Primero ellos, ¿luego quien sigue?...
El pasado 31 de enero se publicó en el Diario Oficial la normativa que permite la caza de perros asilvestrados, en zonas rurales de Chile.
Se trata de un decreto supremo enviado en 2013 por la administración de Sebastián Piñera, pero que hace unos días fue publicado oficialmente, luego que el Gobierno de Michelle Bachelet le otorgara el visto bueno.
Fuente: BioBioChile http://www.biobiochile.cl/2015/02/03/publican-decreto-que-permite-la-caza-de-perros-salvajes.shtml
Devasta y degenera el sentimiento activo de apoyo, cuidado y respeto hacia la vida y la sensibilidad natural y social; esta medida impulsa algo que ha sabiendas, genera una conducta cada vez mas enajenada y lejana al sentido esencial de amor, respeto y solidaridad con los seres vivos.
Violenta el reconocimiento del valor inherente a toda vida y denigra, la misma defensa y protección hacia las formas de existencia marginada, como un derecho inalienable, es una medida discriminatoria y fascista, que promueve una sociedad cada vez mas instrumental y manipulada por estructuras nefastas, tiránicas y consumistas; Atrae condiciones de intereses y aplicación de hábitos y conductas deshumanizantes, tal como lo fueron, la promoción de caza de negros o indígenas en su momento.
Son claramente acciones políticas, muy acordes a la conveniencia ideológica, de una élite oligarca y sirviente al poder corporativo mundial que aplasta, explota y abusa hoy día, de todo lo viviente. Esta medida, se puede observar y entender en la misma costumbre de entrenamiento mercenario y militar, muy bien conocido como una estrategia de destrucción de la sensibilidad emocional humana, yendo en contra del respeto hacia la vida y por consiguiente, a la bondad y cuidado entre las mismas personas.
Induce y facilita un control mental y un impulso de habilidades discriminatorias y asesinas en el ser humano, todo mediante manipulación psicológica disfrazada de acciones del "sentido común", promoviendo un habito de inducción psicótica e insensible, transformando la actitud social y cultural de amor y cuidado a los otros (y uno mismo a fin de cuentas), hacia un estado insensible y desencantado, destructor de la vida y el respeto a la existencia en general; incrementando el trato violento en las casas y hogares de Chile, fundando en nuestro cuerpo y conciencias, la aceptación y el abrazo de ideologías impías y descontroladas, de horrenda obliteracion masiva, física y espiritual...
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