poemaria indispuesta a esperar mas, se aburre el sentido...

subir la montaña iríamos, a construir nuestro hogar, nuestra boda, criar nuestros hijos y la extraña valentía de hacerlo en el momento fue mortal, luego el silencio y la duda, la trastocada locura de la sospecha, las voces, los cachos, el miedo, y todo se desploma; tener la entereza no es hablar por hablar, amar por querer, prometer lo superfluo, no estamos en la carrera de precios, ¿verdad?; su pulso se engañaba y miraba de lado, no queriendo pero mascullando unas lagrimitas de cocodrilo, por que ahora parece que en sentimiento no es nada mas que humo...

ha pasado ya tanto tiempo para el amor, y tan poco para el terror, tanto de ajeno y frio, que al ver la deriva se muere el deseo, quemamos la platonica adorada en una forma ordinaria, simplemente escapada y sin fuego de confianza y peso al sentir que te quieren, te adoran, te aman y eso es lo extasiante, pero habia que perder la cordura para saber a ciencia cierta; que es lo verdadero...

si te hablo sabes que es para ti y al final para esa enmienda de odio que siento al pensarte otras bocas, la espada vibrante del guerrero enfrentado a su profunda conviccion, se aprende de el engaño y el error, de la desubicacion...

aaaahhhhh damisela si todos hubiesemos dicho los nombres reales de nuestros fantasmas, todas esas voces no serian problema, en una mente sana eso si...

decepción profunda de la falta de afecto e interés, eso me indica que estoy para otras montañas, y e visto aquellas cumbres que son hermosas, que llegan que vienen, que se enredan en mis cabellos, que nos liamos a miradas y se confunde todo un poco, porque sabes que te pienso y al final me aburro...

una perdida me dará una ganancia, tengo que ser frío como tus pestañas, frío como tus maneras de hacer, y escondido en el saber, hablar en clave, corroer las bases en silencio...