manos huesudas...

hay que hallar el camino a la interna ciudad, los muertos, las ruinas, todo lo que me antecede, las caidas y el horror, el silencio en la lucha, en el amor que se acongoja...

frio intenso, un frio intenso siento en piel de fuego, como llamas crepitando y el infierno bajo cero...

nuevamente un vacio de esta nueva era, distante, extraña, alienada, y nos tocamos en lo que no es, nos buscamos en lo que siempre es sustituto mas no es lo real, lo que es, la diosa suprema en alas doradas...

viboras, viboras de las colinas adyacentes, buscan con su ponzoña destruir la emocion, la tristeza de lo que es eterno, pero ese vaso ese jarron corporeo, tu carne y sangre no hallaran suspiro, no hallaran descanzo ante la evidente falta de sensibilidad que aterra esos sentidos...

hambrientos me han deshuesado el amor hasta el alma, con los ojos de la muerte, la distancia y la funcion bajo cero...

un cuerpo helado, blanco como la nieve, una estela celestial, un cometa una lumbrera, un cuerpo tendido que esta frio, como el viento de tus voces, como el aura de tus ojos, cuencas vacias, redondas y hermosas, nutren las estrellas, los sistemas secretos, nada quedara en pie...

la sonrisa de mi angel de la muerte, la sonrisa de mi salvacion, la sonrisa de mi amante, la lujuria del placer, la conquista del color, de la mancha y la locura...

la importancia de lo efimero, la inutilidad de las promesas, lo evidente del fracaso, lo escencial del amor, de la luz, de las fuerzas, lo que es que ya es...