Arte y alquimia en la influencia...


Dhumavati Yantra

Dentro de las reflexiones sobre el arte, puede entenderse que la misma forma de polaridad que se proponen como posibilidades de comprensión en las obras, solo nos establece en la calidad de una representación extrovertida de la misma comprensión y sensación formal, pero no en la profundidad de la raíz que promulga la intención de un formar cierta idea en la entidad, y esta operación, es la que absorbe a cualquiera de esas modalidades de apreciación sensible de la dualidad, como el estallido de la polaridad en su única posibilidad del contraste bajo ley de la definición de lo que se pretende hacer evidente o velado como identidad del culto y la fundación cultural... 

Aquí el bien y el mal, el cielo o el infierno, etc. son tan solo dos maneras de adecuarse a la misma dinámica de la polaridad, que establece la capacidad de asombro o un dar cuenta de la diferencia entre lo fantástico y lo real, lo común y lo singular, lo deseado y lo rechazado de tu propia identidad, en una espera de impacto o espanto que atrapa la atención del que vive y observa tal "creatividad"... 

En esencia, hay algo mucho más poderoso y radical que la mera observación formal del lenguaje llamado como arte de la dualidad, dentro de la misma estructura de la tal polaridad, y esta es la ciencia notable absoluta de la magia de la influencia, como dinámica y fenomenología de la misma emanación que ejerce la posibilidad de experimentar la dualidad, en nuestro campo psíquico de atención, generando una emoción que nutre al deseo y la aversión por igual; sin embargo, hay un eje de la influencia que no es tocado por lo psíquico y que trasciende a la misma dualidad, sin perder la tensión de la oscilación que hace a la forma y el sentido algo en la experiencia del arte por su propia idea de lo fundamental... 

Este estado del eje o el hecho axial, perdura por donde se juega solo a la naturaleza del arte para explicar y comprender, cierta necesidad o ansiedad, de nuestras convenciones e incongruencias del mundo imaginativo y lo enunciado como lo ideal social, por lo tanto; es propio del fluir y el fingir bajo el dominio de la influencia, como ejercicio de poder y no solo como observación de la misma posibilidad de asombro en el otro, es propio de la intencionalidad de toda interacción y atención lograda por la imagen de una división y polaridad, ya que revela en la materia, todo lo que hay como espejo negro humeante del valor y el sentido de lo invisible que hace ser a la manivela pendular girar, de toda expresión carnal, material, formal; pero nunca se obtiene la vuelta completa de la realidad, ya que lo que sostiene a la imagen o efluvios que luego actúan como excitación y repulsión sensibles, en lo vivido como la materia y lo formal de su experiencia estética, es un pulso de empuje y absorción vital... 

El arte es vampírico en su mediocridad, pero a la vez, nos brinda la capacidad de lograr en nosotros mismos, esta maestría que se abstrae y a la vez sostiene la atención como una consciencia de la impresión, y es la misma fuerza de la eternidad del "signo" umbral, del acontecimiento secreto de la gran serpiente arcoíris, y es el triunfo silencioso del reinado del Dragón principal...

Comentarios

Entradas populares