Reina el Toro en la Sangre eterna...
Tuya es la raza como una lanza que se precipita ante los nuevos credos y acontecimientos, lo rápido es, tan solo una impresión momentánea en la conciencia del que experimenta, lograr la percepción lavada del que vive en la exigencia al beneficio de un relevo, en la presión material del vivir para el que pueda, lo atreva y lo entienda...
Vibra el cursar sin perpetrar la duda en el bajo sueño de aquellos, los hombres y las mujeres del medio hacer, logrando el cuerpo, sin medidas ni esfuerzo; cría la idea de la Gran cosa en la obra, muchas veces tarea de héroes que en su evasión del sentido, se precipitan del mundo al Paraíso...
La interpretación domina en las masas...
Nuestra es la eternidad de un prado verde y florido en lo que se extienda, como carta abierta en la dimensión mapeada de los territorios del imperio al sustento, labra en lugares varios por donde la horda blanca enclavada en lucha avanza, firmemente, rastrillando y cultivando esa semilla en los ejes del tiempo...
Saber ser es de aquello que yace invencible en la paradoja, trascendencias de una razón justificada en la saturación del pensamiento; purificada, respira en la tradición naciente; librada, se cae del peso encinta que unos pocos locos hacen como el deseo del todo en lo fallido...
Esto es lo que le hizo creer y querer regresar, como engaño dulce en falsos guías y puentes de espejismos, pretendiendo en las labores de una magia degradada en las semejanzas de toda pérdida al conseguir rescate en la intención de superaciones, y en el Orden que cae con su intento; más sólo así, atreviéndose a devastar la suposición puede pasar por la ignorancia sin ser vencido el que experimenta; y es que logra la Magia pura al limpiarse de engaño en la concepción del Jardín, al conducirte en la trampa de los pueblos con sus mezclas; entonces, hay que doblegar las cronologías, con arte y tranquilas destrezas...
Te elevaras también tú, en la táctica de una brújula iniciada en nuestra mente, sabrás vivir, con claridades pacientes en medio de lo que tanto altera y se agita; crecer las aguas en las profundas latitudes que tornan gozos sublimes, por la original clavícula giratoria de todas las cavidades y de aquellos fundamentos; clamores de interés en los futuros modernos...
Esta es la Raza organizada en medio de lo que haremos de infinito en lo finito, actuando en su legado y expresando la acción sin mácula; así es como aseguramos por siempre, la herencia de una Mayor Fortuna en las nobles Conquistas...
Nosotros somos fortaleza armada en su arquitectura divina y erótica de carne y hueso, pura sangre en lo que hemos venido a Ser desde su invocación, y en lo que nace del giro en la llama intangible de la memoria en los blancos Dioses...
Esta es la médula en las ascuas que perduran como la unión de la Matriz y el Rayo, su fruto, es como un manantial por lo que se contenta y demuestra en lo inmanente...
Somos lo antecesor de una Madre Flavia en donde estamos, sabemos que aquí la vida existe como avenida expresa de una prisa que no apura en la teatralidad del mundo antiguo, y en lo que interrogante se imprime de la descendencia, que cada vez se envuelve y despierta...
Esta es la clave de guía en los niños fuertes, los que aún crecen; nuestra es la potencia en seguridad del triunfo, por sobre toda la vanidad y escoria del pueblo ralo en su terrible y programada ignorancia...
No hemos venido aquí a caer más que en cuenta de aquello, del comprender lo que somos sin comienzo, porque no estamos subyugados por las claves del sentido humano; lo utilizamos si, lo sabemos como herramienta, ya que la masa se duerme tranquila en la esperanza dibujada y uno manda por la ilusión y en la fuerza...
Esta es la forma de organizar que tienen los Regentes, cubriendo el vaho del Dragón en los sentidos y en lo que no es más que una buena manera de hacer madera, para elevar la hoguera que sirve al linaje tribal; aquellos son, los cuerpos del material para ser tragado por las llamas del destino, en la consagración de Poderosos ritos que alumbran la eternidad del corte en este camino, que así fundan instituciones las puntas de todas las flechas...
Nosotros, somos los Reyes del mundo, no olvidamos la vereda en la aristocracia de su esplendor, silente y sellado, lo tañido en la hermética identidad de un ahora, ahí en donde los pobres de imagen y entendimiento, no logran jamás tocar la esfera del primer cuerpo de sus propios secretos...
Deberás confirmar tu entonces la jerarquía en los adentros del Templo, con total visión de integridad y ordenar por mano de hierro la pluma en tus propias raíces, y en la influencia que hace ser al Ser como un vehículo de operaciones, por los bien dados esquemas de la información en la confusión que despejas desde el olvido programado, en la caída del cielo hacia los vientos presentes...
Deberás renacer por sobre el crudo y puro infierno, pasar por los cielos y no frenar incluso, todavía más limpio, perfecto; inteligente, elusivo en tu intento; así es como aprenderás a reinar, con suprema y total lucidez en la naturaleza y la Fuerza, pero con completa indiferencia sagrada en ti, y desde ti hacia los otros; nunca antes, ni jamás después de esto...
Nuestra es la piedra de altares milenarios, nosotros la misma mano que corta y bendice, la columna verbal vertebral de todos los Dioses y las Diosas, de la ciencia y las artes nombradas en la tierra y en la mente; los demás, los que no quieran ni puedan, como esclavos dormidos y encarnados, al uno servirán y obedecerán sin llegar al Zero, al poder que hicieron lejano y diferente en sus ojos, porque ellos, son las masas corroídas de iglesias que profesan con ritos muertos, plagando en la pérdida de intensidad sin brillo por no entender lo que es pulido y digno en su esencia...
Aléjate de la indignidad de una idiotez masificada, porque así es como quedan prendados ellos del hueco significado, sin comprender los poderes del signo, adorando una carcasa muerta y colgada en donde se agotan sus sueños, bajo el uso autómata, en la cadena de toda ignorancia que se convierte en complacencia...
Es por esto que los pueblos de amos que fueron esclavos, siempre harán religiones brutales como bases de operación mental, más nosotros...
Nosotros, Somos la Fuente...
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