Sobre el amor verdadero...

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Actualmente, la idea erótica y romántica social, solo ha servido para distraer, desgastar la atención y el poder real de millones de humanos incautos, ingenuos e inocentes, haciéndoles creer tanto a hombres y mujeres de esta ignorante edad de horror y acero, que su único destino y razón de amar y unirse, sería encontrar una pareja "perfecta", moldeada en la imagen y semejanza de un ideal prototipo de mercado y cultura abyecta y superficial...

Abstraerse así de todo poder, trabajo y esfuerzo real de hacerse a si mismo una obra importante y significativa al forjar conexión virtuosa e inteligente por nobleza y sabio destino, a favor de un bienestar de estirpe y conjunto, estableciendo en vez; la egoísta manera de creer que un matrimonio o unión de dos cuerpos y espíritus, es la unión banal de un par de torpes y arrogantes caprichosos e infantiles eternos, creando solo dolor, miseria, decepción y vergüenza, desgracia y perdida en las propias vidas, y en las de todos los que realmente les aman y hacen de ayuda, cuidado e impulso; prefiriendo enredarse en la miseria y el escándalo eterno de vivir deseando una "baja" y tortuosa idea de "amor", totalmente indigno y banal...

Así ellos y ellas sufren, se inquietan, desgastan y se arrepienten, se enrabian, sonríen cuando tienen el "dulce" y luego patalean y lloran como niños malcriados cuando lo han "perdido" o "abandonado" por su propio habito superfluo e irresponsable de "enamorarse" de un vacío, acabando constantemente con tremenda parte de la propia energía y potencial de vida...

Van así alejándose y olvidando todo lo que realmente hace ser y es, un verdadero amor virtuoso, justo y digno en las vidas de los seres conscientes e inteligentes, que honran su derecho natural de estar y existir correctamente... 

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Nosotros somos las raíces, el tronco y las ramas, los frutos y las flores, resplandor y el perfume de un árbol fuerte y sano, eterno y entero; no somos meras "partes" que se juntan de forma mecánica y egoísta; ya que así no se protege y promueve un fuerte y sublime destino...

Y eso es saber y hacer el amor, ordenarse en la unión de hombre y mujer real, como algo honorable y completo, verdadero...

Lo otro, solo es conformarse en la trampa y la escoria, en el desgaste indigno y rastrero de la peor decadencia humana y espiritual; es confundirse en la estrategia materialista y la necia ambición, patológica de una mentira dramática y desleal, creyendo que amarse es lamer migajas sucias de vanidad y traición, tiradas al frío suelo, perdiendo todo el poder y honor real, el mismo derecho y triunfo de amar y ser amado, de amarse como realmente se hace y es ser la encarnación, la sangre y espíritu, la inteligencia excelsa de toda manifestación de luz pura y divina...

"Rayo Amante Absoluto"