persuasion

me deslizo...

el sonido se amplifica y me deslizo por entre tus piernas...

soy el oscuro, la sombra, lo que esta oculto y me deslizo, te sorprendo en el castigo...

te lo advierto, te obligo,  te desnudo y dejo en evidencia...

puede molestarte, soy incomodo y soez, ya comienza el hedor del hedonismo a despertarse...

pueden ser las cortinas, el perfume de obsesion, todo muy visual, todo enfermo como la modernidad... 

paciente de la imagen, me deslizo enredado en el sonido, no es lo que puedes ver...

te tuerzo el pescuezo en la ocasión , la nausea obesa, grotesca mezcla en la inerte obsesión...

descubro, capa a capa, recubrimientos de grasa y emocion, plieges de la carne y su sabor, miradas de acecho y hambre, veo el vacio en los ojos solitarios, las manchas del dolor venenoso, veo, veo el cuerpo del delito, la inutil verdad ya dicha, lo inoperable del caso en los milagros, la imposible soledad, lo impensable del recuerdo, la increible mayoria de esperanza y su amor eterno...

enclaustrados en la tierra...

encadenados...

la obsesion de las palabras, de los textos, de los numeros, de las mujeres sin sentido y del sonido, los escribas del placer vendido, los eternos transformistas desviados, vueltos a nacer por detras, los cerdos asquerosos de horror que obnubilan el buen discernimiento y que yacen en mi centro, los espias del maligno, los que se nutren de nuestros sueños... 

ellos son los susurros perdidos, los malditos, nuestras sombras, nuestras penas, nuestros odios, nuestros errores, son las manos asesinas, la sangre en mis ojos desorbitados, la ansiedad del corte, de la espada y el final triunfal de un consejo mortal...

la podredumbre del santo...

pero no solo me deslizo entre los muertos y los hedores, tambien lo hago en paraisos y banquetes, artificilaes en su mayoria, muy pocos son los escenciales, muy pocos los reales...

ante el sol la mirada queda como perdida, incapaz de ocultar...

te persigo como un mounstro, como un frankenstein, soy tuyo en un espejo de chirico, un marino errado de montaña, un pobre diablo, un devastado en la tormenta, un desintegrado por el polvo de la esquina...

y antes de caer te entierro, el hueso en la nalga, en la posicion preferida, en la boca que succiona y exige la potencia del horror, del poder, del dolor, de la leche virginal, de la sangre menstrual, de la codicia fecal, del momento ilustre de la orina y el gato en la cocina...

cae el cadáver de una buena vez al suelo...

la escénica del ojo legañoso que desteta a la mañana siguiente...

con sus manitos calientes, como los bebes rozagantes con su olor a nuevo humano, sabroso...

la extraña sensacion de redimirse y buscar el equilibrio, cuando el sube y baja de esta vida es lo que pervierte y seduce a los niños mas pequeños, luego es la retorica barata, después el dialecto interesante, mas tarde la dialectica rimbombante del sexo que no es mas que "ósea", el tratar de exagerarlo todo...

absolutamente todo cae y te persisto en esta idea, de que te voy a persuadir de todo esto...

galimatías...

¿existe esa palabra?

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