diatriba del odio rabioso en lupanar...

la grandiosa explosion, de un fogonazo deslumbrante y asqueroso del odio...

que alegres diatribas surgen de una mente horrorizada, su manera de caminar es distinta, sus hombros caidos demuestran la fuerza doblegandose ante la voluntad del pobre y servil humano victimizado...

la luna escanea la matanza de los inocentes con su palida mirada, lejana ella se desvanece sin piedad por entre las sombras de aquellas nubes frias e invernales, los hombres lobos tienen hambre y salen a masticar crsitianos nuevamente...

la identidad es pulcra y segura en bogota, una urbe espejismo bastante oxidada, los nombres de todos los que pasan estan alli dispuestos para informarnos sus datos, son lecturas ociosas de lo que uno podria ser, son simbolos de la tirania del rotulo y la influencia de la competencia...

los hombres lobos de dia son personas normales, observadas por la mirada inutil del sentido comun, ellos van bien vestidos, engañando a los guardianes del buen comportamiento, eludiendo las termitas del lujo y la sospecha...

luego cuando las leyes no existen, van nocturnos donde no hay limites y la conciencia no es dominada por la razon de lo exasperante, de esa presion colectiva, la sangre hierve y se levanta a rondar por entre los campos de nuestras venas, henchidas de ese odio sensual y bombeando adrenalina extrema del temor, un odio que hace crecer nuestros huesos, nuestras garras y esos dientes que afilamos, bien dispuestos en silencio acechante...

respirando en la sombra a la espera de tu asquerosa humanidad que va temblorosa, solo para cebarse en graciosos festines de una mancha moral urgente y la compulsion depredante, arrebatada en los movimientos de esa lengua endurecida por la sangre coagulada...

y en las predicas del control y la concepcion de un estado puro y total, se ha fracasado en verguenza total, entonces nos derrumbamos todos como ruinas de un palacio inesperadamente efimero, y escuchas los gritos, las lagrimas que se convierten en mordiscos y aullidos...