de lo egoico en el poema...

existe el ego poético, se destruye cada vez que te enfrentas al amor sonriente, se insensibiliza ante la frustración del no hacer, corroe los cancamos del pensamiento y es cruel con la persona bien amada...

su desgaste es evidente, pero aquella mascara de fuerza inútil se mantiene despierta y sueña que es muy poderosa, no hay que negarlo porque si es muy fuerte, cuando es sincera y real aquella idea del yo maldito, pero no es verdad que sea única y universal, porque también se acaba y muere...

los poetas y artistas malditos son pobres diablos, no alcanzan a ser diablos grandes ni majestuosos, solo enfermos de su propio dolor y adictos al morbo que este les provoca, su drama y tragedia constante los hace sentir vivos, les da un valor existencial en la perdida y la ruptura, en el conflicto constante con el cariño y lo hermoso...

por eso están encerrados en su herida persistente del horror, sometidos a la intransigencia de repetir siempre lo mismo, palabras, actos e ideas, porque ya no quieren ver lo hermoso sino lo odioso y sus palabras no son nada mas que un ladrido pervertido de aroma hediondo a frustración y odio...

ellos juegan a ser distintos e instauran enemigos sociales, culturales y religiosos, construyen nemesis a falta de musas, y ahogan su vida en lo oscuro como lamentación constante; cobardes del amor, decadencia del romanticismo añejo..

no hay enemigos sino ideas creadas, personas, presentes, pasados y proporciones negativas, influjos del existencialismo de la reafirmación por medio de la negación, muerte a hegel, porque cuando el poema no dice "hace" algo entonces lo niega, yo creo que es porque se encubre y se resiste ante su propia realidad verdadera, y entonces allí viene la prosa y el discurso, la poesía y la evasión del llanto trágico, lamentable, que sin fuerza de acción creativa no tiene derecho de hacerse llamar siquiera su verdugo o salvador...

el humano que se enoja y reclama la paja en el ojo ajeno, reconoce y destroza su honor personal cuando es hipócrita y recita con labia de asco y ansia emocional, la critica al otro, es el engaño y la critica al santo que siente en si mismo reclama, los santos son simples y no pretenden, ellos hacen en paz...

entonces yo he pecado traidor, porque he resistido e instalado mi propio engaño porque me creo mas grande, me creo mejor, me creo absoluto y envidiable ante otros y así es como recupero la pureza del yo herido, del yo atacado y neutralizado socialmente...

sueño y juego pero con esto no escapo a sigan existiendo otras voluntades mas alla de la mía, distintas, antagonistas, entonces cuando comprendo que el amor es un respeto eterno, absoluto, un saber ser justos antes que nada con nosotros mismos y con nuestras artes y oficios, puedo ver la distancia que separa el acto de la pretensión filosófica y creativa...

se habla de consecuencia, pero aquellos payasos sentados en las mesas con cerveza encima, todos esos filósofos y artistas mareados e intoxicados con su imagen personal, luchan, discuten y se encierran en lenguajes toxicológicos de la critica, son la verdadera escoria de este mundo, la escoria como concepto de lo que sobra del proceso, lo que no es en si mismo nada mas que una idea del otro, lo que no sirve; lo que se ha cosificado a tal punto que ya no aspira a nada mas que a la coca, la naftalina existencial de la perdida, lo que no se atreve a ser por si mismo algo distinto a lo que le dicen que es...
ellos debieron ser borrados por los tiranos, pero no pudieron desaparecer, entonces siguen allí y así viven tramando su rabia en las esquinas, siguen sintiéndose la nada misma, siguen sin saber porque no son parte del mundo, porque han aceptado el papel de ser la escoria social, y se enardecen ante lo que acabo de decir, sacan sus cuentas de intelecto y orgullo, preferible ser menos que no ser nada, porque se equivocan cuando sueñan que saben que no saben, viviendo lo que es real mas allá del engaño y el cuestionamiento del engaño, dicen que no es un limite o un desconsuelo, no es un vacio o la totalidad del concepto la negacion, la idea y el bla bla bla...

si es libertad lo que piden, han de primero saber que no solo es exigirla intoxicados por las mismas substancias que el sistema que odian les entrega, la libertad no es solo ganársela para uno sino también comprenderla en el valor del otro antes que nada, saber que su época es un momento, que su risa no perdura, como tampoco sus llantos, que se vician del deseo insaciable y terrible del gusto al sufrimiento, de las ganas de venganza, del juego macabro de una autoestima baja, un sonsonete ridículo, igual que estas palabras, las que si somos sinceros deberíamos preguntarnos entonces porque se han escrito...

un muerto con 4 balazos en la cabeza, un oficio de tontos y canallas y este arte y ciencia que es la escritura, todos están convencidos de que son excelentes escritores, de que vamos a perdurar, pero yo no me contento con vibrar en esta sola presencia de rabia y tomo libre lo que ocurre aquí y ahora alrededor mio, lo que escucho y me interesa, lo que me convence solo por un momento, entonces cuestiono ahora la lógica del verso, la prosa y la claridad, de los que siguen pensando el amor con la cabeza, siguen dudando de todo, de ti, de mi y de todo lo que nos rodea, y es cierto que así es, es cierto que es correcto ese dudar, porque nada se mantiene como seguro, pero que no existan mas los peros en tu concierto de voces como lo único que es real, por eso escupe a los diablitos que te hacen dudar constantemente...

el ultimo párrafo es egocéntrico y fascinante, porque dice lo que ocurre, el desacuerdo es bálsamo del poder, donde buscas la serenidad de lo tangible, lo claro, lo confiable, pero nace una y otra vez ese pero desgraciado, porque va de la mano de su hermano gemelo que no es igual, el porque...

y no necesitas mas ese pero y ese porque, porque no existen nada mas que en tu cabeza inconsecuente...