Sobre la guarida y el árbol del conocer -
Nos
empeñamos en nuestras profundas soledades, solo para reconocer que no hay más
valor que el de la asociación por la acción...
Una
mirada torva acecha en lo interior, ella indica al lobo la fortaleza pura que
duda y derriba en el hombre y las mujeres, al poder buscar, pensar por concreto
lo que es vivir en sociedad...
Sea
el rasgar los velos, que lo hago con toda energía de alcanzar lo que es
primitivo y propio, en la intención total y en la intuición radical, sueño
despojado en lo que se confirma por destreza de lo irracional, como un arte
angosto al sisear y el zigzaguear...
Hemos
llegado al punto indicado de ataque industrial, nuestros mundos diseñados por
la promesa molecular, se agotan mucho en ese desgano cultural, y en lo que se
resiente a la invasión de nubes flojas, por todo lo imposible que hacen cuando
se les acaba un programa al dar la orden de la realidad; cadenas por versiones
de imágenes e ilusiones...
Lo
hecho, es tan persistente al triunfo tecnológico en los restos políticos de un
futuro esplendor, mas todo su teatro del progreso, resplandecerá en lo gris de
un plateado fulgor fosfórico...
Y en
las fantasmagorías, se nutren de lo creído en lo oído...
Nosotros
ponderamos nuestras voluntades como el pasado que se devuelve al momento
actual, pero aquí no hay retorno en la entidad, caldero adentro gira el brebaje
en todas sus direcciones, cuando hierve y revuelve las burbujas se mueven del
fondo arriba formando al tiempo en la historia...
Sin
rodeos, ya sin deseos casi, nos plantamos a tierra con la extrema necesidad de
alimento, envuelta entre impulsos nerviosos del respiro y un control vital, por
comprender lo que es violento en lo elusivo de la debilidad humana...
Adelgaza
el vicio entonces, propugna en decantación por cuatricromía del Sol, percibe
hacia la carne y la sangre que se codean y pasean por todo el lugar, un magneto
enciende en la sombra chispas que forman la consecuente alteridad...
Gran
torre en el abismo pende de alumno azabache, sin fundaciones, flota como una
mácula perfecta ocular, desde lo invisible fluye, gota a gota, por condensa
tensión del Dragón y un cigoto en florescencia, verde como el ópalo de la
Princesa amada...
Clamor
que unidos vamos supurando en el sufrimiento inteligente, para la escena de la
novedad superar; clamor del cielo aquí en la tierra tranquila en su alambique
del dolor, con lo que transforman la médula en bálsamo y en serena bondad, sin
faltas ni excesos...
Persistir,
lejano a la esperanza de las masas; conseguir, sin las seducciones ni horrores
cinematográficos del "puede ser", que por lo general, es la imagen mixta
de semejanza en el maldito "más", cuando en realidad, es por lo
"menos" que te salvas de la banalidad...
Calma
insistente, se gesta en siglos de amalgamas con su energía en tornasol, como la
hondura de una longitud retráctil de la Serpiente enmudecida, en la humedecida guarida
de absoluta oscuridad...
Y en
el estruendo que es quiebre de atmósferas, por rayos de la presencia, que hace ser
de un sonido especular con su escuchar y hacerlo el cuerpo andar...
Qué
maravilla, manivela autónoma de nuestros ojos que se han sellado en los
próceres del vacío, con su tiempo aliviado, madurado en la esencia volátil, porque
ya existen soluciones orgánicas de acuerdo al recuerdo cierto y la vanidad,
destiladas en cavidad por lo transitorio de la cualidad...
Un
ser de almizcle y cornamentas que no acepta, cerrar trato en la trampa de la
promesa social...
Gira
y se vuelve a girar, como León hambriento que despierta hace poco y el
Diamante, glaciar de otro planeta, ya sabe lo que hacen sin pensar…
Por
lo extraño se hacen de un polo fijo en la vara, que vibra como el inicio dinámico
del Mar, que cae de arriba y atraviesa al mundo entero por la mitad, y en los tres
ríos sus sabores emanan de las destrezas de la condición vital; lo dulce,
amargo y salado...
Nosotros,
tenemos las mismas distancias y complejidad del cosmos en nuestras cabezas, y
en las venas, y en los órganos, huesos y el cuerpo entero, y aun así; considerándolo
como verídico y factible, no atinamos a entender ni asumir lo que es poder, inherente
poder supremo del saber generar y el regenerar...
En
la nada me regocijo, y en la expectativa destruyo, en la nota tercera del canto
olvido y promuevo una libertad sin letras, que no es más que una mente para
observar, deducir y ensoñar; pero no es lo que "ahí" esta...
Soy
del Fuego blanco que transforma el tiempo en lo inmortal, línea oblicua por
naturaleza en combustión de este ahora, eterno en la única y divina sonrisa
espectral...
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