confesion ancestral...

los ancestros nos reclaman con dulzura su anhelo vivo, que aunque la muerte se los llevo hace tiempo, ellos aun permanecen...
la simpleza es compleja, no es un juego vano o sedicioso, entreversado y enrejado o algo repugnante y mortuorio...
es algo vivo, despierto y latente, consistente en su hermosura blanca, la dama blanca, la mano fria y su danza...
hay que pedir perdon por el dramatizmo y su imagen de evidencia romantica, una seduccion y otra vuelta al tema de la pasion humana y sus concecuencias...
y es que somos participes y herederos de una querencia, de un manifiesto y es nuestra herencia esa misma que a veces forzamos...
lanzando etiquetas y compendios de lecturas paradojicas, siquiatricas y emocionales, la funcion de lo ajeno, lo lejano, la indiferencia cientifica que quedo impresa en sus huellas, en los hombres que condenaron la creacion a un futuro incierto...
mas quedan multiples imagenes, sensaciones que corresponden a la iluminacion, lo desierto del dolor y el placer por igual, la necesidad quien sabe por que razon, hay miles...
de concretar sueños, ideas e insistencias de nuestra imaginacion, el ser humano como entidad magica y compulsiva...
se adora y ahorra en jolgorios incestuosos, profanos y autoreferentes, cuando eximio se pierde en su soledad, en la idea de que lo acabado ya no existe, y esto existe aun, existe y se sostiene...
flota en el aire y quien sabe por cuanto tiempo mas...
pero es mas que suficiente para nosotros que aun somos de carne y mortal...
la vida pasea sus incongruencias con la maxima elegancia posible, descubre sus velos solo al final, pero al final de un comienzo real, como en sus cuadros hipnoticos de sacra epifania teologica y publica...
todo esto una cadena de inversiones metafisicas del linage y sus huellas en nuestro cuerpo y pensamiento...
seamos entonces alambiques de esta sabiduria...