hacia el encuentro de altares...

allá va la fémina que no se esconde, la que brota en la unión de la luna sin necesidad de olvido hacia ella misma o al mundo que la contiene y es madre...

así cuando escapa del miedo y en la conducta aprendida se enfrenta al poder de su propia historia, de sus caderas que son fecundas, y de la boca al lenguaje que sirve y seduce, para expresar, pensar y amar... 

va al descubrir lo que es enseñar la lengua, que no es solo para exculpar o excomulgar los amante de sus propias cualidades, ni para engañar tampoco a la ausencia de ensueño con la predica habitual de lo material, de lo inconcluso de aquellas otras políticas  las éticas de la tiranía en el genero, y de la conciencia y moral revisada; y de todo lo que se ha hecho ya un "pastiche" y reciclado del margen y el deseo herido...

de las ambiciones múltiples del uso metafísico de sus cuerpos; 

como la economía del combate...

pero esta nueva amante; 

la que esta viva y me alcanza, se agita en la flecha divina que ya es fortuna e inteligencia de la verdad, cuando a resuelto acabar por fin con sus vanidades, propios ciclos de angustias y atropellos...

volviendo al océano de las posibilidades, se hace una realidad,

y ahora ella esta muy tranquila;

durmiendo en mis brazos sonrientes...