Ser pedagogo...




quisiera comenzar este articulo, reflexionando al respecto una información de la psicología y la neurociencia, que me ha servido de alumbre y estimulo magnético e impulso a reflexionar y entender aun mas, lo que podría realmente ser, el proceso de aprendizaje en el ser vivo y por lo tanto, el arte de la enseñanza humana...






basándome en ciertos paralelos interdisciplinarios, que son para mi en extremo interesantes, intentare un desarrollo teórico, en aras de aportar en la comprensión del tema de la pedagogía vista esta labor, como una verdadera ciencia y arte en proceso de evolución constante, y que toca la esfera política publica y privada, social, cultural, filosófica y pragmática en general, de toda la integridad de lo humano, siempre en proceso de avance, reflexión y acción coordinada cuando se encuentra capaz de realizar sus potenciales...






se indica en la neurociencia de vanguardia hoy día que es la construcción de nuestra conciencia, del “pensamiento” sensible, del darse cuenta, todo aquello que surge de un evento fisiológico en relación a las conexiones electroquimicas que nuestras células “pensantes”, (las neuronas) establecen entre ellas y el mundo que las rodea, mediadas sus preguntas y respuestas, por todos nuestros órganos y apéndices corporales, ante las influencias y reacciones; que este suceso fisiológico y natural, nos sirve para comprender, procesar y reaccionar frente a los diversos estímulos que nos afectan mientras estamos presentes en cualquier lugar, espacio, tiempo y circunstancia...






y de como gracias a estos estímulos y respuestas, fluye el potencial de hacernos crecer o disminuir tanto en nuestro universo interno como externo, pues todas las sensaciones del cuerpo y del mundo se amalgaman en un contexto integrado llamado, la experiencia...






hasta aquí la manera clásica de entenderlo, pero hay nuevas fronteras del conocimiento que indica que nuestro cerebro también es, social, raificado en diagramas que trascienden nuestro cuerpo físico un exocerebro a manera de un exoesqueleto muy parecido al de los insectos, suena extraño pero es lógico entender que la conciencia como tal, no solo es un proceso de apercibir eventos, sino también de construir efectos en el mundo, en este entorno que nos afecta, (recomiendo revisar al autor roger bartra para mayor claridad en el tema del exocerebro)...






volviendo a la pedagogía; si comprendemos que el entorno que nos rodea vendrían a convertirse en todas esas materias de estudio y acción que también nos afectan, así como el frío o el calor al cuerpo; pues la conciencia seria no solo un fenómeno fisiológico, sino también sensible y discriminante y aquí esta lo hermoso de comprender la pedagogía también, como un sistema de articulación de todos los eventos que nos pasan, que experimentamos en nuestra vida social y cultural, para integrarlos y manejarnos de una manera inteligente, que nos permita expandir y potenciar nuestras vidas, anhelos y plenitud vital...






en ese sentido la pedagogía estaría al servicio de la plenitud del ser vivo y no tanto, al servicio de la jerarquía del orden social; este punto es complejo y distante, como sociedad somos conjunto y consecuencias de los actos mutuos y personales sobre las vidas de los otros; ¿como logramos una convención social coherente?, ¿como establecemos entonces un valor y un sentido común ; ¿como aceptamos aquello que sea tanto bueno y conveniente para uno como para el resto?, el pedagogo se enfrenta a estas vivencias, a estos cuestionamientos, y resuelve una acción efectiva siempre en relación a lo contingente del momento...






pero aquí de nuevo surge una tensión entonces el oficio del pedagogo siempre sera revolucionario en el sentido de que, se integra justo en el espacio mas conflictivo del ser humano, en el de la comprensión de la relación y acción social, de la influencia, y del peligro de la manipulación y el conductismo...






por lo tanto para mi un pedagogo es una de las profesiones mas polémicas y peligrosas del mundo, porque actúa en reacciones químicas aun mas complejas que las del ácido sulfúrico o la pólvora se inserta en el margen de lo que es comprender a otro ser vivo que no es el, y sabe que no puede quedarse en la interpretación distante del psicólogo apoltronado lo que en cierta forma es bastante cómoda como actitud, porque solo interpreta; sino que ademas después de poder interpretar al otro, interpretándose a si mismo también decide efectuar dinámicas inteligentes de avance y desarrollo de aquel potencial que percibe, o mas bien quiere hacer percibir al otro en si mismo...






la pedagogía de la evolución le llamaría entonces; el poder saber, y digo poder en el sentido de llevarlo a la acción reacción, así como las neuronas que “ actúan” y se dejan “actuar” por medio de los estímulos y respuestas; y de como se “integran” en una sola cosa llamada costumbre o conducta humana que se prueba y desarrolla...






primero que nada, comprender, reflexionar porque el que aprender, ¿quisiera aprender?, ¿es el proceso de enseñanza entonces algo voluntario o arbitrario?; toda construcción de enseñanza es en cierto sentido pedagogía entonces no habría una o dos pedagogias, sino muchas y todas, teñidas según sus tendencias valóricas, de comprender el orden en el mundo...






la pedagogía funciona entonces como instrumental de operación sobre ese cuerpo tendido en la camilla de la cultura, de la política del planeamiento de la estrategia imperante o de aquellas otras estrategias que intentan y ejercen crisis en el status quo...






casi como una acción militante la pedagogía asume su función social organologica de entregar coherencia a lo que se ha entendido, definido como lo ideal...






y aun mas allá, ser pedagogo entonces ya es, seguir avanzando en la investigación como acción social e intensificando la metralla o la caricia, según el que encuentra el lenguaje y la conducta en si mismo; esto nos habla mucho de la psicología y bastante de la filosofía; la sociología se encarga interpretar y hacer evidentes las redes sociales que actúan también en todo esto, todas estas materias, que a mi ver tendrían que ser “vividas” directamente en la pedagogía, le hacen un cuerpo integrado de acción reacción de la ciencia y arte de la pedagogía y construyen a veces, de-construyendo lo que es el oficio de la enseñanza; lo que enseña es lo que demuestra en cierto sentido y al demostrarlo lo prueba...






de esta prueba se evidencia entonces, todo aquello que es útil o inútil de estar presente, un pedagogo entonces también sera un cirujano que identifica y extirpa el cáncer en el cuerpo social e individual de las personas; labor compleja, porque entregar conocimiento también es, el permitir darse cuenta a la persona que aprende, que es lo que lo afecta y como lo afecta y así lograr llevar a cabo acciones estratégicas para resolver la problemática que lo aqueja; todo esto un pedagogo completo, toma en cuenta a mi ver...






por medio de la comprensión de los sentidos intelectuales y emocionales, y del valor significante que les han sido dados en la “mentalidad” de los colectivos y las personas que son, comprende la pedagogía el como se le a entregado importancia o no, y de como esto a afectado a la persona y su grupo social mas directo, a todo lo que se ha convertido en costumbres, deseos, necesidades, aspiraciones, dentro del mundo y sus políticas y acción cultural...


pero en todos estos “espacios” de investigación se resuelve siempre la llegada a un punto neurálgico e importante de la experiencia vital y es la de, la predominancia absoluta de la comunicación como fuerza, fenómeno omnipotencia del proceso activo de construcción teleológica, epistemiológica y hermenéutica de toda acción reacción humana en cuanto a estar en el mundo, (entorno); punto aparte y desafío tremendo y apasionante el de atreverse a entrar en las aguas abismales del autismo; (tema para otro ensayo)...






y de como se ha construido ese estar y actuar en el mundo, de ese ser y entender lo que nos acontece y “funciona” en nuestras vidas, de ver mas finamente; si acaso responder la pregunta de; ¿quien o que es, fue y sera entonces, lo que construye ese estar, ser y actuar el mundo?, ¿somos realmente libres?, ¿somos realmente conscientes?; todo esto un pedagogo toma en cuenta y elabora estrategias que le permitan hacer ver, darse cuenta a la persona y a si mismo también de como todo lo que a fin de cuentas se menciona aquí nos afecta y actúa directa o indirectamente y lo mas importante; ¿que podemos hacer nosotros?, utilizando nuestra inteligencia para empoderar en el proceso de la emancipación y así, participar activamente en la construcción y conservación de ese universo, esa estructura sensible y temblorosa de nuestras convicciones y consecuencias de vida?, de como ser integrado y constante y un día encontrar la muerte en paz y estar completos...






de todas estas múltiples vivencias, reflexiones señales sensibles de interpretación mas o menos fijas o variables, de lo que viene o mas bien, a derivado en el ir siendo personas, devenir dependientes de lo externo tanto como de lo interno; resolver la tensión se que implicar al pedagogo en todo esto es labor arriesgada y casi insolente; ¿pero acaso no es lo mas lógico y coherente verlo así?






Volvemos al asunto de lo que discrimina en el ser humano, ¿que es y como se ha construido entonces?;¿donde esta el limite que separa estos dos conceptos?; ¿ cual es el origen, la frontera?, el comienzo de la zona extrañada, cual el sentido de aquellas superficies que se pliegan, que separan, cortan, discriminan, distancian todo lo que es de lo que ya fue?; y así nos abren las posibilidades de todo lo que puede ser, o no ser por decisión y ejercicio de aquella voluntad de poder, valor de acción comprensión, tan equivocadamente comprendida en el humano, por su vanidad y ambición operante e instrumental cosificante y fundamental en el egotismo alienado y patológico...






y de todo lo que nos afecta, sorprende, estimula y desafía a apercibir y reaccionar; de todo lo que nos generar un efecto especifico en nuestras conductas y por lo tanto, en como finalmente logramos entender el mundo y aprender las cosas, tomar los eventos, impregnarse en las experiencias y arriesgarse a ser nosotros mismos, ¿que es ese ser que aprende entonces?...






por todo esto siento que en cierto sentido, el comprender cualquier evento de la enseñanza o mas bien, de la pedagogía como una ciencia y arte en expansión y hoy día reivindicándose por fin de una época oscurantista y terrible, es comprender e integrar nuestra experiencia como fuego que se eleva, y procesarla como propuesta al servicio de un efecto controlado pero no sesgado para estimular y ejercitar la inteligencia múltiple humana de aquellos que se entregan despertando a reconocer de lo que son capaces y recibir como una sinapsis, la conformación de una comunicación mutua, que se convierte en experiencia y propuesta y que ya es así, conocimiento y comprensión vital...






la pedagogía consciente, transforma el proceso comunicativo desde una alienación cómoda y lacerante hacia un territorio pleno y hermoso, lo bello no como la etiqueta estética de lo preferible a nivel simbólico sino lo hermoso de lo verídico de la pureza de lo eterno en lo simple, en la fuerza y el ciclo natural, no esa naturaleza abstracta y evasiva de la idealización hablo de una naturalidad mas que una naturaleza y allí esta el hombre pedagógico...





vivir desde la realidad tangible de nuestra cotidianidad y de lo que sentimos mas profundamente; no solamente de los hechos concretos de lo que hacemos a diario, que si es importante obviamente sino que también ir mas allá acerca del como sentimos, pensamos y experimentamos todo eso que hacemos y vemos que el mundo nos hace y digo por esto, que remarco el proceso de comprender la entrega, como eje de la pedagogía porque siento que el ser pedagogo es en si mismo esto, como se activa la idea del compartir, colaborar, y por lo tanto recuperar nuestra herencia genética primordial de la raza humana como especie, esta es una labor de aceptar y lograr, interconectarse con el otro, de una manera mas honesta, mas completa, plena y empatica en nuestras vidas, aun cuando esto implique el derrumbar todas nuestras quimeras y eventualmente, descubrir el velo que esconde el horror de la verdadera personalidad del ser humano que a vivido ya demasiado tiempo escondido, en su interpretación narcisista y caprichosa del mundo y de los demás de si mismo en el fondo, ¿o tal vez?; descubrir que es mas fuerte y capaz de hacer y actuar, de ser, sentir pensar de lo que había creído, de lo que le habían hecho creer que podía ser...






pero también surge el problema de la guía entonces cuestionamos; ¿existe un mecanismo de guía en las relaciones humanas?, evidentemente que si, pero esta guía seria mas bien como un baile, una danza y no tanto una manipulación subyugante y subliminal o aberrante y evidenciada según el caso; de aquel orden que tanto anhela y desea y a la vez odia y se inquieta el espíritu libre, o de un poder operante de coerción y mandato; aquí el asunto de la jerarquía y lo espinoso de las categorías humanas, de las superioridades e inferioridades; de la estructura social, (de toda estructura social), cosmogonía por lo tanto un pedagogo seria un constructor bien sea pasivo y replicante, o creativo y espontaneo de cosmogonía, de sentido del mundo y sus relaciones con el ser individual también...






sin embargo para lograr el avance revolucionario necesario, se requiere el comprender que todos los seres humanos tiene en cierto sentido; una erudición latente y natural en su forma de ser y estar en el mundo, que la inteligencia es impresionante y furtiva, y el pedagogo, pues debería ser el primero en detectar y observar esa potencia en las personas que se acercan a el o ella, pero claramente producto de haber detectado su propia dinámica inteligente, creo que la inteligencia es darse cuenta de lo que es y a partir de eso, transformar la situación que es, en otra que puede ser, en beneficio de lo que hemos puesto como necesario de ser resuelto, suena simple pero requiere de mucha potencia y madures, por lo tanto un pedagogo también predispone a la persona, a crear su valor personal y despertar a su engaño propio, entraría la dialéctica de si acaso un pedagogo requiere como fundamento en su actuar, una postura objetiva y neutral, lo que en realidad es ideal pero no realista y lo sabemos, aunque no cierro posibilidades a la sorpresa, pero creo que aquí ya entraríamos en un espacio mas bien místico que científico; aunque también podría existir una metodología en lo metafísico como “propuesta” pedagógica, pero lo dejo esto ya mas como inquietud que como planteamiento...






la pedagogía puede llegar a ser la ciencia y arte mas completa de las ciencias sociales si así lo hacemos nosotros y creo que de hecho, existe siempre en toda acción humana que deja de ser solo estimulo y se hace también impulso, latencia de conciencia que influye, que crea, aquí el poder del mito teológico del “maestro”; para todo esto, primero tendríamos que darnos cuenta de como los conceptos/sentidos ya se han construidos y reforzado en la historia humana, (y también muchas veces entrado en conflicto y generado crisis en todo ámbito de cosas); y a partir de uno, aceptar que esta misma vivencia, espiral de movimiento, también ocurre en los otros...






lograr comprender el como y el porque las ideas de la justicia, de la libertad, de la jerarquía y el orden, de progreso y decadencia, de todo lo que es visto como correcto o incorrecto, deseable o despreciable; de lo que es comprendido y percibido en uno y el resto como lo que es bueno y lo que es malo, se han conformado e integrado en nuestras vidas, y como un pedagogo se atreve al precipicio de este abismo tanto así como el transitar los paraísos y descubrir, que tal vez solo eran maneras de entender todo aquello que estaba ocurriendo allá afuera y aquí adentro al mismo tiempo, por eso importante el comprender, reflexionar acerca de los umbrales, de los limites y las superficies que constituyen según el caso, la sabiduría de cualquier persona...






tratando de sintetizar la idea central de este ensayo; vuelvo a la pregunta central;






¿que es ser pedagogo entonces?;






para mi es lograr demostrarle al otro, el si mismo, de todo aquello que es como un espejo o un reflejo que no escapa al espejismo, sino que se atreve a ver lo que esta presente, y es sin duda ser valiente y reflexivo, entregar todo aquello que existe y va funcionando en si mismo como en el otro sin ansias de control y a la vez, cuidando el otro en su andar, desenvainar tanto de una manera negativa o positiva, terrible o hermosa, lo que esta mas allá de la dialéctica dualista y darle al sentido y la experiencia de aprender, su valor mas puro, la capacidad de hacer darse cuenta que somos nosotros en el fondo, los que les damos el valor o el sentido a todo lo que comprendemos y hacemos, descubrimos en el deseo y el anhelo y también en la responsabilidad de estar en conjunto y actuar en concordancia, con lo humano que es común y no tanto con lo que aliena y cosifica al sujeto, derivar de manera efectiva hacia lo que es el nexo que unifica nuestro individuo, con el “contenido” del mundo y lo colectivo en si mismo también como identidad; y aun manteniendo, la humildad necesaria de en el momento preciso, hacerse parte y también aparte, lo que no es tan fácil de discriminar, porque un pedagogo también comprende cuando se dice y cuando se escucha, y también cuando se sonríe y contempla, cuando aparece y cuando desaparece...






pero esta comprensión no es algo tan simple a veces de llevar a cabo y aun mas difícil de comunicar, puesto que tanto a nivel técnico, político e intelectual, económico y cultural, estético o emocional, las superestructuras siguen funcionando en nosotros, (aquí una tensión personal con respecto a la enseñanza como producto de un orden social); así como los quehaceres, nuestros hábitos conductas y rutinas nos determinan, moldean y ordenan en un contexto siempre...






para terminar, creo que las vivencias mas ese uso de lógica “pura”; y me refiero a una lógica pura no como una determinación de que existe una sola manera correcta de entender o vivir la experiencia; paradigma de lo absoluto como lo ideal; no es eso sino mas bien la idea de que puede existir una forma mas coherente y honesta, mas original de estar siendo aquí presentes; de entender y actuar en base a nuestra propia historia y ese entramado sensible que se a constituido en lo que ya es nuestro carácter y personalidad, de identidad mutante y propia, en relación al ser colectivo y en donde funcionamos, al mundo en donde estamos...






por todo esto, creo y confío en que el arte de la pedagogía, implica un desafío hermoso y a la vez, tremendo de comprender todo esto no solo en teoría es darse cuenta de que nosotros, los pedagogos, (aspirantes aun) de la trasformación social cultural del paradigma hegemonico y jerárquico que funciona como medida cautelar y disciplinaria para hacernos funcionar como piezas de relojería abstraídas del anima y no como humanidad animal reflexiva e inteligente; nos encontramos en un punto neuralgico y estratégico de la historia, (tal vez todo momento histórico lo sea estoy consciente ; pero viviendo nosotros hoy día en Chile y el mundo globalizado en extremo, algo tensionado y difícil de la historia humana...






seria una especie de amalgama de acciones tanto físicas como emocionales, las que ocurren de manera mas o menos arbitraria en nuestros cerebros, cuando nos vemos inmersos en un mundo que nos contiene y a la vez, nos exige estar presentes y responder a la orden...


luego de reflexionar seriamente al respecto; me di cuenta de que la pedagogía de hecho si es un evento natural de todos los seres vivos, por lo menos la enseñanza como hecho; y me refiero a que el proceso de aprendizaje es frontalmente radical en todo espacio y tiempo, que esta en todos los seres vivos, que logran y comprenden en base a una experiencia directa, realmente lo que les pasa, lo que los afecta y por lo tanto, les permite encontrar las maneras, las herramientas o los medios para interactuar e influir en sus destino y dejar de ser, cosas a merced de una muy sospechosa y cuestionable providencia al servicio de las conveniencias de lo dominante...






porque es evidente también que por mucho tiempo la idea de la enseñanza, se mantuvo siempre al servicio de una idea externa de adoctrinamiento y control; por todo esto siento que el arte de la pedagogía de una u otra forma también se encuentra en este umbral del desborde, de este cruce de caminos, entre lo que es comprender lo que esta formado en lo interno de una persona para convertirse en extensión social; y de lo que sucede cuando esta se involucra en su entorno de una manera inteligente y deliberada...

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