interno, de la extrapolación del mismo relato y la emoción que causa esa "otra" cosa que influye, como si fuera "otra" fuente de la realidad en la experiencia mortal...
Ello es lo externo mas puro y radical que existe como la convicción vitalista, y es la única promesa genuina eterna...
De otro modo; sea dicha entonces que es solo interpretación capciosa, de algo que no es jamas la muerte en sí, solo una "tregua", una película fina o gruesa postrada en los recuerdos y la materia de lo que se aleja irremediablemente, hecho según sea el gusto de aquella película que "cubre" sobre la "verdad" creada, por mera necesidad, pasión y extrañeza racional...
Lo extraordinario de la muerte, en todo lo que acabo de indicar; es que ocurre en todas la cosas y entidades que se podrían declarar, como la misma forma y fuerza primigenia esencial del comienzo a "investigar" la realidad, porque la muerte se declara a si misma como un principio de atención e intención, de todo lo que empezamos a "buscar" respuesta como lo el "mas allá", y es lo que no permite nunca una "propiedad" del dominio jamas; por esto el ser humano se obsesiona o inquieta tanto con la muerte...
Siempre se entiende a nivel "cultural", y aun mas; cuando en lo científico se estudia y reconoce bajo la evidencia del cavader, lo es mas como el tratamiento que hacemos del muerto en relación social, que de la muerte en su esplendida y sobrecogedora realidad fundamental y original, sucede así porque la muerte es lo único que el ser humano todavía no puede (o se atreve) aun, a dominar...
Ella solo acepta la llegada de los vivos en su seno, pero no se expresa como "identidad" en los actos de ese mismo interpretar, o al tratar de abrazarla e inducirla, o generarla, por esto es tabú central en todas las culturas...
Todo lo que se interpreta es la muerte inmediata de una muerte "real", y no es mas que especulación máxima que ha creado como semilla de la misma fuente de toda especulación, e interpretación mental formal, mas no lo es; respecto a lo que en la supuesta convicción de una realidad concreta y "dirigida", se pueda declarar como "verdad" individual, o del conjunto que establece esos parámetros y tratamientos del cadáver, y en los despojos emocionales que ha dejado en los relativos al caer en la obliterante mortandad...
Por esto es que la muerte es lo único que ya es genuino de indicar respecto a un "todos por igual", ya que se observa siempre desde ese "afuera" perfecto, y es por ello que fascina y genera a mismo tiempo tanta angustia; miedo, inseguridad o ansiedad, pero no tememos a la muerte en realidad, tememos al no estar más...
También es la paradoja suprema de la misma realidad, como el vehículo de asombro eterno, e incluso; de todo lo que ha quedado desplazado sin jamas llegar y culminar, parar, sellar...
Impulso de algo que nutre como imaginario en el deseo incluso, y hasta en la obsesión sensual que también se estimula y produce en ciertos casos, ante la muerte elusiva de la confrontación con la "verdad" absoluta, la única verdad propuesta como indefectible aun, y es por esto mismo que el matar, se puede convertir en una costumbre y un placer muy formal; se hace una fuente de éxtasis o gozo emocional e intelectual, que podremos decir que es algo patético, inaceptable, abyecto y dramático hasta el hastío tal vez; pero es también una verdad social...
Siento que es porque el mismo fenómeno de la muerte se establece en la división que acabamos de representar, bajo argumentos lingüísticos que trascienden la claridad mental, ya que asumen que la pueden "tocar", declarar y hacer visible desde lo "invisible" y que se impone como la única sospecha ideal, digna de ser resuelta, y que si lo desciframos nosotros, a ese enigma intenso; nos convertiremos en el dueño de un poder máximo de la realidad, de toda la humanidad, y de todo lo que acontece y se entiende como la "universalidad" final...
Es la muerte como absoluta y formal, (y esto que digo aquí también se funde desde una especulación hermenéutica de lo que seria ese "absoluto terminar", lo reconozco; pero que no me limito en las circunstancias con ello en honor a la poderosa muerte que nos declara, también como la vida en su extrañeza de enseñanza infinita); un verdadero infinito embriagar y orquestar la sensación de esta "realidad", pues solo nos damos cuenta de la vida ante la muerte que "observa" al que le observa...
Sucede en la impresión de toda emoción e ideal que impulsa a "pensar", cualquier cosa y relación mas allá y mejor dicho; que emerge como presunción entre lo que de la vida genera como ataraxia declarada en su integridad, que se hacen partes que se vuelven por conciencia "apartes" y en conflicto, solo por no entender lo que es parar, terminar, concretar alguna vez algo que debe de ser y hacerse...
En el mejor de los casos; sucede que se hayan pensados como complementos de una sola y misma "verdad" integral, (menos y mas), sin embargo; la muerte de la pretendemos hablar solo acepta una sobriedad energética "mortal"...
Aquí vienen nuevos senderos que nos llevan a entender otro asunto de importancia "vital", siendo exquisitamente irónicos, ya que es la muerte la que produce al ser humano el "primer" sentimiento que lo llevó a "pensar" bajo un reflexionar la idea del tiempo, y por lo tanto; es desde este umbral que se ha generado toda realidad mental social que forja espacios para controlar...
Ello es lo que abre la puerta del poder como formación de noción y función vital de integridad personal y de grupo, y que se afirma e inaugura en toda la razón mágica; científica, artística, política y económica al por igual...
Ella excita e incita en la sorpresa axial, de toda nuestra llamada identidad creada en la contingencia de la realidad del terminar, y en las civilizaciones levantadas por sus explicaciones derivadas de la muerte, y de todo lo que se hizo un día "ajeno" y distante en la Naturaleza, como entidad integral de una pureza e inefable "idealidad", lo es cuando nos quisimos, o tuvimos que distanciar...
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