Librando la trampa existencial...


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La lógica del análisis existencialista del mito de sísifo, si bien es la más común y corriente y difundida en la sobrevalorada, "intelectualidad" del siglo XX, y es la más reconocida aún todavía, como la "mejor" respuesta en el ambiente popular y académico cultural, de algo que expresa en el "sinsentido" que toda acción humana individual presenta en su destino exagerado y dramático, ante los poderosos "dioses" o el sino implacable que domina el castigo; no es por ello la "mas" correcta, inteligente u original... 

En efecto, a mi ver, es tendenciosa y bastante contradictoria e imperfecta, incluso obtusa y despistada de lo genuino y fundamental en la experiencia vital, ya que se puede rápidamente "desmontar" de una forma demasiado simple, puesto que en el fondo el mito original, seguramente presentaba un claro enigma que bien pocos aqui han logran resolver y observar, realizar, o tan siquiera esbozar y enunciar desde la óptica rígida de la modernidad tardía, con su influida tendencia en la contradicción vital del problema individuo y sociedad, generalidad y particularidad siempre en conflicto de intereses; herencia de la dialéctica en tensión forzada por la huestes de la emocionalidad y la racionalidad que el progreso impera en la utilidad social...

Puedo ir demostrando que lo que digo en la observación ya es mas sabía de la misma forma, debido a que se determina en lo que establece usted por la interpretación condicionada del mito en que sísifo, es sujeto activo y central; y de cualquier otra cosa en general que pueda y quiera usted reflexionar, ya que es de este observar e interpretar, nace lo que va buscando encontrarle un sentido a la cualidad de todo actuar...

Secuencia en la actitud misma que identifica el valor del acto a entregar y engendrar, y en el reconocer de ello algún sentido a lo que emerge de su propia orientación directa y vital, que el sentido es ya el mismo accionar...

Pero no es por ello lo que en realidad, nace del hecho como absoluto trascendental, y en lo que hace al sentido de ese obrar, algo que entonces deja ver simplemente la manera en que usted se haya capacitado para procesar el sentido como identidad, y entregar valor a ese acto en relación a un resultado de la misma acción, frente a un proceso mayor trascendental al ser individual, pero que no en la acción como un total, sino en la acción como una parte de ese orden proyectado como algo ajeno y más allá de la propia vitalidad radical, digamos que el individuo en contexto social; y en lo que ocurre como dinámica y utilidad de su propio condicionamiento lógico, simbólico y mental en la estructura cultural, cuando establece la realidad de ese valor y en ese obrar o actuar, en ser y estar...

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Ahora, ya que en el fenómeno de la denominación del sentido de la realidad, lo que ocurre como pensamiento no es más que un método que evidencia el estado interno ante todo lo que se (re)presenta, y se hace a partir de la mente que "obtiene" identidad y sentido en la relación que establece con otras fuerzas; lo es por material y actividad que interpreta, y del como y porque lo interpreta adecuado a una verdad, siendo no tanto el acto puro el mismo sentido de lo que ya es, sino lo que ya es por relación, como evento asumido en lo absoluto y trascendental de un mero efecto causal; esto no es negar el principio de causalidad, es confirmar que toda causa es ya en sí misma, su propio absoluto potencial...

De hecho y por decirlo así, de una manera burda y coloquial, que aquí hay gato encerrado, que hay un truco invisible a la percepción convencional en la observación más profunda del mismo sentido que la historia expresa, en todo esto, y ello es, justamente; que el mismo sentido y riqueza del relato es lo que pocos logran detectar, cayendo en lo más fácil de asumir, por costumbre mecánica en la respuesta correcta de que "nada tiene sentido" y el mito lo confirma; pero el mismo existencialismo se derrumba así, ya en su propia trampa estructural...

Puesto que ya es falso indicar, que no haya ningún sentido en el drama expuesto como tal, como conflicto interno ante un mundo que impone tareas, sino que más bien; es la misma "naturalidad" de aquello que ocurre en la mente del que no alcanza a penetrar su realidad entendida como algo personal, cuando en realidad es simplemente relacional, y allí esta el conflicto esencial...

Instancias donde la lógica se obliga a interpretar su propio reflejo en los mitos, y en todos los fenómenos que intenta dilucidar, incluso en la interpretación del hecho histórico de cualquier fenómeno o evento, como algo mas allá del potencial, como consecuencia "esperada"...

Al contrario, ya que es lo que se observa y comprueba ante los ojos notables y astutos, que es lo que es del mismo sentido en la acción humana, determinada ya como el "sin sentido" en sí mismo, pero que en el "sí mismo" es donde está la esencia de su valor puro, que al perderse ya es develado como un bucle de alienación, y en la total y absoluta definición de un sentido rotundo para la manifestación en la acción como algo social, que reniega de su propio potencial natural radical; al definirlo como un mero resultado cultural, ya que paradojicamente es la misma finalidad radical de toda acción, la misma acción en si misma, incluso "antes" y/o "despues" de cualquier forma de identidad o interpretación de resultados en relacion a otros, puesto que el resultado es la misma relación entonces, donde ocurre ese "otro" sentido de la realidad vital...

Esto se hace impuesto por los dioses, pensandolos como organizadores de la lógica de este actuar social, o en las fuerzas trascendentes a la misma carnalidad inmediata del sujeto central, en este caso Sísifo; todos ellos hechos impuesto e influencias que actúan por sobre el destino de sísifo y su actuar, asi cursan y lo repite a intentar tener sentido en forma de la causalidad, como efecto obediente a un orden social, (y "enteogeno" de la voluntad), más allá de su propia "realidad"... 

Lo que pasa, es que ya se ordena un sentido absoluto en este destino como interpretación de la relación de fuerzas entre el sujeto y los condicionantes externo de su propia voluntad, llamados "dioses" o luego, "sentido común" o la misma sociedad, o cualquier otra cosa llamada "autoridad" ajena a nuestra propia autoría y poder radical...

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Siento que se trata de reconocer que las cosas no es que no tengan sentido, sino que en fundamento esencial, el sentido de los destinos de las personas en esta realidad, no es meramente un asunto de decisión personal no más, que no es solo un capricho de lo que yo quiero y que signifique entonces en mi obrar bajo el juicio del mundo, puesto de que hay variedad mucho más amplia y rica de lo que es la misma individualidad como punto de orden y anclaje en la determinación del sentido de todo lo que hacemos en la tierra como raza, pueblo, cultura o sociedad, pero si ellos son los poderes que imponen la crisis en el individuo "individual", ¿entonces existe como algo aparte el sujeto individual?, ¿no será esta duda eterna la verdadera condena acaso?, ¿dudar de que somos una entidad personal?...

Reflexionemos si acaso el sentido en sí mismo, de nuestra obra en el mundo es algo que se nutre y conforma de una cierta integridad, a otras voluntades y efectos de relación, y que esto define mucho la cualidad de la percepción y el juicio de lo que se entrega como realidad del valor y el sentido en nuestro actuar, entonces; el mito de sísifo puede ser visto como un drama horrible de alienación individual, o como la llamada al despertar de una nueva oportunidad absoluta y divina, de lograr mayor poder y satisfacción personal al reconocer que la misma acción personal, lo que se haya derivada y armonizada en este cuerpo amplio de lo que somos como entidad cultural, o como identidad general...

Es ya en si misma la potencialidad del sentido "propio", el verdadero sentido de este ser y actuar, y es que mientras más nos olvidamos o alejemos de lo simple y esencial, de lo radical de nuestra individualidad ante todo acontecer, siendo puro y directo en lo que se hace como naturalidad, y no por interpretar en función de un fin lejano a la misma acción, sino en la acción misma como el fin radical, (y claro está, que usted podra pensar que abogo al lema de hacer "el arte por el arte", lo que es cierto en base pero que no limita a una tautología común y corriente del sentido por el sentido, sino del sentido en el "sinsentido", porque ya expresa y afirma un poder radical, mayor de que lo que se designa en el valor de la acción por consecuencia)...

Lo es como un mismo activo en relación constante a las fuerzas pensadas como externas, pero que solo busca el sentido en base a estas relaciones de poder entre individuo y sociedad, entre héroe y dioses, que ya es tensión cuando nos alienamos y perdemos vitalidad, por la tensión que genera la confusión del dónde empieza y termina el límite de lo personal, si es que en realidad existe lo llamado como personal, ¿y de que se informa y conforma lo entendido como lo personal?, ¿será otra estrategia de la entidad general?

Y aún mas; cuando lo hacemos "aparte" y entonces genera angustia porque divide la misma idea de identidad, más cuando nos fragmentamos en la panorámica total, porque buscamos sentido en la relación que es algo más bien social...

Entonces, dejamos de reconocer que nosotros somos el mismo sentido existencial, y la obra en sí misma es el único y absoluto radical, esto es poder verdadero, efectivo y vital, fuera de la idea de que el poder es solo un acto de "reconocimiento" que se entrega desde otra esfera que no somos nosotros, por ello el vicio de adorar dioses, y el vicio de adorar ideologías, y el vicio de tributar la lógica central olvidado quien creo a quien; esta es la misma tendencia interna a no reconocernos como importancia fundamental, mas allá de una apología a un egoísmo enajenado, o en el escape del colectivismo instrumental...

Todo ello es lo que confunde y quita virtud y sentido a la naturaleza pura y esencial de este ser y actuar, de este vivir, obrar y estar, que ya somos nosotros el mismo sentido original, y que es la misma acción, cualquiera que sea ya el sentido, y que la operación de utilidad de este yo en la acción, se conforma de otro "sub sentido" que responde a una orgánica más bien social de la tradición cosmologica y cultural, entonces; no hay sentido en nuestra acción porque perdimos nuestra propia radicalidad vital, buscando justificar lo que hacemos como correspondencia a la naturaleza de los dioses que adoramos, y ante los otros porque queremos que nos reconozcan y representen como un valor deseable de nuestra personalidad...

¿Porque esperamos ser mediante la máscara de lo que nos han forzado a representar?, bien, pues si así aprendimos a interpretar todos los sentidos que le entregamos a las cosas y a nuestro "propio" ser, de todas las imágenes e identidades consignada a un concepto y nombre, el logos mismo como dominio de la realidad, y a los signos y a las mismas letras entonces, y a lo que creemos que es por valor y el sentido de nuestra propia personalidad, y así de ese actuar, entonces esa identidad es la piedra que cargamos, una y otra vez para intentar posicionar en la panorámica general de toda sociedad...

Pero ello no es del perfecto y original sentido radical de este existir natural, ello es solo el "velo de la diosa" que funciona como pantalla del orden, cuando opera para distraer a incautos y hacerte olvidar, que tu eres el mismo enigma y poder central...

Algo claramente polémico y complejo, en cuanto al sentido de calzar en cualquier estructura de poder grupal, social o institucional; que si nuestro sentido se determina en cuanto a la utilidad que damos y representamos a esa estructura, es la entrega a nuestro propio ser y accionar lo que nos causa las dudas de toda identidad, entonces; ya no somos más que piezas que sirven o no en la panorámica general...

Pero ello no es lo que le da el sentido real y original de la vitalidad radical, a la particularidad de lo que somos por reconocimiento social, esto es algo que vibra y existe, como esencia orgánica, inmediata y natural, y no es el mero actuar, no es la banalidad del bien y el mal, esto es algo más allá de la influencia de toda entidad creada como arquetipo incluso, y en el acto original ritual donde toda acción ya es poder que instaura un orden, siendo en extremo directo y total, y es por todo ello que genera la tensión y el miedo de los "dioses", lo que causa el castigo pero también, la absoluta oportunidad de ser nosotros, el mismo eje universal dimensional de toda realidad...


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