atento poetas romance...

cansado de presenciar, dispuesto a trasnochar lo que se me olvida, lo que acabó en silencio y la calle en testigos, fría esa lengua de adoquin mirándote alejar, mi amor, te me vas y lloro, me arrano y desgasto y al enfrentarme a la luna, me suspiro y arrodillo...

¿son tus silencios mis desesperos?

quiero mirarte a la cara y sonreír con desdén, sorprenderte en mis calzoncillos...

te derrites, nos ponemos violentos, todo se agota...

la retentiva de tu cabello, no alcanzo...

te fuiste quedando corta de agonías precoces, pero sobrevivimos, fuimos los que ahora pueden ser y al partir o acercarse, podemos verlo sin miedo, lo caliente, lo seguro, camino ladera arriba...

pienso puede ser que en estos momentos tu debas volver a abrazar mis huesos, consentir mi cuerpo y darme de aquel embriago llamado mujer...

interesante que al escribir de cierta forma se pueda ampliar un mensaje, una bendición amplificada, ¿dejar atrás o saltar al vacío?...

quiero seguir, se que quiero y puedo seguir porque amo, como un trascendente y un sobreviviente, el amor debe salir aun mas, florecer de manera habitual, ser corriente del sonido, materia que sana; ya lo veremos...

tantas contradicciones, miedos, angustias, rabias, desnudos, sombras, sensibles, tristes; orgasmos eternos...

todos esos seres personificados en sus disfraces, la realidad como una fiesta que es todo lo que en realidad debería ser, ¿o debería esta siempre supeditado al fracaso?...

nunca...

la vida se ha convertido en algo muy extraño, los ladridos del perro me delatan el paso, ya casi se toca la campana con ese acecho sutil, casi deshonrado o cansado de votar nulo en esta vida, de noches cálidas y dependencia terrible, como el amor que se puede volver una pieza cerrada con llave...

a veces pienso que solo los extremos nos darán la razón, de la vida o la muerte, lo real, la esperanza del umbral, la ceremoniosa y rotunda cara fija del personaje que se nos va, sus ojos sellados en lo que desaparece...

nunca olvidando lo que queda en su vapor, lo que es testimonio y una carga fuerte, no es para morir que aquellos nos dejan, sino para insistir en la indicación de nuestros corazones que estan solos, rogando en la entereza del brillo, donde lo real se impone ante la fantasia...

pero la materia de los sueños es demasiado fértil también, y nuestra violencia puede convertirse en coraje necesario para luchar de manera impecable...

otra vez...

escuchando te pienso, te traigo a la mente mirada y ahogada en placer cuando te sorprendí viéndome al corazón, con fulgor que sonaba a luz, aunque algo negro el sentimiento del vertigo, pero siempre libre y atento a seguir tus rastros de aquella levadura hermosa...