la dureza y la indiferencia...

Hoy una noche oscura, fría y distante en la mortaja del amor, hoy no es día para recordar sino para archivar en la memoria como prueba fehaciente de la ingratitud humana, desintegrárlo en su pureza de lo que te esta diciendo, de la ambigüedad del querer y los dedos en sus movimientos absurdos, la distancia del decir con el querer, tecleando un lenguaje cada vez mas distante, y hoy las plantas se agotan en la noche húmeda de estas angustias, deseos de tenerla y poseerle como todo un toro animal que soy, una y otra vez...

Hoy fue el día de las disculpas y las gorgonas que escupen fuego en vez de amor, de los flechazos pervertidos, el día de la sangre despabilada que arrullaba un desasosiego, hoy te pierdo y no te veo y se que les da lo mismo, para ser aun mas explicito hoy es el día en que se acaba la moneda en la maquina, un chance de esas maquinas que se convirtieron en tu memoria...

Y de que esta noche me quitas todo y no dejas nada tu dices, solo un te recordare por siempre, gracias pero me parece bien poco diría desagradecido, comparado con todas las noches y días de pasión de fuego y aventuras siempre al borde, de la abulia de tu desgano de todos esos tus tan feos lo siento, no sientes nada esa es la verdad, por dios seamos purgados...

Yo no he sido guiado por el sentido común en el amor nunca gracias a dios, prefiero rabiosa y apasionada la doncella, e incontrolable, como la piel arrancada a pedazos del tigre y así amando, es la decoración de los santos que me has dejado, de todos los arruinados, con la desesperación de los que pierden y se hunden en caprichos de todos esos sueños que dijimos que no íbamos a realizar, "hiba" no es con "h", lo entienden por la cabeza pero es por el corazón que se aprende en verdad...

Y esto que al final seduce como un misterio de abandonos comunes, que puede últimamente hacerse arte efímero, esto que se deshace se deshilacha y derrumba no es solo un poema, es una alquimia de la libertad total, del cofre del día de hoy en que la tierra camina bajo tus pies y allí se queda como huellas vacías, ¿como no extrañarte?...

Me ahoga el desprecio y la falta de confianza, me los gane otra vez dices, como si me conocieras de toda la vida, la falta común de control o descontrolo diría yo como dices tu, la moralina eterna del juicio perpetuo, pero es al final mas como un tornado de silencios perezosos que se destierran en lo incierto del sentimiento...